Iker Casillas: La triste despedida de un gigante
El capit¨¢n blanco se va del Real Madrid, que le paga 12 millones para facilitar la rescisi¨®n del contrato
Los porteros est¨¢n solos. Iker Casillas no hizo nada por disimular su aislamiento en el que probablemente fuera el d¨ªa m¨¢s dif¨ªcil de su vida. No lo acompa?¨® ni el apuntador cuando ayer se abri¨® la puerta de la sala de conferencias del Bernab¨¦u, mal iluminada, y apareci¨® este hombre triste enfundado en una camisa oscura. Los cronistas sociales aseguran que hab¨ªa pasado el verano en las playas de los Mares del Sur pero por el color cetrino de su piel se habr¨ªa dicho que transcurri¨® el periplo encerrado en la bodega de un barco mercante. Se sent¨® frente a la audiencia mayormente compuesta de becarios y empleados auxiliares y cuando lo rode¨® una nube de fot¨®grafos sedientos de la imagen definitiva del ¨ªdolo ca¨ªdo, los previno de que estaban perdiendo el tiempo:
¡ª?Pero para qu¨¦ me fotografi¨¢is ahora si luego me tendr¨¦is con las l¨¢grimas?
La que probablemente sea la figura m¨¢s sobresaliente de la historia del f¨²tbol espa?ol se re¨ªa de s¨ª mismo. Acababa de firmar el finiquito por el que el Real Madrid le rescind¨ªa el contrato. El s¨¢bado, cuando fue a despedirse de sus compa?eros a Valdebebas, les confes¨® que sent¨ªa que le fulminaban como a un mal empleado. Seg¨²n el acuerdo alcanzado el club le pagar¨¢ 12 millones de euros brutos de los 25 que preve¨ªa el contrato original hasta junio de 2017. El Oporto, su club de destino, que se har¨¢ cargo del resto, le abonar¨¢ cuatro millones netos hasta 2017.
No podr¨¦ olvidar. All¨¢ donde vaya seguir¨¦ gritando ¡®?Hala Madrid!¡±
Directivos y agentes consultados dan fe de que Casillas perdi¨® cerca de un mill¨®n de euros en la mudanza. La tensi¨®n entre el capit¨¢n y los dirigentes madridistas lleg¨® a tal punto que durante la semana pasada hubo prisas por romper lazos. Casillas se recort¨® los ingresos. Los directivos convinieron en acelerar el pago de 12 millones de euros a la m¨ªnima oportunidad. Sin importar que el equipo se viera obligado a viajar a la gira de pretemporada con Pacheco, el canterano, como ¨²nico portero disponible. Keylor, que tambi¨¦n se embarc¨® en la excursi¨®n, est¨¢ recuper¨¢ndose de una lesi¨®n.
El equipo viajaba rumbo a Australia desde hac¨ªa tres horas cuando Casillas acudi¨® al Bernab¨¦u. El sol ca¨ªa a pico. La calle Padre Dami¨¢n estaba medio desierta por el efecto de domingo y can¨ªcula. De los carteles publicitarios de la Megastore de Adidas hab¨ªa desparecido la figura del guardameta, r¨¢pidamente sustituida por Marcelo.
Casillas renunci¨® al homenaje que le ofrecieron. As¨ª exhibi¨® deliberadamente su distanciamiento de las personas que gobiernan el club. Cogi¨® el micr¨®fono, clav¨® la mirada en los dos folios que tra¨ªa en la mano, y sigui¨® hablando con ese aire genuinamente atropellado y jocoso, de paisano que se quita importancia. ¡°A ver¡¡±, se anim¨®. Reuni¨® fuerzas, resopl¨®, bebi¨® agua, volvi¨® a resoplar, volvi¨® a beber y sigui¨® sin levantar la mirada del folio, como si contemplase el abismo.
