Bailando con ballenas piloto

Cuando Miguel Lozano se sumergi¨® entre las ballenas piloto en las c¨¢lidas aguas canarias de La Gomera se sinti¨® analizado permanentemente por un ojo que segu¨ªa todos sus movimientos, su silencioso buceo en apnea, sin botella de ox¨ªgeno. ¡°Era una sensaci¨®n extra?a y agradable¡±, dice el subcampe¨®n del mundo de apnea profunda. ¡°Cada vez que buceaba, en periodos no m¨¢s largos de dos minutos y a muy poco profundidad, me sent¨ªa parte de la familia, aceptado por los cet¨¢ceos. Pero si una cr¨ªa se mov¨ªa, se acercaba enseguida el macho para fijarte sus l¨ªmites. Te dejan estar entre ellos pero te recuerdan que es su territorio¡±.

Lozano, capaz de haza?as tremendas y de sumergirse a las profundidades m¨¢s oscuras hasta que sus pulmones est¨¢ a punto de reventar, es un habitante del mar como las ballenas piloto, o delfines calderones, primas hermanas de las orcas, que viven apaciblemente, comiendo calamares en familia, en el Atl¨¢ntico canario. ¡°Solo en Canarias y en Haw¨¢i hay poblaciones permanentes, familias completas en r¨¦gimen matriarcal con una estructura social compleja, que de alguna manera los asemeja a nosotros como seres no humanos en lo m¨¢s alta de la evoluci¨®n sobre los oc¨¦anos¡±, dice Lozano, que se lanz¨® hace un par de semanas a bailar con ellos, mam¨ªferos que alcanzan los cinco metros de eslora y dos toneladas y medio de peso, para recordar a la sociedad que a los calderones que migran todos los a?os les esperan cerca del c¨ªrculo polar ¨¢rtico los habitantes de las Islas Feroe para emboscarlos y cazarlos en un ritual sangriento que repiten desde hace m¨¢s de 1.000 a?os. ¡°Para nosotros, los que nos hacemos llamar seres humanos, es la gran responsabilidad de salvaguardar no solo su supervivencia sino tambi¨¦n su bienestar¡±.

Los calderones llegan a muy viejos, hasta los 60-70 a?os de vida y mantienen lazos familiares y amistades de por vida, fortalecidos por largos per¨ªodos en superficie, con una apretada agenda social.

Cerca de ellos, del buceador y de las ballenas a las que desconcierta ver sumergidas entre ellas, acostumbradas solo a ver objetos flotantes en la superficie, por encima, al buzo y sus aletas, otro buzo, Rafa Herrero, tambi¨¦n en apnea, lo filma todo con una c¨¢mara de cine digital Red Epic Dragon a 6K, que ofrece seis veces m¨¢s resoluci¨®n que la alta definici¨®n. ¡°Las ballenas piloto son prodigios de la evoluci¨®n capaces de alcanzar los 30 kil¨®metros por hora en apneas a 1.000 metros de profundidad¡±, dice Lozano, quien en sus inmersiones estuvo tentado de seguirlas hacia las profundidades. ¡°Pero entonces estar¨ªamos muy oscuros para filmarnos, y para apreciar la belleza y la armon¨ªa es necesaria siempre la luz¡±.

Bailando con ballenas piloto