El Bar?a y la conspiraci¨®n
Entre ayes, quejidos y lamentos vive el Bar?a, circunstancia extra?a trat¨¢ndose del club m¨¢s laureado del mundo en el a?o en curso. Pero tan feliz coyuntura ha pasado a un segundo plano, inmersa como est¨¢ la entidad en ciento y una batallas judiciales que han hecho que los tres t¨ªtulos logrados parezcan cosa del Pleistoceno y no de hace unos meses. Viven el club, sus directivos y algunos jugadores entre togas y banquillos. El ¨²ltimo episodio tiene a Messi como protagonista, acusado por la Abogac¨ªa del Estado de tres delitos fiscales por ocultar a Hacienda 4,1 millones de euros, por lo que pide para el jugador 22 meses de c¨¢rcel, igual pena que para su pap¨¢, el que le instaba a firmar los contratos correspondientes que ¨¦l, como buen hijo, firmaba sin leer.
Conocidos los hechos, el Bar?a se lanz¨® en tromba a defender a Messi mediante un comunicado en el que, primero, mostraba su extra?eza por la divergencia de criterio entre la fiscal¨ªa, que no pide c¨¢rcel para el jugador, y el letrado p¨²blico, divergencia que no es la primera vez (ni ser¨¢ la ¨²ltima) que se da. A continuaci¨®n, el club se dio el lujo de denunciar lo que llama ¡°c¨²mulo de decisiones externas, totalmente inadmisibles y que hace tiempo que empezaron, y que son ajenas al ¨¢mbito estrictamente deportivo¡±. Traducido al castellano: una conspiraci¨®n.
Pero, ?qui¨¦n conspira? ?Y d¨®nde? ?En qu¨¦ despacho? ?En el de la Federaci¨®n, la UEFA, la FIFA? ?En La Moncloa, quiz¨¢? ?Conspirar¨¢ Rajoy cuando, tras arrebatar a su hijo el Marca de las manos mientras desayuna, lee la buena nueva sobre alg¨²n triunfo azulgrana? Y m¨¢s preguntas: esas decisiones ¡°totalmente inadmisibles¡±, ?son las de un juez? Se sab¨ªa que el Bar?a era m¨¢s que un club, lo que acaso le d¨¦ bula para no admitir la decisi¨®n de un tribunal. ?Y es ajeno ¡°al ¨¢mbito estrictamente deportivo¡± el fichaje de Neymar, que comenz¨® costando 17,1 millones, se elev¨® de s¨²bito a 57 y acab¨® dispar¨¢ndose hasta 86,2, dejando para el futuro la pregunta sin respuesta de ¡°?cu¨¢nto cost¨® Neymar?¡±, que nada tiene que envidiar a aquella de ¡°?qui¨¦n mat¨® a Kennedy?¡±.
El ciudadano Messi tendr¨¢ que responder sobre sus cuitas con Hacienda como tendr¨ªa que hacerlo cualquier vecino que tuviera 4,1 millones y los ocultara. Y el presidente Bartomeu, y su antecesor Rosell, subir¨¢n al estrado por fraude fiscal. El Bar?a ya fue acusado, y condenado, a ra¨ªz de los fichajes de menores. La Abogac¨ªa del Estado, la Audiencia Provincial de Barcelona, la FIFA... todos conchabados para tomar decisiones ¡°totalmente inadmisibles¡±. Son demasiadas las manos negras que impiden no que el Bar?a gane partidos sino que sus dirigentes puedan sentirse los amos del para¨ªso.
?Qui¨¦n le hace trampas a Luis Enrique?
Pero ocurre que el tono pla?idero resulta contagioso. Y ah¨ª est¨¢ el t¨¦cnico azulgrana, Luis Enrique, para demostrarlo. Dijo este tras caer fulminado en Vigo (4-1) lo siguiente: ¡°Prefiero que me gane un equipo como el Celta, que juega bien, con el c¨¦sped bien regado, sin trampas m¨¢s all¨¢ del f¨²tbol¡±. Traducido al castellano: alg¨²n equipo ha ganado al Bar?a, adem¨¢s de con el c¨¦sped mal regado, con trampas. ?Qu¨¦ equipo? ?Cu¨¢ndo? ?D¨®nde? ?Con el consentimiento de qu¨¦ ¨¢rbitro? ?De la FIFA? ?De la Audiencia Nacional, tal vez? ?De Montoro? A¨²n hay m¨¢s. Inspirado como est¨¢ cuando se sienta ante el enemigo, l¨¦ase la prensa, el t¨¦cnico declar¨® que exist¨ªa gente ¡°que quiere que al Bar?a le vaya mal¡±, frase a la que Busquets, uno de los capitanes, puso un remate que ya quisiera Gila: ¡°A lo mejor hay gente que quiere que gane otro equipo¡±. Es lo que tiene el f¨²tbol. Que hay gente que quiere que gane otro equipo.
Y mientras, Messi se fue al teatro. Acudi¨® a ver la obra Escenas de la vida conyugal, protagonizada por su compatriota Ricardo Dar¨ªn. All¨ª recibi¨® los parabienes de los presentes, que le animaron a recuperarse cuanto antes de su lesi¨®n. Alguno, quiz¨¢, pens¨® que el chico iba mejorando, que de ir al teatro a leer lo que se firma solo hay un peque?o paso.
(Nota: A?¨¢dase el t¨¦rmino presunto a todos los delitos consignados en este art¨ªculo. Por si acaso).
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