Un Nadal agresivo
El espa?ol, que se mide a Schwartzman en la segunda ronda de Nueva York, se exige ser m¨¢s directo para sobrevivir entre la ¨¦lite: "El juego ha cambiado, ya no se especula"
La premisa rige ambos circuitos, tanto el masculino como el femenino, desde hace a?os: saque, potencia, velocidad. El f¨ªsico. La v¨ªa directa, el camino m¨¢s r¨¢pido. Y ¨¦l, que acababa de doblegar por 6-3, 6-2, 4-6 y 6-4 (en dos horas y 47 minutos) a un jovencito que est¨¢ llamado a escribir bonitas historias, el croata Norma Coric, lo acepta a rega?adientes. ¡°Es una pena, porque hay una serie de jugadores que concebimos el juego de otra forma¡±, suele explicar Rafael Nadal, partidario de un tenis ¡°m¨¢s inteligente¡±, resignado ante los c¨®digos que van imponiendo poco a poco las ¨²ltimas hornadas del tenis moderno y que en la pistas de Flushing Meadows, donde las bolas fluyen a un ritmo de v¨¦rtigo, cobran su m¨¢xima expresi¨®n.
Se resignan Nadal y su equipo, pero el n¨²mero ocho del mundo acata, digiere y procesa en consecuencia. A sus 29 a?os es consciente de que para sobrevivir en la cumbre del circuito debe transformarse y evolucionar. Con el paso del tiempo, las piernas pesan m¨¢s y los excesos elevan la factura. ¡°Me guste o no, es lo que hay. Debo ser agresivo. Jugando bien o mal, debo ser agresivo¡±, admit¨ªa el de Manacor, que en su estreno en el US Open, el ¨²ltimo major de la temporada, ense?¨® el colmillo y dispar¨® siempre que pudo.
Hablan los datos. Frente al croata Coric, 33? en el listado de la ATP con solo 18 a?os, Nadal firm¨® 40 golpes ganadores y se adjudic¨® hasta un 88% de los puntos jugados con sus primeros servicios. En los restos estuvo incisivo y visit¨® en 17 ocasiones la red, 16 de ellas con un resultado satisfactorio. ¡°No tengo las opciones que ten¨ªa antes. El juego ha cambiado, la gente juega m¨¢s r¨¢pido, no especula, juega a cara o cruz todo el rato. Uno no puede ir en contra de lo que marca el deporte. Hay que ir con el deporte, es el camino a seguir¡±, reconoc¨ªa tras avanzar a la segunda ronda, en la que se medir¨¢ este mi¨¦rcoles (hacia las 21.00, Eurosport) al argentino Diego Schwartzman (23 a?os, 74? en el r¨¢nking).
¡°Solo me fui atr¨¢s cuando sent¨ª el golpe de calor, porque estaba deshidratado. No ten¨ªa energ¨ªa en ese momento, pero luego, en el cuarto set, volv¨ª a restar adelante¡±, recalc¨® el balear, empapado en sudor por el calor y la humedad asfixiante que envuelve Nueva York durante esta franja del a?o. Su apuesta, por tanto, est¨¢ clara: riesgo, lo m¨¢s controlado posible, pero riesgo, pese a que por el camino se tope con la amenaza del error. ¡°Es lo que debo hacer y morir¨¦ con ello¡±, subray¨® el ganador de 14 grandes.
La gente juega a cara o cruz todo el rato. Uno no puede ir en contra de lo que marca el deporte"
Esta idea ya hizo que en mayo ensayase con una nueva raqueta en Montecarlo para ganar potencia, aunque finalmente echase marcha atr¨¢s. Pero sabe Nadal, cuya agresividad se palpa m¨¢s que nunca en su rictus y sus gestos, que la supervivencia pasa por la adaptaci¨®n, y m¨¢s en un territorio salvaje como el cemento de Queens. ¡°Si quiere ganar, y sobre todo a los buenos, esa es la manera¡±, advert¨ªa recientemente su segundo entrenador, Francis Roig, en unas declaraciones a la ATP. El campe¨®n, pues, ya conoce el camino. Ahora queda por ver qu¨¦ depara la ruleta rusa.
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