Carrillo y el equipo L¨®pez

Como bien se sabe, en el f¨²tbol acaban de porteros los que no le saben dar a la pelota, pero tienen tales ganas de estar en el equipo que hacen lo que haga falta para ser ¨²tiles. En el atletismo, donde tambi¨¦n hay clases y soberbias, ocurre algo parecido: quien ni corre ni salta ni lanza al menos que marche. Algo as¨ª cuenta Miguel ?ngel L¨®pez de sus inicios como marchador, a los 11 a?os. ¡°Estaba en el club y era bastante malo en todo, pero un d¨ªa el marchador se puso enfermo y yo, con tal de estar con el equipo dije que no me importar¨ªa hacer a m¨ª la marcha. Se me dio bien, Se vio as¨ª, por casualidad, que val¨ªa, y ah¨ª segu¨ª¡±, dice el campe¨®n del mundo, quien pocos a?os m¨¢s tarde, ya de cadete, fue captado por Jos¨¦ Antonio Carrillo, quien ya en Cieza, a media hora de Murcia capital, hab¨ªa convertido en figura a Juanma Molina. ¡°Y si no fuera por ¨¦l seguramente no estar¨ªa aqu¨ª, habr¨ªa acabado en otro sitio. Todo se lo debo a ¨¦l, a su sabidur¨ªa, a su bagaje y a su experiencia con Molina, que me han hecho ser mejor¡±.

Y a Carrillo, que habla de simbiosis cuando habla de su relaci¨®n con su figura, L¨®pez tambi¨¦n le ha hecho mejor. Y alrededor del campe¨®n ha construido un equipo de especialistas ¨Cfisi¨®logos, fisioterapeutas, psic¨®logo, nutricionista¡ª¨²nico en su clase. ¡°Si no fuera por Carrillo, no existir¨ªa nada¡±, dice L¨®pez. ¡°El ¨²nico motor es su ilusi¨®n, no los medios, que nunca llegan, y todo, a partir de su fuerza, es una cadena que no para¡±.

M¨¢s que ilusi¨®n, Carrillo es un coraz¨®n volc¨¢nico e hiperactivo. Y una ambici¨®n. Un sabio que es capaz de entender a un campe¨®n e intuitivamente organizarle la mejor preparaci¨®n, y que nunca se separa de ¨¦l, pues sabe que le necesita para cuidar todos los detalles.

¡°No he sufrido nada durante la prueba¡±, dice el t¨¦cnico de Cieza. ¡°Hay tal simbiosis entre ambos, nos conocemos tan bien y confiamos tanto en lo que hace el otro, que los entrenamientos nos salen solos¡±. Y cuenta, con satisfacci¨®n c¨®mo mereci¨® la pena el riesgo que asumieron al cambiar para Pek¨ªn su preparaci¨®n habitual. ¡°Miguel ?ngel estaba acostumbrado a bajar de la altura cuatro d¨ªas antes de la gran competici¨®n, pero tambi¨¦n nos hab¨ªan dicho que pasados 12 d¨ªas de la altura tampoco se resent¨ªa el rendimiento¡±, explica Carrillo. ¡°As¨ª que este a?o, al necesitar aclimatarse a Pek¨ªn y superar el ¡®jet lag¡¯ decidimos arriesgar y bajarnos de Font Romeu 15 d¨ªas antes. Y como tampoco quer¨ªa estar mucho en China, porque es muy especial para las comidas¡±, (y hace un inciso el t¨¦cnico para decir que su madre le ha malacostumbrado y que viajan siempre con jam¨®n de casa y con cosas caseras) ¡°nos quedamos en Barcelona para acostumbrarse a la humedad y el calor. Y las cosas nos han ido de pel¨ªcula¡±.

Y Carrillo sigue hablando de su L¨®pez, de lo bueno que es, de que aunque no se despeine no se pone nada en el pelo para mantenerlo siempre en su sitio, de lo bien que marcha. ¡°Es la elegancia personificada. Est¨¢ claro de tener al marchador con la mejor t¨¦cnica del mundo. Para que le saquen una tarjeta antes tienen que haber echado a la mitad de los rivales¡­ Es la serenidad en persona¡±. Y es entonces cuando alguien se le acerca y le abraza a Carrillo y le dice que hab¨ªa llegado su gran d¨ªa, pues por primera vez ten¨ªa un campe¨®n del mundo. Y Carrillo se separa y responde. ¡°No, el gran d¨ªa est¨¢ por venir, el gran d¨ªa ser¨¢n los Juegos¡±, dice. ¡°Mi lema favorito es ¡®lo mejor est¨¢ a¨²n por llegar¡¯, y, s¨ª, lo de hoy ha sido grandiosos, quiz¨¢s el d¨ªa m¨¢s feliz de mi vida como entrenador, pero yo sue?o con una medalla en los Juegos¡±.

Detallista y puntilloso, el equipo del t¨¦cnico y L¨®pez ya est¨¢n d¨¢ndole vueltas al sue?o, a la preparaci¨®n de la cita de R¨ªo 2016. ¡°Estamos pensando en hacer la altura en Sudam¨¦rica, en un sitio que no est¨¦ a m¨¢s de dos horas de diferencia de Brasil para poder bajar justo cuatro d¨ªas antes de la competici¨®n¡±, dice Carrillo, quien tambi¨¦n tiene en la cabeza la preparaci¨®n de Benjam¨ªn S¨¢nchez, su bala para los 50 kil¨®metros del s¨¢bado, y de Mar¨ªa Jos¨¦ Poves. ¡°No s¨¦, nos han hablado muy bien de Cuenca, en Ecuador, la ciudad de Jefferson P¨¦rez...¡±.