Katinka Hosszu, la reina del dolor
La hungara de 26 a?os, que se apunt¨® a cinco pruebas, termina ganando dos oros en las carreras m¨¢s exigentes
Solo la omnipotencia de Katie Ledecky, ganadora de las cinco pruebas en las que se inscribi¨®, impidi¨® la coronaci¨®n de Katinka Hosszu como la gran dama del Mundial de Nataci¨®n que acab¨® ayer a orillas del Volga. La estadounidense, de 18 a?os, irrumpi¨® como un torbellino en la velocidad, el fondo y el medio fondo gracias a su mayor flotabilidad, sus palancas intuitivas, su poderoso sistema cardiovascular y su capacidad de sufrimiento. Solo en este punto, en la disposici¨®n a someter su cuerpo al dolor, Ledecky permaneci¨® en un lugar inferior.
Hosszu, que va camino de los 27, pag¨® la desmesura de un programa que incluy¨® las pruebas que m¨¢s castigan al organismo. La h¨²ngara se apunt¨® al 200 espalda, el 200 libre, el 200 mariposa, el 200 estilos y el 400 estilos, las carreras que generan m¨¢s ¨¢cido l¨¢ctico en los nadadores. Lo pag¨® naufragando en el libre y en la mariposa, pero se convirti¨® en la reina indiscutible de los estilos. Gan¨® dos oros, bati¨® el r¨¦cord mundial de 200 y estableci¨® la segunda mejor marca de todos los tiempos sin ba?ador de goma en 400. Hosszu se impuso en los 400 estilos en 4m 30,39s.
El poder¨ªo de su exhibici¨®n remite a unos m¨¦todos de entrenamiento que intimidan. ¡°Yo realmente amo la nataci¨®n¡±, dijo, cuando le preguntaron c¨®mo es posible que a su edad insista en prepararse para competir en 400 estilos, una prueba que hasta ahora solo ganaron chicas menores de 25. ¡°Esto puede sonar raro para algunos de los nadadores¡±, apunt¨®, ¡°pero creo que por eso soy buena en lo que hago. Incluso disfruto cuando me meto en la piscina para hacer el calentamiento, o para descargar los m¨²sculos¡±.
¡°Necesito nadar para vivir¡±, prosigue Hosszu. ¡°No me siento bien cuando no entreno. No consigo desconectar despu¨¦s de los grandes campeonatos. Normalmente, vuelvo a la piscina inmediatamente. Ahora en Rusia echo de menos los entrenamientos duros porque en competici¨®n debes descansar m¨¢s. Estoy excitada pensando en regresar al gimnasio. Es loco, pero es la raz¨®n de mi rendimiento¡±, confes¨®.
¡°Me plante¨¦ elegir entre tres carreras de 200: estilos, mariposa y libre, y puse el ¨¦nfasis en el libre¡±, dijo. ¡°Era la carrera m¨¢s dura. El desaf¨ªo me ilusionaba. Porque lo nadaban Pellegrini, Franklin y Ledecky, y quer¨ªa competir contra ellas. Acab¨¦ quinta, pero nunca hab¨ªa nadado una final de 200 libre antes¡±. El estadounidense Shane Tusup, entrenador y marido de Hosszu, asegura que no alterar¨¢ su preparaci¨®n con vistas a los Juegos. Pero es poco probable que, atendiendo a la ca¨ªda de tensi¨®n en el 200 mariposa, nade esta prueba en R¨ªo.
En Rusia echo de menos los entrenamientos duros porque en competici¨®n debes descansar m¨¢s. Estoy excitada pensando en regresar al gimnasio. Es loco pero es la raz¨®n de mi rendimiento¡± KATINKA HOSSZU
¡°Durante la temporada intento no pensar en los tiempos tanto como en las sensaciones, y trato de traducir eso a la competici¨®n¡±, dice la h¨²ngara sobre la gesti¨®n del dolor que produce el ¨¢cido l¨¢ctico en las distancias de velocidad sostenida. ¡°S¨¦ exactamente c¨®mo debo sentirme en cada prueba de estilos. S¨¦ c¨®mo gestionar el dolor despu¨¦s de los 100 o los 300 metros. S¨¦ c¨®mo luchar para sobreponerme a esas sensaciones de par¨¢lisis. Eso me da confianza. El entrenamiento me gusta porque entreno la velocidad y la resistencia al ¨¢cido l¨¢ctico. Eso implica que te acostumbras a sufrir¡±, prosigue.
¡°Muchas de las carreras¡±, concluye, ¡°se deciden a favor de quien m¨¢s ganas tiene de ganar. Cu¨¢nto deseas atravesar para conseguir el oro que deseas. Al final, muchas veces es una lucha. El que est¨¢ dispuesto a poner su cuerpo a m¨¢s dolor que el otro¡±.
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