Iraqu¨ªes en la ciudad de Ibrahimovic
Malmoe, cuna del ¨ªdolo del PSG, es ahora el punto de entrada a Suecia de miles de refugiados de Oriente Pr¨®ximo
Malmoe es el coqueto puerto decimon¨®nico que refund¨® el comerciante de tabaco Frans Suell en la era de las revoluciones burguesas, frente al estrecho de Oresund. Pero la ciudad es famosa en el mundo entero por dos acontecimientos que distorsionan su imagen. El Turning Torso, otro pol¨¦mico edificio desproporcionado del arquitecto valenciano Santiago Calatrava, y los bloques de vivienda social del barrio de Rosengard donde se cri¨® Zlatan Ibrahimovic en un clima de marginaci¨®n y bandidaje que la leyenda describe con detalle pat¨¦tico pero que a la luz del sol oto?al resulta inveros¨ªmil.
Este martes el Real Madrid aterriz¨® en el peque?o aeropuerto local al que casi ning¨²n vuelo llega sin pasar antes por Estocolmo. La mayor¨ªa de los seguidores visitantes que acudieron al partido que disputar¨ªa el equipo espa?ol con el Malm? FF alcanzaron la ciudad por el puente de Oresund, el viaducto combinado para trenes y coches m¨¢s largo de Europa, que une Dinamarca con Suecia a trav¨¦s del estrecho. Los convoyes procedentes de Alemania tambi¨¦n condujeron una parte de la caravana de refugiados de la guerra de Oriente Pr¨®ximo.
Los desplazados se hacinan en los rincones del hall de la estaci¨®n central. Bajo los arcos victorianos, envueltos en mantas, ajenos al tr¨¢nsito indiferente de la mayor¨ªa de los viandantes, se amontonaban por decenas en la noche del martes, mientras a unos metros, en el sal¨®n contiguo, el gigantesco restaurante O¡¯Leary entreten¨ªa a sus clientes con 20 pantallas que retransmit¨ªan la segunda jornada de Champions: Arsenal-Olimpiakos; Oporto-Chelsea y Barcelona-Bayer.
Sentado en un banco junto a sus paisanos, Ali, un joven iraqu¨ª que dice ser abogado, no presta atenci¨®n a la celebraci¨®n de los goles. Est¨¢ aliviado: ¡°La mayor¨ªa de los que venimos a Suecia somos iraqu¨ªes porque el Gobierno sueco gestiona mejor nuestra residencia. Los sirios se quedan en Alemania; pero aqu¨ª tambi¨¦n hay algunos afganos. Somos de Tikrit. All¨ª no hay futuro¡±.
El mito de criminalidad que envuelve el pasado del jugador no cuadra con el car¨¢cter burgu¨¦s de la ciudad
Ha habido tantas batallas en Tikrit en los ¨²ltimos meses y a?os que resulta dif¨ªcil imaginar un lugar m¨¢s inh¨®spito en el mundo y un contraste m¨¢s notable con Malmoe. Por m¨¢s que a Zlatan Ibrahimovic le espantaran los bloques de estilo Walter Groupis que el Estado construy¨® al este de la ciudad para acoger a los inmigrantes que desembarcaron en la d¨¦cada del 70 del siglo pasado.
Hijo de un bosnio musulm¨¢n y de una croata cat¨®lica que se establecieron en Malmoe hace cuatro d¨¦cadas, se casaron arrastrando hijos de matrimonios anteriores y luego se divorciaron con estr¨¦pito, Ibrahimovic se cri¨® en un hogar agitado. ¡°En casa¡±, recuerda el futbolista del PSG en su autobiograf¨ªa, Soy Zlatan, ¡°no hab¨ªa conversaciones civilizadas estilo sueco, como ¡®Cari?o, ?me pasas la mantequilla, por favor?¡¯. No, m¨¢s bien eran tipo: ¡®?Coge la leche, idiota!¡±.
Desde la Segunda Guerra Mundial, Suecia se ha convertido en el pa¨ªs con mayor n¨²mero de refugiados per c¨¢pita de la OCDE. Tanto el partido Socialdem¨®crata, la organizaci¨®n pol¨ªtica con m¨¢s a?os de gobierno, como el partido Moderado, han sido responsables de cimentar uno de los Estados m¨¢s democr¨¢ticos y solidarios del planeta. Un r¨¦gimen que se caracteriza por su generosidad con los perseguidos. Solo el nuevo Partido de la Democracia Sueca, que a falta de una definici¨®n que conforme a todos se puede calificar de nacionalista, amenaza esta cultura de brazos abiertos que armoniza con los palacios de la calle Soderg, el aire distinguido del Parque Pildamms o las construcciones vanguardistas junto a los canales. Hace falta hacer un esfuerzo imaginativo para vislumbrar la depresi¨®n social que describe Ibrahimovic en su libro.
La estaci¨®n central de trenes hoy habitada por iraqu¨ªes se levanta junto al viejo astillero desmontado. Casi sobre los muelles donde Ibrahimovic, a los 15 a?os, harto ya de robar bicicletas, seg¨²n su testimonio, se plante¨® comenzar a trabajar para ayudar a su madre. El f¨²tbol le disuadi¨®.
Ibrahimovic firm¨® su primer contrato con el Malmoe en 1996. Pronto se convirti¨® en la gran figura del equipo. Hoy es el representante m¨¢s popular de una ciudad elegante y hermosa que ha quedado burdamente mitificada en torno al gueto que forj¨® el car¨¢cter d¨ªscolo de este futbolista genial.
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