M¨¦xico elimina a Panam¨¢ con el arbitraje como protagonista

La calificaci¨®n de M¨¦xico a la final de la Copa Oro no disip¨® la fuerte decepci¨®n que impregn¨® la noche en el Georgia Dome de Atlanta. El Tricolor, el llamado gigante de Concacaf, ha avanzado de forma inmerecida tras eliminar a Panam¨¢ en un juego donde el ¨¢rbitro fue el protagonista absoluto del encuentro al marcar dos penaltis inexistentes. La selecci¨®n de Miguel Herrera buscar¨¢ su s¨¦ptimo t¨ªtulo este domingo frente a Jamaica, que llega por primera vez a una final.

A diferencia del partido contra Costa Rica, donde M¨¦xico hab¨ªa mostrado ambici¨®n hasta que una d¨¢diva del colegiado en el ¨²ltimo minuto del alargue opac¨® el esfuerzo, fueron los paname?os quienes mostraron la iniciativa durante el encuentro. Hern¨¢n Dar¨ªo G¨®mez, El bolillo, hab¨ªa mandado al campo un 4-4-2 que los mexicanos no pudieron perforar. Ni siquiera se perdi¨® el orden despu¨¦s del minuto 24, cuando los paname?os perdieron injustamente a su delantero Luis Tejeda, que busc¨® un bal¨®n por alto con el brazo extendido. Al defensa mexicano Francisco Rodr¨ªguez le bast¨® un poco de dramatismo para que el ¨¢rbitro estadounidense Mark Geiger echara a Tejada con una roja directa. Ya pintaba maneras.

La primera mitad fue malagradecida con la vista. Los paname?os, que jugaban con diez, fueron cautelosos y guardaban las oportunidades para explotar la velocidad de Armando Cooper, que junto con Alberto Quintero conduc¨ªan el bal¨®n hacia Roberto Nurse, que qued¨® en punta. Pero eran los mexicanos los que parec¨ªan jugar en inferioridad.

Lastrado por cinco lesiones, Miguel Herrera no pudo presentar el cuadro que quiso. Esta noche hab¨ªa sustituido a Yasser Corona, que en los partidos pasados consigui¨® dar profundidad y salida, con Oswaldo Alan¨ªs, que no se acopl¨® al equipo y titubeaba cuando deb¨ªa salir de tres cuartos de su cancha. El seleccionador lo sac¨® en cuanto termin¨® el primer tiempo.

El ajuste no impidi¨® que el esforzado cuadro centroamericano, debe recordarse que jugaba con uno menos, anotara tras un c¨®rner en el 56. Rom¨¢n Torres, el central paname?o cabece¨® el bal¨®n, que fue desviado por un defensa mexicano. El gol congel¨® a los mexicanos, que ya se ve¨ªan en la final a pesar del sopor de su f¨²tbol.

La cat¨¢strofe del equipo mexicano est¨¢ lejos de su ¨²ltima l¨ªnea. La delantera lleva sin marcar 280 minutos. El ¨²ltimo en hacerlo fue Carlos Vela en el empate a cuatro con Trinidad y Tobago. Desde ese momento el ariete de la Real Sociedad encontr¨® la sequ¨ªa. El caso lo agrava su mancuerna en el ataque. Oribe Peralta marc¨® por ¨²ltima a la raqu¨ªtica selecci¨®n cubana, en la primera jornada de la Copa Oro.

Los goles han sido responsabilidad del capit¨¢n Andr¨¦s Guardado, que sigue redondeando un a?o so?ado que incluye la Liga holandesa y los mimos de la afici¨®n del PSV, que lo consienten como uno de los grandes de Eindhoven. Fueron sus botines, y los de Jonathan dos Santos, los ¨²nicos que entusiasmaron entre tanta aridez a los 70.000 aficionados, la gran mayor¨ªa mexicana, que asistieron al domo de Atlanta. Guardado se ha convertido en el m¨¢ximo goleador mexicano en la competici¨®n con cinco goles. Tres de ellos han sido penalties sacados de la chistera de los ¨¢rbitros de la regi¨®n.

El pen¨²ltimo regalo de la Concacaf a M¨¦xico se present¨® en el minuto 88, cuando el partido apuraba una merecida eliminaci¨®n del Tricolor por su gris f¨²tbol y su falta de car¨¢cter. Pero Geiger, el ¨¢rbitro, vio una mano en una jugada de Torres, que cay¨® sobre el bal¨®n tratando de despejarlo en su propia ¨¢rea. El defensa paname?o nunca observ¨® la pelota en su ca¨ªda. La decisi¨®n fue tan escandalosa que convirti¨® al campo de juego en una bronca que dur¨® 10 minutos y que tuvo varios frentes: las gradas, los banquillos y el c¨¦sped.

El robo se apoder¨® de la mente de los paname?os, que perdieron la concentraci¨®n que hab¨ªan mostrado por m¨¢s de 90 minutos. Al final del primer tiempo extra Javier Orozco cay¨® en el ¨¢rea entre dos defensas en una jugada muy apretada. Una de sus piernas se enganch¨® con las del central y trompic¨®. El ¨¢rbitro nuevamente marc¨® penalti. Y Guardado nuevamente fue el h¨¦roe de una victoria desabrida, que sabe m¨¢s a robo que a esfuerzo.