¡®Punteirolo¡¯
Mi carrera futbol¨ªstica se construy¨® desde la u?a. Era el chico de la punterita cuando mi padre me se?alaba a otros padres, y el u?ero para esos padres y el resto del campo. Llegu¨¦ a explotar tanto mis virtudes que la u?a del dedo gordo del pie empez¨® a desarrollar sensibilidad. La dejaba larga y la cuidaba en el vestuario, a veces abrillant¨¢ndola, antes de depositarla en la bota y alojarla en la puntera como una delicada pieza de relojer¨ªa. Todo lo hac¨ªa desde la u?a, aunque para los cambios de juego tambi¨¦n necesitaba sacar la lengua y morderla. Mis punteirolos eran tradici¨®n en Baltar de Arriba. Un d¨ªa el ¨¢rbitro, cansado, me orden¨® salir del campo a por el bal¨®n. Recuerdo subir a toda prisa al monte que estaba detr¨¢s de la porter¨ªa para que mi equipo no marcase en mi ausencia.
A veces, cuando no ten¨ªa recursos, usaba el interior. No he conocido a nadie que golpease el interior con m¨¢s estilo que Estanislao Iglesias Tub¨ªo (¡°?Tub¨ªo ou Tob¨ªo? E que tiven a un rapaz que era Tob¨ªo¡±, le dec¨ªa en cada clase, ocho a?os seguidos, el profesor don Camilo). Estanis se colocaba en la banda del campo del S¨¢nchez Cant¨®n esperando la pelota para centrar. Y era tal su estilo, colocaba de forma tan teatral el cuerpo, dej¨¢ndose caer hacia atr¨¢s para dramatizar el efecto rosca, que un d¨ªa se desplom¨® en el cemento y se abri¨® la cabeza, y yo al ver el bal¨®n suelto fui hacia ¨¦l y solt¨¦ un u?azo contra las ventanas de la cafeter¨ªa.
La u?a ha sido siempre el desprestigio, pero yo recuerdo goles emblem¨¢ticos con ella, uno de Ronaldo en Corea. Los u?eros, los raritos del recreo, a los que no llamaban montunos los acad¨¦micos que usaban el exterior, deber¨ªan de empezar a ser tomados en serio. Esa especie de anticalidad ya tiene un fundamento cient¨ªfico. Una empresa australiana ha desarrollado una bota pionera que termina en punta plana. La bota se llama Serafino 4th Edge. Las tesis de la empresa reconoce que hasta ahora s¨®lo se pod¨ªa golpear al bal¨®n con interior, exterior y empeine. Con la puntera el bal¨®n ten¨ªa menos control, los dedos se estropeaban y el disparo ten¨ªa menos fuerza.
La u?a ha sido siempre el desprestigio, pero hay goles emblem¨¢ticos con ella, uno de Ronaldo en Corea
Esta bota est¨¦ticamente es el horror, en consonancia con el golpeo de u?a, pero mejora la eficacia del futbolista con su pierna mala y le da ¡°precisi¨®n, poder y un disparo mucho m¨¢s r¨¢pido¡±, seg¨²n dijeron los dise?adores a la revista Kickstarter. Para los que disfrutamos de partidos ultradefensivos, balones a la olla, disparos sin venir a cuento y jugadores muy primarios esta bota nos representa, y en cuanto se comercialice yo empezar¨¦ a salir de casa con ellas.
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