El Sporting paga sus pecados de juventud

El Sporting tiene muchas virtudes, pero puede echarlo todo a perder por un par de lapsus en un partido muy estimable. Al Betis le falta mucho para aspirar a glorias pasadas, pero tiene las tablas de jugadores como Joaqu¨ªn y Rub¨¦n Castro. Por eso los tres puntos volaron hacia Sevilla cuando el Sporting fue mejor y tuvo las oportunidades m¨¢s claras. El p¨²blico supo reconocerlo con una ovaci¨®n que, a falta de otra recompensa, premiaba el f¨²tbol y la entrega de los chavales.

Carlos Castro es hijo de minero, como David Villa. Y tiene el gol en los genes, como el Guaje. Al cuarto de hora de su debut como titular en Primera, Castro firm¨® un movimiento en el ¨¢rea para hacer el 1-0 que hubiese firmado el m¨¢ximo goleador de la historia de la selecci¨®n espa?ola. Ese gol, precedido de otra maniobra genial de Halilovic, hac¨ªa justicia con un comienzo de partido espectacular del Sporting, en el que acumul¨® un gol anulado por cent¨ªmetros, al propio Castro, un penalti no pitado a Piccini y un parad¨®n de Ad¨¢n a Jony.

El Betis fue el ¨²nico equipo capaz de ganar en El Molin¨®n la pasada temporada, pero Pepe Mel ya se dio cuenta aquel d¨ªa de que algo grande se estaba cociendo en Gij¨®n. Abelardo y sus chavales acabaron acompa?ando al equipo sevillano a Primera, donde amenazan con seguir rompiendo todos los pron¨®sticos. Est¨¢ compitiendo de maravilla con la misma base, penalizado por la costumbre de sus dirigentes de no pagar lo que deben. Gracias a la amistad de Abelardo y Luis Enrique lleg¨® Halilovic, un joven mediapunta que aporta un plus de calidad.

Ayer Abelardo dio libertad a Halilovic y el joven croata result¨® indetectable para la defensa del Betis. Por ejemplo en el minuto 16, cuando desequilibr¨® con un ca?o junto a la banda y conect¨® con Carlos Castro, que se march¨® de los dos centrales con un movimiento de delantero caro y super¨® a Ad¨¢n. Sin tanta brillantez como en ese primer cuarto de hora, el Sporting complet¨® una buena primera parte, pero dej¨® vivo a su rival. En el vestuario, Pepe Mel movi¨® ficha: junt¨® a Joaqu¨ªn con Rub¨¦n Castro en el centro y pas¨® a Cejudo a la banda derecha. El resultado fue inmediato, aunque para ello mediara un error de Carlos Castro que dio lugar a la contra de Cejudo y al centro que Castro amortigu¨® de cabeza para la sentencia de Joaqu¨ªn.

Con el 1-1, el Betis se creci¨® y al Sporting le entraron las dudas. Un par de saques de esquina reanimaron El Molin¨®n, pero en realidad fueron el principio del fin. Ad¨¢n atrap¨® un bal¨®n alto y con casi todos los jugadores en su ¨¢rea lanz¨® en largo hacia Rub¨¦n Castro, emparejado con Isma L¨®pez, un delantero reconvertido a lateral. Isma L¨®pez dud¨® entre cerrar y despejar, dejando a Rub¨¦n Castro el camino libre hacia el ¨¢rea. En la frontal, el canario se la jug¨® con un violento remate que se col¨® tras golpear el larguero. Dos golpes tan duros dejaron sonado al Sporting, que solo recompuso la figura tirando de guerra. Arriesg¨® Abelardo y los ¨²ltimos minutos fueron un sobresalto continuo: rozaron el empate Carlos Castro y Guerrero, pero tambi¨¦n el Betis pudo sentenciar a la contra.