Kawauchi, el funcionario que quiere ganar el Marat¨®n de Nueva York
El atleta japon¨¦s corre este domingo su marat¨®n n¨²mero 52 mientras compagina su trabajo a tiempo completo en un instituto con su lucha por estar en los Juegos de R¨ªo
En el instituto Kasukabe de la prefectura de Saitama, al norte de Tokio, el funcionario que atiende las llamadas y resuelve las dudas de los estudiantes dorm¨ªa este fin de semana en un hotel de Nueva York, donde le esperaba una apretada agenda de entrevistas horas antes de buscar, en dura competencia con los atletas africanos, un puesto entre los mejores en el Marat¨®n de Nueva York, el m¨¢s multitudinario del mundo, en el que el a?o pasado fue und¨¦cimo. En una de ellas recibi¨® a EL PA?S Yuki Kawauchi, de 28 a?os, el corredor japon¨¦s que ha revolucionado el concepto de deportista de alto nivel: trabaja 40 horas semanales, rechaza cobrar de patrocinadores ¡ªen cualquier caso los funcionarios japoneses no pueden recibir dos salarios¡ª, y compite cada a?o en m¨¢s de una decena de maratones, una frecuencia inusitada en un atleta de ¨¦lite, que rara vez superan los tres o cuatro al a?o.
No me gusta depender de sponsors, prefiero tomar mis propias decisiones"
La extrema libertad con que Kawauchi dirige su carrera deportiva, sin entrenador ni patrocinadores y compitiendo cada semana cu¨¢ndo y d¨®nde quiere, no es habitual en un deporte en el que los mejores llevan rigurosos estilos de vida marcados por una triada: correr, comer y dormir, en la que un empleo a tiempo completo era sin¨®nimo de fracaso. ¡°Por ahora me ha funcionado bien as¨ª. No me gusta depender de sponsors, prefiero tomar mis propias decisiones¡±, explica a trav¨¦s de su agente Brett Larner, que hace de traductor y act¨²a de intermediario con las carreras que quieren invitarle. No cobra de ninguna de ellas, solo se permite aceptar los premios que ofrezca la prueba si se los gana sobre el asfalto, y dado que muchas de las invitaciones llegan de fuera de Jap¨®n, emplea la gran mayor¨ªa de sus 25 d¨ªas de vacaciones anuales en estos viajes.
Tan bien le ha ido desde que corriera su primer marat¨®n en 2011, que en Tokio usa gafas de sol para que no le reconozcan por la calle. A la hora de explicar las razones de su popularidad, encuentra dos: ¡°He conseguido estar entre los mejores con un trabajo a tiempo completo y corro muchas carreras en islas y lugares que los grandes atletas no incluyen en sus calendarios¡±. Sobre c¨®mo compagina trabajo y deporte de ¨¦lite, no hay m¨¢s explicaci¨®n que la organizaci¨®n del tiempo que ¨¦l mismo detalla, en la que reconoce que no hay lugar para las relaciones amorosas: ¡°Me levanto a las siete, desayuno, corro, trabajo desde la una de la tarde, como y sigo trabajando hasta las nueve y cuarto de la noche. Llego a casa, ceno, tomo un ba?o y duermo siete horas y media¡±. En total, 140 kil¨®metros semanales repartidos en cinco sesiones de rodajes que califica de ¡°f¨¢ciles¡±, m¨¢s una de velocidad y una carrera a la semana. Un kilometraje muy inferior a los cerca de 200 semanales de la mayor¨ªa de atletas de ¨¦lite, que pueden permitirse doblar sesi¨®n ma?ana y tarde.
?Hasta cu¨¢ndo quieres seguir corriendo? Hasta la muerte¡±
En Jap¨®n, los maratonianos gozan de una alta estima social, algunas pruebas tienen ¨ªndices de audiencia impensables en Europa y sus atletas obtienen buenos resultados internacionales en los 42 kil¨®metros y 195 metros, registros a veces opacados por el dominio africano. Kawauchi acumula ya unas estad¨ªsticas de v¨¦rtigo: fue parte del equipo japon¨¦s que obtuvo la medalla de plata en el Mundial de Daegu 2011, y ha estado en el podio en 31 de los 51 maratones que ha corrido, en 23 ocasiones en lo m¨¢s alto del caj¨®n. Su mejor marca: 2 horas 8 minutos y 14 segundos en Se¨²l 2013.
