M¨¢rquez gana y Lorenzo se acerca a Rossi en el Mundial
La explosividad del de Honda se impone a la constancia del mallorqu¨ªn en una carrera espectacular donde el italiano acaba cuarto
Compitieron la tenacidad y la ambici¨®n; la dulzura de los veteranos al volante frente a la frescura agresiva de los m¨¢s j¨®venes; se enfrentaban dos pilotos que se juegan el t¨ªtulo y otros dos que solo quer¨ªan divertirse, que, de momento, solo aspiran a firmar interiores de v¨¦rtigo, vueltas fulgurantes y, por qu¨¦ no, victorias para el recuerdo. El pilotaje fino, constante, martilleante de puro perfecto, de Jorge Lorenzo no fue suficiente para frenar la explosividad de Marc M¨¢rquez, siempre insatisfecho si no corona una carrera con la victoria. As¨ª que se sac¨® de la manga un ¨²ltimo giro incre¨ªble: hizo la vuelta r¨¢pida (rapid¨ªsima) cuando los neum¨¢ticos ya casi no respond¨ªan de tan desgastados como estaban, y le sirvi¨® para hacer los ¨²ltimos adelantamientos, pasar a Iannone a final de recta, alcanzar al mallorqu¨ªn en Lucky Heights, adelantarle en plena bajada y cruzar la meta el primero.
M¨¢rquez hab¨ªa empezado el ¨²ltimo giro tercero, a casi ocho d¨¦cimas de Lorenzo, y termin¨® primero, con m¨¢s de dos de ventaja. Tras una temporada repleta de ca¨ªdas, con una moto demasiado irregular y un motor tan agresivo en la entrega de potencia que le condiciona en cada carrera, el piloto catal¨¢n aprovecha las pocas oportunidades que se le presentan. La del gran premio de Australia era una de ellas. Era veloz, mucho, m¨¢s que nadie. La ausencia de grandes frenadas, su punto m¨¢s d¨¦bil este curso, le permit¨ªa resarcirse de un a?o malo y disfrutar como nunca de sus curvas r¨¢pidas con vistas al mar.
Nada pudo hacer el de Yamaha, un reloj, no m¨¢s de tres d¨¦cimas de diferencia entre vuelta y vuelta, suave su pilotaje, delicioso su estilo, tan elegante que sucumbi¨® ante la irreverencia de su rival.
Al final, el derrotado fue Rossi. Aspiraba a la victoria y se qued¨® por segunda vez fuera del podio
Si la carrera de M¨¢rquez se explica desde su irregularidad, pues trataba de romper el ritmo con tiempos imposibles para imponer su explosividad, pero al tiempo se percataba de que as¨ª no aguantar¨ªa m¨¢s de un par de giros y volv¨ªa a disminuir su velocidad una pizca ¨Cas¨ª fue como fue cazado (a seis vueltas) tras liderar la prueba durante tres giros¨C; la de Lorenzo lo hace, como siempre, a partir de su constancia. No le bast¨® solo con eso en el ¨²ltimo giro, sin embargo. La goma delantera se le cerraba en las curvas lentas de derechas y no pod¨ªa inclinar lo suficiente, ni cerrar bien los espacios, especialmente cuando sinti¨® el acoso del catal¨¢n en los ¨²ltimos minutos. Y prefiri¨® ceder antes que arriesgarse a una ca¨ªda.
A¨²n as¨ª, dio por bueno el segundo puesto, un resultado que, sumado al cuarto de Valentino Rossi, todav¨ªa el l¨ªder del Mundial de MotoGP, le deja a 11 puntos de su compa?ero de equipo. Fue un atrevido Iannone, magn¨ªfico espect¨¢culo el suyo, y no solo en la recta (donde la Ducati deja buena muestra de la potencia de su motor, insuperable en velocidad punta), tambi¨¦n en unas cuantas frenadas, quien le permiti¨® recortarle siete puntos al italiano. La lucha, que empez¨® en el primer giro, se alarg¨®, para deleite de los espectadores, hasta la ¨²ltima vuelta.
Estuvo sublime el de Ducati, que ni se amedrent¨® con el ataque de una gaviota ¨Cle destrozo parte del carenado y, por suerte, solo eso¨C cuando apenas llevaba dos vueltas intentando seguir a Lorenzo; ni lo hizo despu¨¦s cuando tuvo que pelearse con M¨¢rquez y Rossi, ahora en la curva Doohan, ahora en la cuarta, camino de Siberia, o bien en la octava, donde empieza la subida. Anim¨® la fiesta y ayud¨®, con tanto movimiento, a que el mallorqu¨ªn lograra una buena ventaja (lleg¨® a estar a 1,4 segundos tras siete giros) en la primera parte de la prueba.
Al final, el derrotado fue Rossi, que si bien fue capaz de poner a punto su moto y lograr unos reglajes con los que pilotar a gusto e igualar el ritmo de los pilotos en cabeza (algo que no hab¨ªa conseguido en todo el fin de semana), no estaba tan fuerte en frenada como en otras ocasiones y acab¨® sucumbiendo ante su compatriota, ante M¨¢rquez, y, en definitiva, tambi¨¦n ante su compa?ero de equipo, a quien ni siquiera le vio el pelo. Aspiraba a la victoria y se qued¨® por segunda vez fuera del podio.
La lucha por el t¨ªtulo Mundial y toda la tensi¨®n que la acompa?a se trasladan, de momento, a Malasia, donde en una semana se volver¨¢n a batir en duelo los dos pilotos Yamaha. El italiano sigue dependiendo de s¨ª mismo, pero el espa?ol, que pretende alargar la pelea hasta la ¨²ltima carrera en Valencia, vuelve a acerc¨¢rsele. Y est¨¢ henchido de confianza otra vez.
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