Sergio Ramos marca y se da?a el hombro

Unai Emery aprendi¨® la lecci¨®n del partido ante el Manchester City. Se descubri¨® tanto ante el gigante ingl¨¦s que acab¨® vapuleado, pues lo super¨® en todos los aspectos del juego. Ante el matem¨¢tico Madrid de Rafa Ben¨ªtez, que por ejemplo coloca a Sergio Ramos de central derecho solo para ejecutar la jugada del saque de centro, opt¨® por un repliegue intensivo, defendiendo al borde de su ¨¢rea. En ese bosque le toc¨® moverse a Bale, que volvi¨® al equipo en la primera ocasi¨®n que tuvo Ben¨ªtez de ponerlo tras su lesi¨®n. No estuvo mal como delantero centro. O, si cabe el t¨¦rmino, como falso delantero centro, posici¨®n en la que se mueve a la perfecci¨®n Cesc.

El gal¨¦s intercambi¨® en muchas ocasiones su posici¨®n con Cristiano Ronaldo, que no se encuentra en su mejor momento, pero el que marc¨® fue Sergio Ramos, quien en su impresionante movimiento se dej¨® el hombro en el S¨¢nchez Pizju¨¢n al apoyarlo sobre el c¨¦sped. El golazo del camero, imperial en un cruce ante Immobile unos minutos antes, dej¨® mudo Nervi¨®n, que, sin embargo, suspir¨® cuando el sevillano se tuvo que retirar lesionado al resentirse de una lesi¨®n muy delicada, una luxaci¨®n que provoca un dolor terrible. De hecho, el zaguero ha jugado infiltrado varias ocasiones en la actual temporada.

Sergio aguant¨® en el campo desde el minuto 22, cuando marc¨®, hasta el 31, momento en que fue sustituido por su compa?ero Varane. Ben¨ªtez mostraba su desesperaci¨®n en la banda. No celebr¨® el tanto el andaluz, cuya lesi¨®n supone un duro contratiempo para la selecci¨®n ante sus pr¨®ximos compromisos amistosos contra Inglaterra y B¨¦lgica y, sobre todo, establece una inc¨®gnita en cuanto a su participaci¨®n en el cl¨¢sico ante el Barcelona. Es el primer gol del campe¨®n del mundo en la actual Liga, de indudable belleza y complejidad t¨¦cnica.

Ramos se despidi¨® del S¨¢nchez Pizju¨¢n como si fuera un torero. Aplaudido por la mayor¨ªa del estadio y tambi¨¦n silbado por una parte de la afici¨®n que sigue sin perdonarle su marcha al Madrid a pesar de que ya han transcurrido m¨¢s de 10 a?os de su adi¨®s. No le importaron a Sergio esos pitos, que se march¨® al centro del campo, se gir¨® y comenz¨® a aplaudir a la que fue su gente. Incluso apunt¨® con sus aplausos a la parte de la grada que la tom¨® con ¨¦l.

Fue salir Ramos del campo y variar el rumbo de un partido que el Madrid dominaba sin contemplaciones. Sin el alma de su defensa, el equipo de Ben¨ªtez comenz¨® a sufrir ante un rival que decidi¨® salir de su marasmo. Hasta el punto de que Ciro Immobile pudo aprovechar una jugada de estrategia del conjunto andaluz para anotar el empate. El Sevilla se hizo hombre cuando el camero estuvo fuera, pues su equipo se hizo endeble y vulnerable. Entonces, el hombro de Sergio cruj¨ªa en los vestuarios del S¨¢nchez Pizju¨¢n, cuando intentaba mover su articulaci¨®n da?ada. Le tocar¨¢ descansar, sin poder visitar a sus amigos de Camas, incluido alg¨²n torero con el que se deleita toreando de sal¨®n. El que tendr¨¢ que torear, y mucho, ser¨¢ Ben¨ªtez si su l¨ªder no puede jugar el cl¨¢sico ante el Barcelona. Entonces jugar¨¢n de inicio James y Benzema, piezas b¨¢sicas de este Madrid de laboratorio. La del cl¨¢sico, no obstante, ser¨¢ otra historia.