Un h¨¦roe llamado Pedro
El canario, suplente por su posible traspaso al Manchester, resuelve en la pr¨®rroga la Supercopa en favor del Bar?a tras una final de locura protagonizada por Messi y el Sevilla
El Sevilla sobrevivi¨® a Messi. No pudo, sin embargo, con Pedro en un partido dise?ado para el canario, suplente de Rafinha hasta la pr¨®rroga, cuando a Luis Enrique le dio lo mismo que acabe siendo futbolista del Manchester. Necesitaba el Barcelona a un h¨¦roe en un partido de locura y apareci¨® el esforzado Pedro, igual que en la Supercopa de 2009, en el mismo minuto de la pr¨®rroga, para acabar con el arrebato del Sevilla y premiar el trabajo de Messi.
Barcelona, 5-Sevilla, 4
Barcelona: Ter Stegen; Alves, Piqu¨¦, Mascherano (Pedro, m. 92), Mathieu; Rakitic, Busquets, Iniesta (S. Roberto, m. 62); Messi, Luis Su¨¢rez y Rafinha (Bartra, m. 77). No utilizados: Bravo; Adriano, Sandro y Munir.
Sevilla: Beto; Coke, Rami, Krychowiak, Tremoulinas; Banega, Krohn-Delhi; Vitolo, Iborra (Mariano, m. 79), Reyes (Konoplyanka, m. 68); y Gameiro (Immobile, m. 79). No utilizados: Rieco; Kakuta, Luismi y Su¨¢rez.
Goles: 0-1. M. 2. Banega. 1-1. M. 7. Messi. 2-1. M. 15. Messi. 3-1. M. 43. Rafinha. 4-1. M. 52. Luis Su¨¢rez. 4-2. M. 56. Reyes. 4-3. M. 71. Gameiro, de penalti. 4-4. M. 80. Konoplyanka. 5-4. M. 114. Pedro.
?rbitro: William Collum (Escocia). Amonest¨® a Krychowiak, Mathieu, Coke, Banega, Immobile, Busquets, Krohn-Delhi y Alves.
Boris Paichadze. 54.000 espectadores.
Ya no quedan dudas sobre la messidependencia del Bar?a. Messi ha convertido a un buen equipo perdedor en la pretemporada en campe¨®n del Gamper y de la Supercopa de Europa. Apareci¨® y el Bar?a volvi¨® a marcar goles, a ganar una final que engorda su palmar¨¦s: si el curso pasado fue capaz de repetir el triplete de 2009 cuando parec¨ªa una quimera, hoy est¨¢ en condiciones de volver a ganar las seis copas como entonces si en la cancha sigue Messi porque, en cuanto se da un descanso, cualquier adversario puede batir a Ter Stegen. Ayer cay¨® el cuarto trofeo de la serie despu¨¦s de conquistar en verano la Copa, la Liga y la Champions. La temporada empieza para el Bar?a en el mismo punto en que la dej¨® el curso pasado en Berl¨ªn.
Nada es imposible para el Bar?a con Messi. No es extra?o que le llamen ¡°el presidente¡± en el vestuario del Camp Nou. El recital del argentino durante una hora fue asombroso tras el gol del Sevilla. El partido empez¨® con empate a uno, dos tantos a bal¨®n parado, el primero de Banega y el otro de Messi, tan precisos en el golpeo del tiro libre como gansos estuvieron en la concesi¨®n de las faltas Mascherano y Krychowiak. Ambos son volantes que ejercen de centrales, m¨¢s acostumbrado el argentino y nada el polaco, improvisado como defensa por las lesiones y la salmonelosis que diezmaron a la zaga de Emery.
Ya no quedan dudas sobre la messidependencia del Bar?a. Messi ha convertido a un buen equipo perdedor en la pretemporada en campe¨®n del Gamper y de la Supercopa?
