Neymar fue Ronaldinho
El delantero brasile?o marc¨® las diferencias con cuatro goles, dos de penalti, frente a un Rayo que durante media hora someti¨® al Camp Nou
Neymar fue ayer Ronaldinho. No se recuerda una actuaci¨®n tan art¨ªstica del 11 del Bar?a desde la partida del Gaucho. Ha jugado partidos mejores, metido goles m¨¢s dif¨ªciles e importantes y ganado encuentros de mayor complejidad que el del Rayo. A Neymar ya se le hab¨ªa visto triunfar normalmente en compa?¨ªa de Messi. Ayer, en cambio, actu¨® en solitario, como en los tiempos en que oficiaba Ronaldinho y solo hab¨ªa focos para el brasile?o en el Camp Nou.
El juego de autor del brasile?o, excelso en los gestos t¨¦cnicos, cuatro veces goleador, contrast¨® con el f¨²tbol discontinuo del Barcelona. El partido fue tan divertido como descontrolado, circunstancia que comprometi¨® al f¨²tbol azulgrana, inconsistente y falto de pegada, no superior colectivamente al valiente Rayo. No hubo m¨¢s jugada por parte del Bar?a que el penalti a Neymar y despu¨¦s el bal¨®n a Neymar. El delantero marc¨® las diferencias con los goles y Bravo salv¨® con anterioridad los puntos con las paradas ante Javi Guerra. No fluye el f¨²tbol ni cuadra un buen partido el Bar?a, juegue o no juegue Messi, ponga una alineaci¨®n u otra Luis Enrique.
BARCELONA, 5 - RAYO VALLECANO, 2
Barcelona: Bravo; Alves (Douglas, m. 78), Piqu¨¦, Mathieu, Alba; Rakitic, Busquets (Gumbau, m. 76), S. Roberto; Sandro (Munir, m. 56), Luis Su¨¢rez y Neymar. No utilizados: Ter Stegen; Bartra, Adriano y Mascherano.
Rayo Vallecano: To?o; Nacho (Dorado, m. 46), Z¨¦ Castro, Llorente, Rat; Jozabed, Trashorras; Lass, Ebert, Beb¨¦ (Embarba, m. 72) y Javi Guerra. No utilizados: Juan Carlos; A. Campos, Dorado, Manucho, Miku y Baena.
Goles: 0-1. M. 14. Javi Guerra. 1-1. M. 22. Neymar, de penalti. 2-1. M. 32. Neymar, de penalti. 3-1. M. 69. Neymar. 4-1. M. 71. Neymar. 5-1. M. 77. Luis Su¨¢rez. 5-2. M. 86. Jozabed.
?rbitro: P¨¦rez Montero. Amonest¨® a Llorente, Dorado, Piqu¨¦.
Camp Nou. 75.472 espectadores.
Aunque la n¨®mina de jugadores disponibles es muy escasa, y hasta cierto punto provoca grima reparar en el banquillo, los criterios de selecci¨®n del entrenador no siempre coinciden con los de la hinchada, sobre todo porque Luis Enrique antepone Mathieu a Bartra. Apost¨® el t¨¦cnico un partido m¨¢s por el central franc¨¦s, un zurdo que seguramente mezcla mejor con Piqu¨¦, reserv¨® por fin a Mascherano, complet¨® la delantera con Sandro y situ¨® de interior a Sergi Roberto. Nadie discuti¨® el plan cuando la pelota se puso en juego porque los barcelonistas contaron dos ocasiones estupendas, ambas resueltas por los pies de To?o, soberbio frente a Rakitic y Luis Su¨¢rez, y en cambio p¨¦simo ante la presi¨®n del Barcelona. Jugaba muy bien Sergi Roberto, especialmente profundo, remataban mal los delanteros y la pifiaban los defensas, tanto da que juegue Bravo o Ter Stegen y es lo mismo que el rival sea el duro Sevilla como el alegre Rayo.
