Rudisha vuelve a reinar en los 800 metros y lidera la noche m¨¢s keniana
El campe¨®n ol¨ªmpico recupera la corona tras controlar con inteligencia una carrera lenta
David Rudisha, de nuevo campe¨®n del mundo, es uno y ¨²nico, pero tan grande es que en su unidad y en su unicidad es capaz de generar la ilusi¨®n de que hay muchos David Rudisha escondidos bajo una eterna posici¨®n de front runner, un cr¨¢neo privilegiado y un f¨ªsico elegante e imponente de guerrero masai.
Hay un Rudisha m¨¢s veloz que el viento que no necesita pensar en t¨¢cticas ni en cambios de ritmo porque su velocidad de crucero asfixia cualquier estrategia, cualquier esperanza. Es el Rudisha que alcanz¨® su plenitud el 9 de agosto de 2012 en Londres, en una final ol¨ªmpica que nadie olvidar¨¢, aquella en la que se convirti¨® en el primer ser humano que bajaba de los 101 segundos en las dos vueltas de pista, los 800 metros. Hay un Rudisha que se lesion¨® en mayo de 2013 y que, durante su interminable recuperaci¨®n de dos a?os atraves¨® el desierto de las dudas.
El invencible perd¨ªa carreras. Perdi¨® la condici¨®n de intocable, el respeto de unos rivales que antes no se atrev¨ªan a atacarle. Ese mismo Rudisha lleg¨® a Pek¨ªn con solo la octava mejor marca del a?o, rodeado de corredores j¨®venes con piernas cortas de dinamita y acero. No tiene velocidad para asfixiar como antes, dec¨ªan; con esa zancada tan larga no tiene cambio de ritmo para responder en los ¨²ltimos 50 metros. Olvidaban de qui¨¦n hablaban.
Hablaban de uno capaz de obligar a todos, desde la cabeza siempre, a correr las semifinales a un ritmo tan lento como 1m 47s y aun as¨ª lograr que el rival m¨¢s temido por su sprint, el botsuano Nivel Amos, el que qued¨® segundo tras ¨¦l en Londres bajando de 1m 42s, quedara eliminado para la final; hablaban de uno que comenz¨® la final m¨¢s lento a¨²n (54,15s los primeros 400m, a ritmo de paseo) escudado por su compatriota Rotich, una lentitud que pareci¨® entontecer las entendederas de los que hablaban. Amel Tuka, el bosnio llegado del 400m, se conformaba con ir atr¨¢s, a cola, lejos de Rudisha, pensando en sus devastadores ¨²ltimos 50m. Adam Kszczot, m¨¢s nervioso, con un final m¨¢s largo, intent¨® un ataque sorpresa por el interior al inicio de la curva de los 200m. Inmutable y velozmente inteligente, Rudisha cerr¨® el hueco y aceler¨® la marcha, iniciando, como quien no quiere la cosa, sin necesidad de un aparatoso cambio de ritmo, su progresi¨®n implacable. Delante de ¨¦l, el vac¨ªo en el que su larga zancada no encontraba obst¨¢culos; detr¨¢s, una desbandada, un s¨¢lvese quien pueda: el polaco que resist¨ªa y el bosnio que se preparaba y que, dada la distancia que quiso recuperar en la recta, lleg¨® tarde. Gan¨® Rudisha, uno, ¨²nico, con 1m 45,88s. Cinco segundos m¨¢s lento que en Londres. La segunda final m¨¢s lenta en unos Mundiales.
A sus espaldas, los explosivos no hablaban de victoria. Sencillamente se preguntaban qu¨¦ error pod¨ªan haber cometido para no ganar una carrera t¨¢ctica, una carrera como la que ellos quer¨ªan. Y no encontraban m¨¢s respuesta que una constataci¨®n: como Rudisha no hay ninguno. ¡°Una vez que la velocidad ha vuelto a m¨ª ya sab¨ªa que ganar¨ªa¡±, dijo el keniano. ¡°No me importaba el ritmo, lento o r¨¢pido, sab¨ªa que ganar¨ªa¡±.
Antes de que la clausurara el rey David recuperando la corona que la lesi¨®n le impidi¨® defender en Mosc¨² 13, la noche ya era puramente de gozo keniano y llanto norteamericano. Cuando a¨²n daba el sol, un empacho de himno y banderas kenianas (se entregaban las medallas a Cheruiyot, ganadora de los 10.000 la v¨ªspera, y a los tres dirigidos por Kemboi que coparon el podio de los 3.000 obst¨¢culos). Otro keniano, un Nicholas Bett de 23 a?os que en todas las eliminatorias mejoraba segundo a segundo su marca personal, se impon¨ªa por la calle nueve, la que mejor conviene a su zancada, en los 400m vallas. La prueba supuso un desastre para los favoritos, los estadounidenses Michael Tinsley, quien tropez¨® en la valla m¨¢s dif¨ªcil, la de la salida de la segunda curva y termin¨® ¨²ltimo, y Kerron Clement (cuarto). Bett mejor¨® otro segundo su marca, dej¨¢ndola en 47,79s. Es el primer keniano que gana un oro en una distancia inferior a los 800m.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.