No tiene un recuerdo claro de la primera vez que corri¨®, pero s¨ª de que entre los 6 y 12 a?os sus padres le llevaban a correr cada d¨ªa y med¨ªan sus progresos con un cron¨®metro. ¡°No creo que buscaran convertirme en atleta, solo que estuviera fuerte y sano¡±. Aunque ahora suele entrenar solo, sus hermanos peque?os, Koki y Toshiki, maratonianos de menor nivel, le acompa?an a veces.
Vestido con austeros ch¨¢ndals fuera de sus horas de trabajo, la risa recurrente del Kawauchi relajado contrasta con las caracter¨ªsticas muecas de dolor que exhibe en los kil¨®metros finales del marat¨®n: dientes apretados, ojos entornados y constante cabeceo. Su capacidad para soportar sufrimiento le lleva a forzar por encima de sus l¨ªmites: recibe atenci¨®n m¨¦dica al acabar muchos de sus maratones, y en alguna ocasi¨®n se desploma poco despu¨¦s de cruzar la meta y es trasladado al hospital para recibir ox¨ªgeno. ¡°Siempre corro con la mentalidad de que si muero en carrera no pasa nada¡±, lleg¨® a decir tras sus primeros ¨¦xitos.
Espero entonces ser una inspiraci¨®n para que atletas m¨¢s j¨®venes sepan lo que puedan conseguir"
Un mes despu¨¦s de Nueva York, correr¨¢ el Marat¨®n Internacional de Fukuoka (Jap¨®n), la primera de una serie de pruebas en las que buscar¨¢ clasificarse para los Juegos Ol¨ªmpicos de R¨ªo, uno de los tres sue?os que le quedan. ?Los otros dos? Ganar una medalla individual en el Mundial de Londres 2017 y correr 100 maratones por debajo de 2 horas 20 minutos. De conseguir esto ¨²ltimo, superar¨ªa ampliamente el r¨¦cord hist¨®rico de 76 fijado por el estadounidense Doug Kurtis en los a?os 80. Si no hay imprevistos, Kawauchi sumar¨¢ este domingo en Nueva York el n¨²mero 52. Casi dos meses despu¨¦s estar¨¢ en Espa?a, uno de sus destinos habituales para acabar el a?o. En 2013 corri¨® la San Silvestre Vallecana y el pasado la Cursa dels Nassos de Barcelona, que tambi¨¦n se celebra cada 31 de diciembre, en la que prev¨¦ repetir este 2015.
La importancia que tiene el marat¨®n en su vida sale a la luz en las dos ¨²nicas respuestas en las que no necesita explayarse. ?Qu¨¦ es el marat¨®n para ti? ¡°Mi vida¡±. ?Hasta cu¨¢ndo quieres seguir corriendo? ¡°Hasta la muerte¡±. En su caso, est¨¢ descartada la rueda de prensa anunciando la retirada. Eso es cosa de profesionales. Kawauchi invoca el esp¨ªritu amateur y rebelde del que no tiene ataduras, pero sabe que el tiempo tambi¨¦n juega en su contra. ¡°Simplemente llegar¨¢ un momento en que mi nivel baje y ya no gane tantas pruebas. Espero entonces ser una inspiraci¨®n para que atletas m¨¢s j¨®venes sepan lo que puedan conseguir¡±. Entre los planes del funcionario de Saitama tambi¨¦n est¨¢ escribir un libro. Tal vez en sus primeras p¨¢ginas leamos sobre un ni?o que corr¨ªa contra los segundos del reloj paterno. Las ¨²ltimas a¨²n est¨¢n por escribir. De su rendimiento este domingo depende el futuro cap¨ªtulo dedicado al Marat¨®n de Nueva York de 2015.
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