Los azulgrana conceden oportunidades desde las zonas m¨¢s inocuas, tambi¨¦n en el Camp Nou. A los muchachos de Paco J¨¦mez les alcanz¨® para marcar con un c¨®rner mal defendido por Piqu¨¦, bien atacado por Beb¨¦ y rematado por Guerra. El gol no destempl¨® a Sergi Roberto y activ¨® a Neymar. El brasile?o convirti¨® el partido en una cuesti¨®n personal: Neymar contra el Rayo.
Un rival excelente
Hubo un momento en que Neymar pareci¨® la reencarnaci¨®n de Ronaldinho. Ocurri¨® en la jugada del 2-1 cuando arrastr¨® la pelota con la derecha, le dio continuidad a la jugada con una bicicleta, sali¨® de la marca despu¨¦s con un ca?o con la zurda y antes de chutar le tir¨® Nacho. Tres penaltis recibi¨® Neymar en un cuarto de hora y el ¨¢rbitro cobr¨® el segundo y el tercero, los dos resueltos de manera opuesta por el 11 del Bar?a. Ya no se adorna, abandon¨® aquella liturgia de banderillero y ahora resuelve sin tomar carrerilla, a los dos costados de To?o. El control, la conducci¨®n y la velocidad de Neymar desbordaron a Llorente y a Nacho.
Ning¨²n zaguero llegaba a tiempo de quitarle la pelota, excelso de nuevo antes de alcanzar el descanso en un control tras un cambio de orientaci¨®n de Alves. Mat¨® Neymar la pelota con un control de rabona y cuando tir¨® hacia el marco del Rayo fue derribado en una acci¨®n que pareci¨® un cuarto penalti no se?alado por el abrumado P¨¦rez Montero.
A pesar de que el encuentro daba para una goleada, el Bar?a solo ganaba por 2-1 al descanso, momento en que la hinchada no paraba de rebobinar las jugadas de Neymar, imposible de defender para el Rayo, quiz¨¢ un punto transparente en la medular por la ausencia de Baena. El acoso alto y la intensidad de los dos equipos convirtieron el choque en un ir y venir, sin ning¨²n control, entregado a la calidad individual de los futbolistas, ninguno hasta entonces como Neymar.
Paco J¨¦mez quit¨® a Nacho por Dorado en el descanso y el Rayo bombarde¨® a Bravo. El chileno sac¨® hasta tres remates de gol a un adversario que tuvo el partido de su parte, superior en el juego y en oportunidades, poseedor de la pelota ante un desfigurado y descosido Bar?a. Hubo media hora de escandaloso mon¨®logo del Rayo hasta que reapareci¨® Neymar en una nueva versi¨®n, ahora vestido de matador Messi. El brasile?o sac¨® el percutor y remat¨® a la red dos veces m¨¢s, la ¨²ltima habilitado por Luis Su¨¢rez, quien acab¨® por poner el 5-1, tambi¨¦n a pase de Neymar. Tiempo para bromas como la de aplaudir a Douglas o para celebrar el tanto merecido de Jozabed. No hab¨ªa habido m¨¢s protagonista en un partido a campo abierto que Neymar, a ratos Ronaldinho y en ocasiones Messi, solista de un equipo que no acaba de cuajar por m¨¢s excusas que tenga, ninguna v¨¢lida ante un valiente Rayo.
Mucha presi¨®n y poco pelotazo
A la hora de construir desde atr¨¢s, el Bar?a se atasc¨® por la excepcional presi¨®n del Rayo. No fue raro ver a Bravo contactar con sus centrales para que le devolvieran el esf¨¦rico y de ah¨ª soltar alg¨²n pelotazo espor¨¢dico que remitiera a la segunda jugada. Le devolvi¨® la moneda el Bar?a al Rayo, a¨²n m¨¢s reacio a dar el patad¨®n. Una opci¨®n que fue su tumba porque Busquets, el mejor de los cortafuegos, se anticip¨® en varias ocasiones para validar la contra del Bar?a; como en esa ocasi¨®n que Luis Su¨¢rez err¨® el mano a mano con To?o, o como esa otra que acab¨® en el segundo penalti marcado por Neymar. Presi¨®n, contra y poco pelotazo.
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