Despu¨¦s del subid¨®n, la vida sigue
La victoria de Espa?a en el Eurobasket, que ya queda atr¨¢s, nos regal¨® un d¨ªa de celebraci¨®n y otro de sospechas llegadas de Francia
21/09 Un bonito lunes
Mira que los lunes tienen mala fama, pero hay algunos que no la merecen. Como hoy, d¨ªa del regreso de los h¨¦roes de la selecci¨®n espa?ola de baloncesto, que aprovechan para cumplir compromisos institucionales y recibir el cari?o de la gente. Yo mismo recibo unas cuantas felicitaciones, que primero me sorprenden, pues ni met¨ª ni ayud¨¦ a meter ninguna canasta, y luego me hacen entender que el ¨¦xito no es s¨®lo del equipo, sino de todos aquellos que de una manera m¨¢s o menos intensa formamos parte del universo baloncest¨ªstico. Creo que fue Pau Gasol el que dijo que por encima de parabienes, que en su caso se cuentan por millones, lo que m¨¢s le satisfac¨ªa era haber podido hacer feliz a mucha gente. Ante tanto ego desbocado que campa a sus anchas en el deporte, resulta destacable que haya gente que no pierde de vista lo mejor de su actividad y el privilegio que supone poder contar con esa capacidad.
Como todos los d¨ªas tienen que tener su chiste, en este lunes conviven la entrevista a The King antes de la final y el razonamiento, muy rajoniano, del presidente del gobierno en la recepci¨®n al equipo. El tuteo de la periodista a (?cu¨¢l es el tratamiento? ?don, su majestad, su excelencia?) Felipe provoc¨® todo tipo de comentarios y habr¨¢ que seguir la pista al tema para ver donde acaba la pobre, que lo mismo le mandan a hacer guarida a la puerta del chalet de la Pantoja. En cuanto a Rajoy, su razonamiento de por qu¨¦ somos los primeros en Europa (la URSS y Yugoslavia ya no existen) abre una l¨ªnea de pensamiento que puede dar mucho juego y de paso, poner del rev¨¦s toda la historia del deporte mundial
22/09 Un martes de puesta al d¨ªa
Tantos d¨ªas con el baloncesto monopolizando mi atenci¨®n hacen que me cueste un poco ampliar mi mirada. A bote pronto tampoco parece que me haya perdido nada importante. Salvamos el compromiso de mantenernos en la segunda divisi¨®n de la Copa Davis, agujero donde hab¨ªamos ca¨ªdo en buena parte por el compromiso a la carta de nuestros mejores jugadores, que esta vez s¨ª que decidieron acudir. Hubo F1, donde McLaren y Alonso hablaron de la siguiente carrera y S¨¢inz rasp¨® puntos. Vamos, lo de casi siempre. El f¨²tbol va ya por la tercera jornada con lo importante y lo insustancial compitiendo a la misma altura en su colonizaci¨®n medi¨¢tica. Porque hay que ver los ¨²ltimos dos hits en el ranking de preguntas de moda ¡°?Es Fulanito el mejor jugador al que has entrenado? O esta otra ?En su equipo, quien es el Pau Gasol?. Y claro, ya se sabe. O dices Cristiano (si eres Ben¨ªtez) o dices Messi (si eres Luis Enrique). Porque si te saltas el catecismo, como lo hizo en primera instancia el t¨¦cnico blanco, cristo que te cri¨®. Y hala, vuelve a salir a la palestra para abrazar de nuevo las verdades incuestionables de la fe. Es realmente cansino todo esto.
Hablando de lo nuestro es lo mejor siempre, Florentino se dio el ba?o de masas anual habitual en la Asamblea, una balsa de aceite con menos oposici¨®n que un comit¨¦ del partido comunista de Corea del Norte o Cuba. Ah, tambi¨¦n se especula sobre qu¨¦ ocurrir¨ªa con el Bar?a si Catalu?a se independiza. Apasionante y trascendental debate, sin duda, del que me tengo que excusar pues tengo ahora mismo un jabal¨ª al horno y no quiero que se me pase.
23/09 Un mi¨¦rcoles de sospecha
Vaya, ahora resulta que Pau Gasol no est¨¢ limpio. Al menos eso dice alguno desde Francia. La cosa huele a cabreo por lo ocurrido en el europeo, aunque las sospechas lanzadas sobre nuestros mejores deportistas, principalmente desde nuestro pa¨ªs vecino, no son nuevas. No tengo intenci¨®n de salir en su defensa, que no lo necesita, ni rasgarme las vestiduras, ni mucho mentar a la madre de todo aquel que ose poner en duda la limpieza de los nuestros, en este caso de Pau. Y no lo hago porque me parece que nos lo hemos ganado. Nos guste o no, Espa?a ha sido un pa¨ªs demasiado tibio en la lucha contra el dopaje. Los casos son suficientemente numerosos y llamativos como para que visto desde ojos externos, no se nos considere como adalides de la causa que persigue a los tramposos. Siempre hago la misma reflexi¨®n. Si todo lo que ha ocurrido aqu¨ª, con los l¨ªos y sentencias, con personajes m¨¢s que sospechosos y¨¦ndose de rositas, con altas figuras pol¨ªticas, incluido un presidente del gobierno, poniendo la mano en el fuego por el mero hecho que el acusado (Contador) era espa?ol (como si por eso la limpieza estuviese garantizada) si todo eso hubiese ocurrido en otro pa¨ªs, y este pa¨ªs se hubiese convertido en menos de veinte a?os de comparsas a toda una potencia mundial deportiva, ?qu¨¦ pensar¨ªamos?. Si en lugar de Pau Gasol, se tratase Toni Parker o Dirk Nowitzki y despu¨¦s de arrasar con 35 a?os en un europeo supi¨¦semos que ha estado relacion¨¢ndose con un m¨¦dico con un historial como el de Nicol¨¢s Terrados, ?qu¨¦ se nos pasar¨ªa por la cabeza?
Es rechazable cualquier tipo de acusaci¨®n que no vaya acompa?ada con pruebas y no s¨®lo producto de suposiciones y el momento elegido hace pensar en el desahogo de una rabieta. Para m¨ª, el doping es, por encima de todo, un asunto legal. Y mientras la gente pase controles y estos controles no den positivo, no encuentro motivos para entrar en la paranoia de ver dopados por todos los lados. Eso s¨ª, no me extra?a nada que cada vez que un deportista espa?ol triunfe, en alg¨²n lugar del mundo salga alguien echando mierda encima. Es lo que ocurre cuando no se ha pasado bien la aspiradora.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.