Cuando el banquillo es el est¨ªmulo
Stefan Edberg y Patrick Mouratoglou, los t¨¦cnicos de Federer y Serena Williams, respectivamente, han logrado relanzar la carrera de dos campeones hist¨®ricos


La ley natural del deporte dice que, conforme avanzan los a?os, el rendimiento y los resultados de los atletas tienden a disminuir progresivamente. Hay pocas, raras, rar¨ªsimas excepciones en las que un deportista veterano multiplica sus registros con el paso del tiempo. Sin embargo, hoy d¨ªa hay dos casos extraordinarios que desaf¨ªan a toda l¨®gica. Son los de Serena Williams y Roger Federer. A sus 33 y 34 primaveras, respectivamente, los m¨¢s normal es que se hubiesen ido diluyendo y cediendo el paso. Pero nada m¨¢s lejos de la realidad. La una sigue gobernando con pu?o de hierro el circuito femenino y el otro gana pujanza conforme su calendario vital pierde p¨¢ginas.
Ambos, aspirantes a levantar un nuevo cetro en Nueva York ¡ªel que ser¨ªa el s¨¦ptimo de la estadounidense y el sexto del suizo¡ª, tienen un nexo en com¨²n que trasciende sus ¨¦xitos. Dos nombres. Dos figuras que en un momento clave de su trayectoria aceptaron el reto y les dieron el impulso competitivo necesario para seguir alimentando las leyendas. Se llaman Stefan Edberg y Patrick Mouratoglou y son sus t¨¦cnicos. Ellos son, m¨¢s all¨¢ del virtuosismo de los dos t¨®tems, el secreto de la longevidad y el dulce presente de sus pupilos. Los responsables de que ambos diesen un golpe de tim¨®n decisivo.
El punto de inflexi¨®n de Serena se produjo en 2012. Entonces, despu¨¦s de sufrir una grave infecci¨®n pulmonar, la estrella criada en un gueto de Crompton (California) comenzaba a perder el apetito competitivo. Su juego empezaba a decaer, as¨ª que viaj¨® a Par¨ªs en busca de respuestas. All¨ª contact¨® con un preparador de prestigio cuyo centro de operaciones estaba en una academia de Niza. Era, es, Mouratoglou. Franc¨¦s, 45 a?os. Hombre de risa f¨¢cil, extrovertido y dicharachero. Un exjugador discreto, estudiante de negocios y administraci¨®n, que busc¨® la alternativa en la formaci¨®n de jugadores. Por sus manos pasaron algunos como Marcos Baghdatis o Grigor Dimitrov.
Cada deportista debe ser tratado como alguien ¨²nico y diferenciado¡± Patrick Mouratoglou
¡°Llegu¨¦ a nuestro primer entrenamiento con pocas ganas y ¨¦l me dijo exactamente lo que me ten¨ªa que decir¡±, confes¨® en su d¨ªa Serena. ¡°Cada tenista debe ser tratado como un individuo ¨²nico y diferenciado¡±, pregona ¨¦l, partidario de un trabajo muy personalizado y un libreto vers¨¢til, m¨¢s que de unas directrices estancas. Cuando naci¨® el v¨ªculo entre ambos ¡ªse les relaciona tambi¨¦n sentimentalmente¡ª, la campeona ten¨ªa un promedio de victorias del 83% y 13 t¨ªtulos del Grand Slam, cifras que han crecido hasta el 93% y ocho majors m¨¢s (de 13 posibles, estando juntos).
Mouratoglou ha canalizado la fuerza de Serena y ha forjado una tenista pr¨¢cticamente imbatible. Adem¨¢s de su capacidad ofensiva, le ha ense?ado a escapar de las situaciones l¨ªmite a partir de la defensa. Ahora, afrontan de la mano el desaf¨ªo de conquistar el Grand Slam, un hecho que no logra ninguna tenista desde que lo hiciera Steffi Graf, en 1988. Precisamente, Serena tiene a su alcance en Flushing Meadows igualar los 22 grandes de la alemana.

Si Mouratoglou ha adquirido un sello propio en el tenis, Edberg, tutor de Federer desde 2013, otro orfebre de un campe¨®n imperecedero, ya lo ten¨ªa. El exjugador sueco gan¨® seis trofeos de cach¨¦ entre los ochenta y los noventa ¡ªdos en Australia, dos en Wimbledon y otros dos en Nueva York¡ª y actualmente instruye al genio de Basilea. Cuando se asociaron, Federer estaba alica¨ªdo y cada vez era m¨¢s vulnerable para los rivales. Wimbledon, 2012, hab¨ªa sido la ¨²ltima condecoraci¨®n de un Grand Slam para el suizo, que encontr¨® en el relevo en el banquillo el est¨ªmulo perfecto para volver a florecer y encontrar variantes sobre las pistas, nuevos par¨¢metros.
"Su gran saque, la perfecta derecha y el juego cl¨¢sico han servido a Roger para ganar torneos desde el fondo, pero ya no revelo ning¨²n secreto si digo que s¨®lo con ese juego y desde la l¨ªnea de fondo, el actual Federer no puede ganar hoy a los mejores jugadores. Todo eso le tiene que servir ahora para ir al ataque¡±, reconoc¨ªa Edberg hace un a?o, en las p¨¢ginas del Sunday Times. "Creo que he avanzado. Ahora golpeo a la pelota antes y pienso que estoy voleando mejor que hace 10 a?os¡±, contaba en la sala de prensa de Nueva York el helv¨¦tico.
Ahora golpeo la pelota mejor que antes y? voleo mejor que hace 10 a?os"
Roger Federer
Adem¨¢s de la faceta t¨¦cnico, Federer ha trabajado un cambio de h¨¢bitos. ¡°A¨²n me siento joven. Pienso que todo es cuesti¨®n de mantenerse en forma y sin lesiones, pero sobre todo motivado¡±, expuso tras destrozar al franc¨¦s Richard Gasquet (6-3, 6-3 y 6-1), antes de citarse en las semifinales con su compatriota Stanislas Wawrinka (6-4, 6-4 y 6-0 a Kevin Anderson). ¡°Ahora soy m¨¢s profesional. Antes me mov¨ªa dos minutos y luego simplemente sal¨ªa a jugar. Ahora me tomo m¨¢s tiempo, hago m¨¢s ejercicios, m¨¢s estiramientos. Tambi¨¦n dormir se ha vuelto muy importante. El descanso te da energ¨ªa¡±, agreg¨® Federer, que con su nuevo tutor ha recuperado la chispa y el hambre, como Serena.
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