El Sevilla perdi¨® mucho campo con el recular de Krychowiak. La figura gigantesca del polaco contrast¨® con la del menudo Messi. No pudo el sevillista con el cuerpo a cuerpo planteado por Luis Su¨¢rez y no le qued¨® m¨¢s remedio que tirar al uruguayo para suerte del 10. Messi neutraliz¨® para empezar el gol de Banega: si el tanto del sevillista hab¨ªa sido excelente, la respuesta del azulgrana fue igualmente serena y bella, imposible para Beto. El 10 repiti¨® antes de cumplirse el cuarto de hora con un nuevo golpe franco estupendo para reivindicar su condici¨®n de especialista ante el atormentado portero del Sevilla.
El Bar?a iguala al Milan
Barcelona (1992, 1997, 2009, 2011 y 2015).
Milan (1989, 1990, 1994, 2003 y 2007).
Liverpool (1977, 2001 y 2005).
Real Madrid (2002 y 2014).
Ajax (1973 y 1995).
Anderlecht (1976 y 1978).
Valencia (1980 y 2004).
Juventus (1984 y 1996).
Atl¨¦tico (2010 y 2012).
Oporto (1987).
Bayern M¨²nich (2013).
Manchester United (1991).
Chelsea (1998).
Sevilla (2006).
Nada es casual en Messi, cuyos movimientos provocaron el entusiasmo de la hinchada en Tbilisi. A los azulgrana les result¨® relativamente sencillo controlar el ritmo del encuentro por la omnipresencia de Messi. El tercer gol se adivinaba en cada aceleraci¨®n del argentino, imposible de defender para el Sevilla. El ¨¢rbitro anul¨® un tanto legal a Su¨¢rez antes de que el charr¨²a se plantara ante Beto y fabricara el 3-1. Aunque el uruguayo fracas¨® como artillero estuvo l¨²cido como asistente en un ca?o para Rafinha.
Apenas hab¨ªa noticias del Sevilla. Acaso sorprendi¨® el pique que tuvo Emery con Messi. El 10 tuvo tiempo para mandar en la cancha y discutir en la banda con el entrenador contrario, que no pod¨ªa reconducir a su equipo, muy f¨ªsico y poco h¨¢bil en las transiciones, sobre todo por la poca presencia de sus volantes, impresionado por el partido de Messi. A los barcelonistas les alcanzaba con una buena presi¨®n y dar la pelota al 10. Muy bien puesto y din¨¢micos, no necesitaron que la velocidad de la pelota fuera muy alta para desbordar al Sevillla. Los andaluces parecieron firmar la derrota despu¨¦s de un error en la salida del cuero, interceptado por Busquets y rematado por Su¨¢rez. Nadie daba un duro por el equipo de Nervi¨®n.
Y entonces se apag¨® la luz en el Bar?a y sali¨® el fulgor del Sevilla. Fatigado Messi, el Barcelona fue una calamidad para suerte de Emery, que recompuso el mecano hasta el 4-4. El ascendente del 10 sobre el equipo es absoluta, tanto que cuando descans¨®, el Bar?a perdi¨® la pelota: no tuvo continuidad; confiado, se abandon¨® y propici¨® el remonte del Sevilla. Las concesiones en el ¨¢rea fueron continuas y cada llegada del Sevilla fue gol: marcaron Reyes y Gameiro en dos errores de Mathieu y m¨¢s tarde empat¨® Konoplyanka: cuatro tantos en cinco disparos.
Los desprop¨®sitos se extendieron al banquillo por los malos cambios de Luis Enrique. Roto y desordenado el Bar?a, con dos delanteros, el partido era un ir y venir que sonre¨ªa al Sevilla. No le qued¨® m¨¢s remedio a Luis Enrique que corregirse: recurri¨® a Pedro y esper¨® a Messi. Y le sali¨® bien en la ¨²nica ocasi¨®n azulgrana: el partido acab¨® como empez¨®, con una falta de Messi cuyo rechace recogi¨® Pedro. Ni Koke ni Rami, solos ante el marco, pudieron forzar los penaltis cuando el Sevilla atacaba sin Vitolo y con 10. El partido no admit¨ªa ning¨²n otro protagonista que no fuera Pedro.
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