Desconsolado
¡°Hoy he venido a este estadio, a este gran estadio¡¡±, suspir¨®, ¡°a despedirme de todos vosotros y en especial del madridismo¡¡±. Debi¨® ser en ese punto. Cuando sus ojos repasaron la palabra sagrada, ¡°madridismo¡±, cuando rompi¨® a llorar. Entonces reson¨® el repique de las c¨¢maras otra vez. Casillas parec¨ªa desconsolado. Las l¨¢grimas le cayeron por las mejillas. Pero sigui¨® leyendo.
Pacheco, del filial, es el ¨²nico meta disponible para la pretemporada
¡°Como sab¨¦is¡±, se recompuso, ¡°dej¨¦ de pertenecer al Real Madrid y pas¨¦ a formar parte del Porto. Quiero deciros que la decisi¨®n de irme al Porto obedece a dos motivos fundamentales. Primero, la ilusi¨®n que me han transmitido el presidente [Pinto da Costa], el entrenador [Julen Lopetegui], con quien nos conocemos desde hace tiempo, y sobre todo el resto del equipo. Y segundo por las muestras de cari?o que he ido recibiendo desde que la gente ha sabido que mi destino era Portugal. Me han ganado y he estado muy feliz. Har¨¦ todo lo posible por no defraudarles y conseguir el mayor n¨²mero de t¨ªtulos posible. Por tanto, muchas gracias al Porto por haber confiado en m¨ª¡±.
¡°Y ahora¡±, continu¨®, ¡°me quiero dirigir a todos los madridistas. Despu¨¦s de 25 a?os defendiendo el escudo del equipo m¨¢s grande del mundo llega un d¨ªa dif¨ªcil en mi vida deportiva. Decirle adi¨®s a esta instituci¨®n que me lo ha dado todo. Parece que fue ayer cuando con nueve a?os vest¨ª por primera vez la camiseta del benjam¨ªn del Real Madrid y vi cumplido mi sue?o. Durante este tiempo me he sentido acompa?ado y muy querido tanto en los buenos como en los malos momentos... Este club no solo me ha formado como deportista, me ha ense?ado a crecer inculc¨¢ndome los valores que defiende su escudo, el respeto, el compa?erismo, el compromiso y la humildad¡±.
Casillas hizo un repaso agradecido a sus entrenadores, a sus compa?eros, y a los empleados del club ¡°que no se ven¡±. ¡°Estas ¨²ltimas l¨ªneas¡±, avis¨®, ¡°las dedico especialmente al madridismo, que no conoce fronteras. Gracias por vuestro apoyo incondicional desde que llegu¨¦ al primer equipo con 18 a?os. Por permitirme levantar cada copa. Por ser vuestro capit¨¢n durante cinco a?os, por acompa?arme en los buenos y en los malos momentos, por tender la mano y tirar de ella para levantarme. M¨¢s que recordarme por ser buen o mal portero, solo espero que la gente se acuerde de m¨ª por ser buena persona. Gracias, gracias, miles de gracias. Nunca podr¨¦ olvidar. All¨¢ donde vaya seguir¨¦ gritando ¡®?Hala Madrid!¡±.
No habl¨® de las tres Champions, ni de las cinco Ligas, ni de las dos Copas del Rey, ni de todos esos trofeos que adornan un curr¨ªculo excepcional. No hizo, como otros, menci¨®n de su estad¨ªstica descomunal de m¨¢s de 334 partidos ganados en el campeonato, un r¨¦cord absoluto. No emiti¨® una palabra de reproche. Ni un mal recuerdo. Ni una insinuaci¨®n a los hinchas que al verle declinar, en sus peores horas, le pitaron repudi¨¢ndolo en un fen¨®meno sin precedentes. Ignorancia plena a ese grupito irreductible que le se?al¨® incluso el ¨²ltimo d¨ªa que pis¨® la hierba del campo de Chamart¨ªn, contra el Getafe en Liga, m¨¢s fieles a los telepredicadores que a los h¨¦roes del f¨²tbol.
¡°C¡¯est fini¡±, dijo. Se levant¨® y se fue. Solo. Como vino.
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