Rudy se rebela ante los achaques
El alero del Madrid, castigado por las molestias de espalda, ejerce de l¨ªder entre constantes gestos de dolor
Entre las infinitas pistas de la mesa de mezclas del Eurobasket, el tema The final countdown de Europe es la fanfarria instrumental elegida en Berl¨ªn como pr¨®logo del salto inicial de los partidos y, con el impulso del hard rock de la banda sueca, Espa?a sali¨® con la mentalidad del que busca remarcar su prop¨®sito de enmienda. Si ante Serbia la estad¨ªstica reflej¨® un 3 de 19 en triples, frente a Turqu¨ªa el dato era un lustroso 7 de 12 al descanso; si en el primer encuentro s¨®lo Pau Ribas encontr¨® el interruptor del triple, ante los otomanos seis jugadores cantaron bingo, Felipe y Pau incluidos. Llull abri¨® el partido desde el 6,75 a los 20 segundos y con su segundo triple elev¨® la diferencia hasta los 15 puntos (26-41, m. 15). Ni rastro de la agitaci¨®n de Ali Muhammed ni del martillo de Erden (22 puntos en la inauguraci¨®n; 0 al descanso). Ah¨ª acab¨® la contienda competitiva.
Solo un problema perturb¨® la pl¨¢cida noche que se gan¨® la selecci¨®n espa?ola ante la quebradiza Turqu¨ªa. Se focalizaba en la espalda de Rudy Fern¨¢ndez. El alero del Real Madrid fue tratado con mimo por los fisioterapeutas en el entrenamiento matinal, pero su rictus serio denotaba unas molestias que le persiguieron desde el primer minuto del encuentro. Form¨® en el quinteto inicial, pero tras una secuencia de gestos, torsiones y estiramientos se march¨® al banquillo cuando apenas hab¨ªa superado los cinco minutos de juego.
De nuevo, se encontraba inmerso en el calvario que le persigue desde el 9 de marzo de 2009. Aquel d¨ªa Rudy corr¨ªa descarado por el Rose Garden Arena de Portland dispuesto a machacar el aro de los Lakers cuando el brazo derecho de Trevor Ariza le golpe¨® en la cabeza como un palo. El estacazo le desequilibr¨® en pleno vuelo y aterriz¨® con una escalofriante costalada que le ha marcado el resto de su carrera.
Estaba jugando un partido perfecto con 11 puntos sin fallo en 13 minutos y acababa de anotar el triple que pon¨ªa a los Blazers 81-51 en el tercer periodo, pero el mal perder de Ariza le llev¨® a cazar al novato, que disputaba su primer curso en la NBA. Abandon¨® la cancha en camilla y con collar¨ªn. Desde ese d¨ªa, la espalda se convirti¨® en el epicentro de todos sus males.
En diciembre de aquel a?o 2009 se oper¨® de una hernia de disco, tras meses de achaques en los que la presi¨®n del nervio ci¨¢tico le provocaba dolores insoportables en la pierna derecha, y estuvo dos meses de baja. En marzo de 2012 volvi¨® a ser intervenido de la misma dolencia, cuando ya se hab¨ªa perdido una docena de partidos por problemas lumbares, para llegar a punto a los Juegos y tard¨® tres meses en recuperarse. En Berl¨ªn, volvi¨® la pesadilla.
Regres¨® a la pista tras el descanso y anot¨® su primera canasta a los 21 minutos tras una asistencia de Mirotic, pero tambi¨¦n ah¨ª se repiti¨® la mueca de dolor con los dientes apretados y el ce?o fruncido. A pesar de todo ello y de un par de topetazos en los bloqueos con Ilyasova cogi¨® carrerilla y acapar¨® el ataque espa?ol en el tercer cuarto con 10 puntos en ocho minutos. Resolvi¨® con una delicada bandeja un contrataque propicio para el mate, anot¨® un triple desde la esquina, sum¨® un tiro libre m¨¢s tras recibir una falta en una tarascada que resucit¨® sus problemas y remat¨® con otra entrada a canasta. El per¨ªmetro espa?ol, castigado por las bajas de Navarro, Calder¨®n y Abrines, vive con desasosiego la evoluci¨®n de Rudy. Ante Turqu¨ªa nada le detuvo.
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