La mina del tridente del Bar?a
Las aspiraciones azulgrana pasan porque sus delanteros sigan marcando las diferencias
Josep Maria Bartomeu gan¨® las elecciones del Bar?a el pasado mes de junio con la bandera del triplete y del tridente: Messi, Luis Su¨¢rez y Neymar. Iniciada la temporada, ganada la Supercopa de Europa y perdida la de Espa?a, las sensaciones se mantienen: la suerte del equipo azulgrana depender¨¢ sobre todo de la salud y buena convivencia de sus tres delanteros, un argentino, un brasile?o y un uruguayo, siempre unidos por un buen asado.
El equipo titular qued¨® muy claro despu¨¦s de ganar la Liga, la Copa y la Champions. El Barcelona funcion¨® como un tiro desde la crisis de Anoeta. El problema es que los mismos once futbolistas que acabaron la temporada dif¨ªcilmente pueden volver a comenzar la pr¨®xima y jugar sin parar hasta que llegue la Eurocopa. Se imponen las rotaciones y los equilibrios a partir del rendimiento del plantel y del criterio del entrenador Luis Enrique.
No le ser¨¢ f¨¢cil mantener el nivel del ejercicio pasado porque no ha podido completar una pretemporada a gusto, condicionado por las exigencias de la mercadotecnia y el calendario internacional, porque sigue pesando la sanci¨®n de la FIFA que le impide incorporar jugadores a las alineaciones hasta enero y porque las lesiones y las sanciones han trastocado un plan de trabajo que de momento ya le ha impedido ganar las seis copas que pretend¨ªa despu¨¦s de perder con el Athletic.
Las paperas han dejado fuera de juego a Neymar mientras que Piqu¨¦ estar¨¢ sancionado cuatro partidos y Arda Turan y Aleix Vidal, sus dos fichajes de la temporada, todav¨ªa no se han podido estrenar, circunstancia especialmente grave si se atiende a la marcha de Xavi y pr¨®ximamente de Pedro. No est¨¢ claro que la directiva invierta m¨¢s dinero porque la masa salarial se ha disparado hasta el 73% y los estatutos exigen un control econ¨®mico muy riguroso desde la llegada al poder de Sandro Rosell primero y despu¨¦s de Bartomeu.
La paz social en el Camp Nou depender¨¢ de los resultados, al igual que en cualquier otro club, incluso despu¨¦s de la clara derrota electoral de Joan Laporta. El club necesita reorganizarse en muchas de sus estructuras, tambi¨¦n en la t¨¦cnica, cuya secretaria ocupa desde ahora Robert Fern¨¢ndez. El caso Neymar sigue abierto y Hacienda tiene enfilado a Messi, dos asuntos que acostumbran a reaparecer regularmente y que exigen respuestas serias por parte del Barcelona.
La vida del Bar?a gira sobre todo alrededor de Neymar, de Messi y de Luis Su¨¢rez: 122 goles la pasada temporada. La sumisi¨®n del brasile?o y del uruguayo al reinado del argentino durar¨¢ mientras contin¨²e siendo el n¨²mero 1 indiscutible, como puede quedar constatado en la elecci¨®n del mejor jugador de la UEFA del a?o pasado y Bal¨®n de Oro 2015. No es f¨¢cil ser cuarto delantero en el Camp Nou. El a?o pasado ya parti¨® Alexis S¨¢nchez y ahora lo har¨¢ Pedro.
No le queda m¨¢s remedio a Luis Enrique que recurrir a Sandro y Munir, dos jugadores de la cantera. La Masia ha perdido peso en el primer equipo y muchos de sus futbolistas son utilizados como moneda de cambio para el fichaje de figuras como Arda Turan. El club ha ingresado casi 120 millones de euros en los ¨²ltimos tres a?os en la venta de jugadores procedentes de los equipos inferiores.
La hinchada suspira porque se mantenga la magia entre el tridente surgida despu¨¦s de la derrota de Anoeta en v¨ªsperas de Reyes. Messi se ech¨® el equipo a la espalda al tiempo que se impon¨ªa el m¨¦todo de Luis Enrique. Ambos firmaron una paz que se alimenta de resultados y de momento Messi es una mina: el Barcelona ha ganado siete de las ¨²ltimas 13 ligas disputadas, m¨¢s de la mitad, desde su debut en 2003 por cuatro del Madrid.
Aseguraba Cruyff que el segundo a?o siempre es el m¨¢s dif¨ªcil. A Luis Enrique no le importa lo que diga Cruyff. El t¨¦cnico asturiano sabe vivir en conflicto con tal de que su equipo sea extremadamente competitivo.
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