Un brindis por el f¨²tbol
Hasta el brindis final de Pedro, de la excelencia de Messi al coraje conmovedor del Sevilla, todo fueron se?as de un partido pasional, ¨¦pico
El Sevilla puso m¨²sica de tambor a un partido que llevaba el guion de un Messi imperial hasta que emergi¨® Pedro camino de Manchester. Puro suspense, puro f¨²tbol. De intriga en intriga, Bar?a y Sevilla sellaron una final para rebobinar. Como evoca su popular himno, el cuadro de Emery lo hizo con un arrebato may¨²sculo, con una fe encomiable. No se rindi¨® ni a tiros de Messi, lo que engrandece a este equipo que vuela m¨¢s alto que nunca, que compite con una fe infinita. Con el mundo rendido al primer acto de Leo, el Sevilla apret¨® la mand¨ªbula y logr¨® que el Bar?a de Messi pasara a ser el Bar?a de Mathieu, tan desafortunado como su t¨¦cnico con los cambios. Se fueron Iniesta y Rafinha, se apag¨® La Pulga y se descompuso el Bar?a. Todo pod¨ªa pasar. Incluso que fuera Pedro, que hace tiempo que no es Pedrito, quien hiciera su ¨²ltimo acto de servicio a los cul¨¦s.
Hasta el brindis final de Pedro, de la excelencia de Messi al coraje conmovedor del Sevilla, se?as de un partido pasional, ¨¦pico. La primera trama fue cosa de Leo. Tan influyente es Messi que el apetito del Bar?a se refleja en su rostro. En Georgia no compareci¨® el 10 de gesto tirante que se alist¨® con Argentina en la Copa Am¨¦rica, sino el Leo risue?o, el que se divierte en el pique de barrio, el que quiere gobernar como en el patio colegial. Hace poco m¨¢s de una d¨¦cada, Messi se llev¨® el descampado rosarino a Barcelona y con ¨¦l su apego infantil al juego. En su club se siente Peter Pan, nada que ver con esa graduaci¨®n adulta que le exige la albiceleste.
Este Sevilla sabe estar de pie
Tras el tormentoso fiasco de Chile, resulta que lejos de evadirse todo lo posible, La Pulga decidi¨® acortar sus vacaciones para regresar antes de tiempo a los entrenamientos, como si fuera su mejor terapia, una vuelta al calor del hogar. Dentro y fuera del campo, el Bar?a sabe c¨®mo hacer feliz al astro. Quiz¨¢ Argentina se anticipe m¨¢s de la cuenta al reclamar que sea el genio quien la haga dichosa. Como prueba, sin mucho rodaje se enchuf¨® al Gamper y ya en Georgia, en la apertura oficial del curso, no se demor¨®. Banega lo activ¨® en dos minutos con un toque magistral. Tal que Michael Jordan ante Larry Bird, Messi acept¨® el reto y marc¨® territorio con un golpeo muy maradoniano y otro m¨¢s potente, de trazo largo. Luego, con la pelota en liza dio un recital hasta que el Sevilla se sacudi¨® todo complejo.
Este Sevilla sabe estar de pie y no es la primera vez que busca las cosquillas al Bar?a. Aguant¨® el vendaval de Messi, no afloj¨® ni con el 4-1. Y tras otro zapatazo de Messi, Pedro, que siempre tuvo tanta fe como este orgulloso Sevilla, pudo con el do de pecho blanco. Pedro siempre fue ¨²nico en partidos ¨²nicos. Este lo fue.
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