Con el t¨ªo Toni, hasta el final

El debate estaba soterrado, pero latente. Se palpaba en los corrillos, en c¨ªrculos estrechos y fue creciendo entre los especialistas, que de vez en cuando dejaban caer la pregunta y debat¨ªan: ?La soluci¨®n pasa por un cambio? Todo eso, claro, hasta que el pasado mes de julio habl¨® en Wimbledon el bueno de John McEnroe, dinamita pura. ¡°?No es acaso el momento de ver sangre nueva en el equipo de Nadal? ?Podemos decir eso? Ha hecho un magn¨ªfico trabajo desde que Rafa era ni?o, pero creo que ha llegado un momento en el que parece que hacen falta nuevas ideas...¡±, plante¨® Big Mac ante una pregunta del exjugador Tim Henman. Este insisti¨®, as¨ª que McEnroe aparc¨® la diplomacia y dispar¨®: ¡°?Le estoy diciendo que consiga un maldito nuevo entrenador!¡±.

Entonces, el estadounidense puso sobre la mesa de forma clara lo que de puertas adentro se ven¨ªa comentando en voz baja. Porque, m¨¢s all¨¢ de las lesiones que sufri¨® en los ¨²ltimos tiempos, no son pocas las voces que recomiendan a Nadal un relevo en su banquillo y que achacan los discretos resultados del n¨²mero ocho este a?o a un anquilosamiento que nace en la figura del preparador, al hombre que le molde¨® desde los cuatro a?os y con el que ha celebrado sus 14 t¨ªtulos en torneos del Grand Slam.

¡°La gente busca una explicaci¨®n al mal juego de Rafael y piensa que lo mejor quiz¨¢s sea cambiar de entrenador, y lo entiendo. Podr¨ªa ser la soluci¨®n, pero eso lo debe decidir ¨¦l. Yo no me sent¨ª responsable de sus victorias, como tampoco me siento responsable ahora de que tenga m¨¢s dudas de lo normal¡±, se?al¨® Toni hace un mes, en la Cadena Ser. La madrugada del mi¨¦rcoles, despu¨¦s de batir a Diego Schwartzman en la segunda ronda, los periodistas le interrogaron a su sobrino por el asunto. Y este fue expres¨® categ¨®rico: ¡°Siempre he cre¨ªdo que cuando estoy jugando mal o no estoy ganando no tienen que encontrar excusas o razones fuera. Tienes que mirarte al espejo y decir: es mi culpa, no de los dem¨¢s¡±.

Fin del debate. A pesar de que las principales figuras hayan potenciado su rendimiento con golpes de efecto, traducidos en las coordenadas de sus nuevos t¨¦cnicos, Nadal no piensa en cambiar un ¨¢pice su guion. No es ajeno al relanzamiento de Novak Djokovic (perfeccionado por Boris Becker), Roger Federer (Stefan Edberg) o Andy Murray (Am¨¦lie Mauresmo), pero ¨¦l lo tiene muy claro: con Toni, hasta el final. Por los siglos de los siglos. ¡°He tenido una carrera incre¨ªble con este equipo y yo creo en este equipo. Estamos en el buen camino y no s¨¦ qu¨¦ va a pasar en el futuro, pero si tengo que cambiar algo es a m¨ª, no a la gente que me rodea¡±, enfatiz¨®. Acto seguido, medio en serio medio en broma, solt¨®: "Parece que soy el n¨²mero 200 en cada rueda de prensa y soy el 8 del mundo (...) Si digo la verdad o soy honesto sobre lo que me pasa, parece que es algo malo. No s¨¦ lo que quer¨¦is de m¨ª".

He tenido una carrera incre¨ªble con este equipo y yo creo en este equipo"

Esta noche (hacia las 3.00, Eurosport), Nadal busca los octavos del US Open. Al otro lado de la red, un importante desaf¨ªo psicol¨®gico, Fabio Fognini, que esta temporada ya le ha derribado en dos ocasiones: R¨ªo y Barcelona. Sin embargo, en el ¨²ltimo duelo, final de Hamburgo, en julio, el espa?ol sali¨® victorioso. Pero en ese pulso saltaron chispas: ¡°?No me rompas los huevos!¡±, le recrimin¨® el italiano, puro nervio, al considerar que su rival perd¨ªa el tiempo y que recib¨ªa ¨®rdenes desde el banquillo de su t¨ªo Toni. ¡°No he hablado con Fognini despu¨¦s de eso, pero espero un partido normal, como debe ser, con respeto y dejando los problemas de lado¡±, manifest¨® Nadal, fiel a sus ideas. Leal hasta el ¨²ltimo d¨ªa.

V?DEO: El enfado de Fognini con Nadal en la final de Hamburgo.