El preocupante futuro de Espa?a

En 2011 la federaci¨®n espa?ola de nataci¨®n me pidi¨® que hiciera un informe sobre el futuro de nuestro deporte. Me desplac¨¦ a Pontevedra al Campeonato Infantil y J¨²nior, y vi a casi 800 nadadores, algunos con unas posibilidades espectaculares. Escrib¨ª que deb¨ªamos trazar estrategias a m¨¢s largo plazo con una lista de 16 nadadores llamados a encabezar el relevo generacional a partir de los Juegos de R¨ªo. Para que no se perdiera ninguno, advert¨ª que era imperativo tener paciencia y trabajar con proyecciones exponenciales adecuadas, atendiendo a sistemas pedag¨®gicos especiales alejados de los par¨¢metros profesionales y sin ponerlos en manos de entrenadores que cobraran primas por resultados. Se?al¨¦ que un plan que cuide la evoluci¨®n de los j¨®venes es incompatible con un sistema que aplique el mismo criterio para todos. La nataci¨®n no es aritm¨¦tica. Mireia es ¨²nica. El copiar y pegar entrenamientos no funciona. Los nadadores consagrados siempre son el producto de una sensibilidad.

Sacar a un ni?o de su club para llevarlo a un centro de alto rendimiento no es necesariamente una v¨ªa de mejora

Mis sugerencias nunca fueron atendidas. El nombramiento de Albert Tubella en lugar de Antonio Oca como responsable de las categor¨ªas inferiores fue un error. Tubella es muy trabajador pero est¨¢ obsesionado con principios de m¨¢xima exigencia sin flexibilidad. Sacar a un ni?o de su club para llevarlo a un centro de alto rendimiento no es necesariamente una v¨ªa de mejora. No es comprensible descartar a un adolescente de un campeonato j¨²nior porque, por atender los ex¨¢menes de selectividad, no haya participado de una concentraci¨®n.

En los Mundiales de 2012 se inscribieron nueve chicos y 11 chicas con una media de 22 a?os. En estos Mundiales se han inscrito siete chicos y siete chicas (luego Mireia se cay¨® de la lista) con una media de 24. Dos nadadores menos y ninguna incorporaci¨®n en categor¨ªa masculina, y ninguna novedad entre las mujeres. Las estad¨ªsticas son alarmantes para un pa¨ªs que a?o tras a?o ha logrado podios y finales en europeos y mundiales j¨²nior. El receso y el estancamiento de las marcas es tambi¨¦n preocupante. Me apena no ver en Rusia a Gerard Rodr¨ªguez, Aitor Mart¨ªnez o F¨¢tima Gallardo, algunos de aquellos prometedores talentos que vi en 2011. Tambi¨¦n me entristece que Catalina Corro, Mar¨ªa Vilas o Bea G¨®mez, tres chicas que con 15 a?os ten¨ªan la misma proyecci¨®n que Mireia a su edad, no hayan mejorado sus marcas.

Entiendo que el presidente de la federaci¨®n, Fernando Carpena, vea en el bronce de Jessica Vall en 200 braza la ocasi¨®n de justificar pol¨ªticamente su gesti¨®n. Pero deportivamente la marca de Jessica no fue tan brillante ni tan importante como la del relevo masculino del 4x200. Esos 7m 11,39s de Miguel Dur¨¢n, V¨ªctor Mart¨ªn, Albert Puig y Marc S¨¢nchez sin apenas preparaci¨®n. Tienen potencial para disputar la final ol¨ªmpica en R¨ªo. Solo necesitan la direcci¨®n t¨¦cnica que a Espa?a le ha faltado. Para construir el futuro despu¨¦s de Mireia es preciso cambiar la perspectiva.

Jordi Murio fue el entrenador de Sergi L¨®pez y de Mireia Belmonte.