Ranko Zeravica, un catedr¨¢tico del baloncesto de ¨¦lite
Lo gan¨® todo con la selecci¨®n yugoslava e impuls¨® al Bar?a de Epi y Soloz¨¢bal
Ranko Zeravica lleg¨® al Barcelona en 1974. Por entonces el equipo de baloncesto solo hab¨ªa ganado una Liga y segu¨ªa a la sombra del Real Madrid. Djordjevic, un portero yugoslavo que jugaba en el equipo de f¨²tbol del Sabadell, hizo de int¨¦rprete en la rueda de prensa celebrada en el Palau Blaugrana, inaugurado solo tres a?os antes. Ante la asombrada concurrencia, proclam¨®: ¡°Si en f¨²tbol este club est¨¢ en la primer¨ªsima l¨ªnea internacional, en baloncesto debe estarlo tambi¨¦n¡±.
Eduardo Portela, ahora presidente de honor de la ACB, era entonces el secretario t¨¦cnico del Barcelona. ¡°Ranko era uno de los entrenadores m¨¢s influyentes en Europa. Hab¨ªa sido campe¨®n del mundo con la selecci¨®n de Yugoslavia y conseguimos ficharlo¡±. Nacido en Novo Milosevo (Serbia), el 17 de noviembre de 1929, Zeravica dedic¨® toda su vida al baloncesto. Jug¨® en el Partiz¨¢n y el Estrella Roja de Belgrado, entre otros, y fue diez veces internacional con la selecci¨®n yugoslava. Le llamaban El Profesor porque ejerci¨® en la Universidad de Belgrado de Educaci¨®n F¨ªsica. Se convirti¨® en uno de los entrenadores m¨¢s reconocidos junto a Asa Nikolic, con el que conquist¨® aquel Mundial de 1970, la primera medalla de oro de una selecci¨®n que a partir de entonces marc¨® una ¨¦poca.
Al llegar al Barcelona cambi¨® totalmente la filosof¨ªa del club. ¡°Su idea se basaba en confiar en y formar a los jugadores j¨®venes de la casa y reducir al m¨¢ximo los fichajes¡±, cuenta Portela. Hab¨ªa m¨¢s. Ten¨ªa fama de duro. La justific¨®. Manolo Flores, uno de los l¨ªderes de aquel equipo, as¨ª lo recuerda: ¡°Est¨¢bamos acostumbrados a entrenarnos tres veces a la semana. Con ¨¦l pasamos a entrenarnos cada d¨ªa y en doble sesi¨®n, una por la ma?ana y otra por la tarde¡±. De su confianza en los j¨®venes responde Soloz¨¢bal. ¡°Recuerdo un partido en Madrid en el que me puso de titular, cuando yo era todav¨ªa un junior. Eso era impensable en la mentalidad de cualquier t¨¦cnico de aquella ¨¦poca¡±.
No solo confi¨® en Soloz¨¢bal, sino en una generaci¨®n de juveniles que m¨¢s adelante, en 1981 y con Antoni Serra de entrenador, iba a romper la hegemon¨ªa absoluta del Real Madrid.
Una generaci¨®n sin igual
En ese grupo estaban Epi, Soloz¨¢bal, Sibilio, Ansa y De la Cruz, la base de una de las mejores generaciones, sino la mejor, que ha alumbrado el baloncesto blaugrana. ¡°Para m¨ª, Zeravica fue un gran fichaje de Portela. Apost¨® por algo diferente y signific¨® un cambio en el club¡±, subraya Epi.
Zeravica regres¨® al Partiz¨¢n de Belgrado en 1976 y dirigi¨® una larga lista de equipos, entre los que se incluye el CAI Zaragoza, en el que estuvo en dos etapas, la ¨²ltima concluida en 2003. All¨ª vivi¨® durante largas temporadas con su esposa Zaga, que tambi¨¦n fue jugadora y entrenadora y dirigi¨® al equipo femenino Banco Zaragozano que gan¨® la Copa de la Reina en 1990. Entrenadores de la categor¨ªa de Bozidar Maljkovic, que empez¨® como ayudante suyo en el Estrella Roja, le reconocen como un maestro. En su historial lucen 62 t¨ªtulos. Adem¨¢s del Mundial del 70, tambi¨¦n gan¨® la medalla de oro en los Juegos Ol¨ªmpicos de Mosc¨² en 1980. Dalipagic y Kikanovic eran las estrellas de la selecci¨®n yugoslava.
Zeravica falleci¨® ayer en Belgrado a los 86 a?os. Hab¨ªa sido sometido en 2009 a una operaci¨®n del coraz¨®n despu¨¦s de un infarto. El pasado mes de febrero sufri¨® otro ataque card¨ªaco por el que tuvo que ser hospitalizado. Durante los ¨²ltimos a?os prosigui¨® su labor divulgativa y ha escrito diez libros, el ¨²ltimo titulado La llama del baloncesto.
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