Lorenzo gana en Arag¨®n y se pone a 14 puntos de Rossi
El mallorqu¨ªn se impone en Alca?iz por su velocidad desde el primer giro y Pedrosa vence en un fant¨¢stico duelo a un nada temeroso Valentino M¨¢rquez se va al suelo en la segunda vuelta
Lorenzo tiene un plan. A veces exagerado, tan pasional un d¨ªa, como cerebral al siguiente, se dice realista. Ocurre, a menudo, que se las ve muy negras cuando la cosa pinta fea. Esta vez, sin embargo, cuando muchos dan por vencedor a su rival, Rossi, ¨¦l sigue creyendo en sus opciones. Pese a que muchos ven ganador a su compa?ero de equipo, tan afortunado en las ¨²ltimas citas; tan admirado por su constancia, por su capacidad para adaptarse a las situaciones y para aprovechar cualquier oportunidad que se le ponga a tiro; un aficionado m¨¢s a las carreras, s¨®lo as¨ª se entiende que compita como lo hizo este domingo en Alca?iz, pensando m¨¢s en el espect¨¢culo que en el t¨ªtulo que aspira a ganar, Lorenzo conf¨ªa en una remontada que para nada es imposible.
M¨¢rquez quiso recuperar en dos vueltas lo que hab¨ªa perdido en la salida. Le pudo la precipitaci¨®n y se cay¨® cuando aspiraba a ganar
Su plan empez¨® en este gran premio de Arag¨®n. Con una victoria de cosecha propia, concentraci¨®n m¨¢xima, en esa velocidad que le proporciona toda la confianza que le permite dominar de la primera vuelta hasta la ¨²ltima, sin que nadie le haga sombra, ni le incomode en su persecuci¨®n. El de Yamaha se distanci¨® de sus rivales con dos primeras vueltas fulgurantes: en la primera ya les sac¨® medio segundo a M¨¢rquez y dos a Valentino; y en la segunda sigui¨® ampliando su ventaja. A partir de entonces no tuvo m¨¢s que esforzarse por hacer lo que mejor sabe: ser tan constante como fuera posible para resguardar los neum¨¢ticos hasta el final de la prueba y mantener esos dos segundos de diferencia hasta la bandera de cuadros. Lo logr¨®.
La gesti¨®n de las gomas, obligados como estaban a rodar con el compuesto m¨¢s blando, y a sabiendas de la enorme abrasi¨®n que imprime sobre ellas el asfalto de Alca?iz, era uno de los aspectos clave. Y el mallorqu¨ªn, con su pilotaje delicado, sobre todo cuando rueda solo y puede concentrarse en la trazada perfecta, es uno de los mejores. Lo demostr¨® con otra victoria desde la primera curva, como todas las de este curso.
Rossi estaba tan cerca que pod¨ªa escuchar el ruido de su motor en cada curva¡±
Dani Pedrosa, piloto de Honda
La sorpresas llegaron desde el taller de Honda. La primera en forma de accidente, el que tuvo M¨¢rquez cuando ni siquiera se hab¨ªan completado dos vueltas. Cometi¨® un error en la curva 12, pura precipitaci¨®n, y acab¨® dando gritos de desesperaci¨®n por la ocasi¨®n perdida. Se cre¨ªa capaz de pelearle la victoria a Lorenzo. En cambio se despidi¨® de la carrera a las primeras de cambio. Y esta vez la moto no tuvo la culpa. Quiso recuperar en dos vueltas lo que hab¨ªa perdido con una mala salida y le falt¨® paciencia. Ya suma cinco ceros este curso. Demasiados para el campe¨®n.
La otra sorpresa fue la batalla, deliciosa, con la que se puso el punto final al gran premio. El duelo entre Rossi y Pedrosa, tan limpio, tan prolongado, una vuelta, y otra, y otra, hizo las delicias de la grada. Llevaba el italiano pegado al col¨ªn del espa?ol desde el cuarto giro, cuando relegaron a Iannone definitivamente al cuarto puesto, y aguard¨® a apenas unas mil¨¦simas de distancia del de Honda durante toda la prueba ¨C¡°Pod¨ªa escuchar el ruido de su moto casi en cada curva¡±, relataba Pedrosa¨C hasta que, a falta de cinco giros, lanz¨® su primer ataque. Escogi¨® la cuarta curva. Y ah¨ª volver¨ªa a intentarlo casi en cada vuelta hasta el final de la prueba. Pero Pedrosa se las devolvi¨® todas. Si Rossi le adelantaba en la curva cuatro, ¨¦l le pasaba en la cinco; si lo hac¨ªa en la siete, ¨¦l se postulaba en la ocho; si lo intentaba en la primera, defend¨ªa su posici¨®n en la segunda. Y as¨ª hasta la ¨²ltima vuelta, cuando el italiano hizo un ¨²ltimo intento a la desesperada: en la ¨²ltima chicane, entre las curvas 14 y 15. Ni por esas. El catal¨¢n se sent¨ªa c¨®modo con su moto, capaz de hacer buenos cambios de direcci¨®n, de corregir la frenada a su antojo, mejor en aceleraci¨®n que el rival. Y se impuso en un duelo maravilloso.
Un duelo que honra al l¨ªder del Mundial, que a falta (ahora ya) de cuatro carreras para el final y cuando se est¨¢ jugando tanto, asume esos riesgos por un segundo puesto. Se lo neg¨® el de Honda, que le puso mucho empe?o. Y releg¨® a un Rossi enorme, cabezota, puro show, al tercer escal¨®n del podio. Tiene mucha guasa Valentino. Se la jug¨®, dice, precisamente por el campeonato. En sus planes no entra fallar. Y siempre que en lugar de 16 se puedan sumar 20 puntos un campe¨®n tiene que arriesgar. Palabra de Rossi.
Y mientras en el box se lam¨ªa las heridas Marc M¨¢rquez, Lorenzo ya est¨¢ a 14 puntos del 46. Y quedan 100 en juego.
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