Griezmann empuja al Atl¨¦tico ante el Sporting

Con el partido en el descuento, despu¨¦s de un ejercicio de m¨¢s empe?o que juego, cuando el empate ya se daba por hecho, un saque de falta proyectado por God¨ªn y la picaresca de Griezmann para meter la cabeza y anticiparse a Cu¨¦llar, le dieron una victoria ag¨®nica al Atl¨¦tico. El tanto encendi¨® a Simeone, que lo celebr¨® de forma volc¨¢nica. Se fue hasta la bocana del vestuario, se gir¨® hacia las gradas, que le hab¨ªa reprochado el cambio de Carrasco, y alz¨® los brazos. Luego, se fue a God¨ªn al que se comi¨® a besos. El tanto liber¨® a un entrenador picado por las cr¨ªticas recibidas tras el mal partido en Astana. Si tiene parte de responsabilidad en el mal juego del equipo, tambi¨¦n hay que reconocerle esas frases de ¡°siempre hay que creer¡± o "juega cada pelota como si fuera la ¨²ltima". El triunfo fue de esos que reconfortan el discurso ligado a la historia que hizo en la previa el entrenador rojiblanco. Tuvo el Atl¨¦tico trabajo, fue a por el partido y no perdi¨® la fe hasta el final. Desde el esfuerzo y las ganas de ganar fue irreprochable. Desde el juego todav¨ªa tiene mucho que mejorar.

Detr¨¢s del orden defensivo, del sacrificio, del exceso de posesi¨®n o del contragolpe afilado, hay un punto en el que el juego necesita de inventiva, de un gui?o a la habilidad, al truco, al placer de un regate o de un pase filtrado. Eso es un viaje interior hacia las ra¨ªces, si se quiere incluso hasta la libertad del f¨²tbol infantil o de la calle. Y de todo eso tuvo muy poco el Atl¨¦tico en los primeros 45 minutos. Domin¨® para repetir esa cegaz¨®n ofensiva que le acompa?a en los ¨²ltimos partidos. Solo Carrasco, con la intenci¨®n afilada de los extremos de toda la vida se salt¨® esa monoton¨ªa exasperante que poco tiene que ver con la historia del Atl¨¦tico.

Entre el diagn¨®stico que ha hecho Simeone de la falta de gol de sus delanteros est¨¢ la falta de centro de los costados y tambi¨¦n que estos juegan a veces demasiado alejados del ¨¢rea. Centros hubo desde los flancos, pero con una falta de precisi¨®n alarmante, sobre todo en esa primera mitad, nublada del f¨²tbol. A Jackson se le vio mucho en ese primer tramo fuera del ¨¢rea. Ah¨ª fue irreprochable, hizo todo lo que tiene hacer un delantero en esas situaciones. Jug¨® bien de espaldas y alivi¨® el juego hacia los costados. Su problema es el mismo que tiene a su equipo encasquillado. No le encuentran en situaciones de ventaja en el ¨¢rea. Tampoco a Griezmann se le est¨¢ viendo demasiado. Desde su gol en Anoeta ha pesado muy poco. El gol le redime, pero aparece menos. Se mueve entrelineas, pero ese f¨²tbol espeso le deja fuera del radar y con pocas opciones de hace da?o de verdad.

Fue curioso que en medio de ese dominio m¨¢s territorial que futbol¨ªstico, el que merodeara el gol primero fuera el Sporting, que tuvo que reponerse en menos de media hora a las lesiones del mediocentro Sergio ?lvarez y de su delantero Guerrero. Fue este el que hab¨ªa avisado al minuto de juego con una mala entrega de Tiago a Gabi, horizontal en un lugar prohibido con todo el equipo basculado hacia el lado contrario. Men¨¦ndez dispar¨® cruzado a la derecha de Oblak. El meta eslovaco s¨ª que tuvo que emplearse a fondo en la ocasi¨®n con Halilovic. Fue un penalti a la carrera. La pelota le lleg¨® al croata rasa y de frente. Ten¨ªa todo a su favor y lanz¨® un zurdazo a pie cambiado a Oblak. El esloveno hab¨ªa aguant¨® sobre la l¨ªnea en vez de vencerse, lo que le permiti¨® observar el giro de tobillo y la posici¨®n del cuerpo de Halilovic para hacer una de las paradas de la temporada. La reacci¨®n y la mano dura para despejar la pelota fueron antol¨®gicas. Suya fue otra gran parada a un zurdazo de Jony que buscaba la escuadra.

Si el esloveno fue fundamental para el Atl¨¦tico tambi¨¦n lo fue Cu¨¦llar para el Sporting con una doble parada a Griezmann, tras una maniobra virguera de Carrasco. El belga le est¨¢ marcando el camino a Simeone. Cuantos m¨¢s jugadores desequilibrantes alinee m¨¢s opciones de superar ese bache de juego ofensivo que tiene al equipo metido en dudas.