Una hermana es una hermana

El matiz es importante. No es lo mismo mandar a alguien a la concha de su madre que hacerlo al mismo sitio pero de su hermana. Mascherano fue expulsado del campo el domingo pasado por haber enviado al ¨¢rbitro al sitio tab¨² de todo argentino que se precie. Informo un poco por si alguien no capta el matiz. En Argentina, y sobre todo en el imaginario de un porte?o, es mucho m¨¢s grave ser insultado con el argentin¨ªsimo ¡°and¨¢ a la concha de tu madre¡± que hacerlo al m¨¢s difundido y cosmopolita ¡°hijo de puta¡±. A m¨ª particularmente me ofender¨ªa infinitamente m¨¢s escuchar c¨®mo se hiere la honra de mi progenitora que escuchar c¨®mo se me ordena que regrese al lugar de donde sal¨ª a este tan absurdo como hermoso mundo. Pero as¨ª son las cosas en Argentina.

La diferencia entre lo que dijo el central argentino del Bar?a y lo que el ¨¢rbitro anot¨® que escuch¨® en su informe, crea un malentendido digno de rese?arse. Resulta que el se?or Del Cerro Grande asegura que le fue encomendado de manera muy poco decorosa dirigirse a la madre de su linier. Mientras que Mascherano afirma que no fue a la madre sino a su hermana. En el escalaf¨®n de las ofensas prohibidas, una hermana en Argentina nunca tendr¨¢ la jerarqu¨ªa hiriente de una madre. Falta saber si el hombre que dirigi¨® el encuentro de marras, tiene hermana. Madre s¨ª que tiene porque si no ahora no estar¨ªamos hablando de ¨¦l. Quedan entonces dos posibilidades. Que el central, una persona educada en l¨ªneas generales, haya apelado a un insulto m¨¢s inocuo para desahogarse. O que, como afirma el juez en su escrito, Mascherano efectivamente haya ratificado su argentinidad innegociable con el cl¨¢sico y siempre (para m¨ª) enigm¨¢tico y deshonrrante ¡°and¨¢ a la concha de tu madre¡±. Lo extra?o del caso es que el se?or Del Cerro Grande haya intuido el matiz. Una madre es una madre. Pero una hermana tambi¨¦n, sobre todo si la tienes.