Espa?a naufraga en el d¨²o t¨¦cnico de nataci¨®n sincronizada
Ona Carbonell y Clara Camacho caen al quinto puesto en la final y a?aden incertidumbre a un conjunto que parece incapaz de defender la plata conseguida en Londres 2012
La nataci¨®n sincronizada espa?ola, hasta hace poco respetada en todo el mundo por su vanguardismo est¨¦tico, se escora peligrosamente hacia la irrelevancia. Los Mundiales de Kaz¨¢n lo ponen de manifiesto al cabo de dos jornadas turbulentas. Las rutinas t¨¦cnicas del equipo y del d¨²o, la principal v¨ªa hacia el podio ol¨ªmpico de R¨ªo, siguiron fluctiando lejos de los casilleros que aseguran medalla en las clasificaciones de los jueces. Ona Carbonell y Clara Camacho quedaron en quinta posici¨®n en la final del d¨²o celebrada esta tarde. Con 90.015 puntos, no les alcanz¨® para amenazar a Ucrania (91.677) y Jap¨®n (92.000), las potencias emergentes en esta disciplina, en dura lucha por el bronce.?
Rusia volvi¨® a barrer con la pareja de Natalia Ischenko y Svetlana Romachina. Las mejores nadadoras de sincro del planeta hicieron espuma en la piscina de Kaz¨¢n a fuerza de batir piernas con una energ¨ªa que s¨®lo ellas son capaces de exhibir. Las rusas se coronaron en la rutina t¨¦cnica con una actuaci¨®n que volvi¨® a rozar la perfecci¨®n. Los 95.462 puntos son un premio indiscutible al genio y al trabajo bien hecho. China, con Huang Xuechen y Sun Wenyan, se asent¨® en la plata con 93.3279 puntos.
Ona y Clara cumplieron con dignidad. Pero hace falta algo m¨¢s para situarse entre las tres potencias dominantes. La improvisaci¨®n del cuerpo t¨¦cnico espa?ol las junt¨® hace dos meses en una decisi¨®n que gener¨® perplejidad en el mundillo, especialmente entre las juezas. Las chicas, sin embargo, se sobrepusieron a las prisas para cohesionarse y ejecutar una obra muy digna, que completaron con un error de sinton¨ªa en la barracuda de la ¨²ltima figura.
¡°Teniendo en cuenta que llevamos solo dos meses nadando juntas la puntuaci¨®n no ha estado nada mal¡±, dijo Ona por la ma?ana, tiritando, al salir de la piscina. ¡°El ambiente est¨¢ fr¨ªo¡±, se quej¨®. M¨¢s estoica, a su lado, su compa?era desde hace dos meses, la ¨²ltima pareja que le asignan, la peque?a Clara Camacho, se mostraba imp¨¢vida. Convencida del lugar que ocupa, esta muchachita de 21 a?os demostr¨® car¨¢cter y sentido com¨²n en un d¨ªa extremadamente dif¨ªcil porque el d¨²o, que fue plata en Londres (Ona Carbonell y Andrea Fuentes) y da s¨ªntomas de naufragio.
Falta un a?o para los Juegos de R¨ªo y la responsable t¨¦cnica espa?ola, Ana Montero, confiesa que sigue haciendo pruebas. Es evidente que las certezas escasean m¨¢s que las dudas y el tiempo apremia. Especialmente en la nataci¨®n sincronizada, la disciplina m¨¢s conservadora de los deportes acu¨¢ticos, donde los cambios, para bien o para mal, tardan a?os en consolidarse. Saltar de un quinto puesto en Kaz¨¢n al podio en R¨ªo es como poner una nave espacial en Plut¨®n.
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