El Atl¨¦tico ya es segundo

Ah¨ª est¨¢ el Atl¨¦tico, segundo clasificado, triunfador en el Benito Villamar¨ªn, fiero en el primer tiempo, algo m¨¢s tibio en el segundo, pero siempre con el suficiente empaque para imponerse a un Betis muy digno, que aguant¨® el chaparr¨®n como pudo y que acab¨® roto, muriendo en el ¨¢rea del Atl¨¦tico, con uno menos por la lesi¨®n de Digard, con su portero Ad¨¢n tambi¨¦n lesionado en el banquillo. Recuper¨® el Atl¨¦tico las buenas sensaciones, las que emanan de un equipo de fuerte f¨ªsico y buen f¨²tbol, el que emana de jugadores como Koke, hasta que se cans¨®, y de Carrasco. Bien tambi¨¦n Fernando Torres y muy fall¨®n Griezmann, que err¨® varias ocasiones claras. El principal defecto del Atl¨¦tico fue precisamente su falta de eficacia, ya que debi¨® sentenciar el partido para no pasar ning¨²n apuro. El Betis, con 10, pele¨® hasta el final, aupado por los errores del Atl¨¦tico, que no supo sentenciar.

El equipo andaluz, en su casa, prosigue con su horrible racha. Sum¨® su cuarta derrota consecutiva y, realmente, no se sabe muy bien a qu¨¦ juega. Pedirle, no obstante, que compita en igual de condiciones ante el Atl¨¦tico es demasiada empresa para los andaluces. Solo el paso del tiempo confirmar¨¢ si el Atl¨¦tico puede pelear por el t¨ªtulo. De momento, ah¨ª est¨¢, por delante del Madrid, a cuatro puntos del Barcelona, con camino libre para so?ar.

Ajeno a la milonga del partido a partido con el que Simeone obsequia a la prensa, en la pizarra del vestuario del Atl¨¦tico se debi¨® escribir bien grande y claro que un triunfo en el Benito Villamar¨ªn supon¨ªa alcanzar la segunda plaza, superar al Madrid y demostrar, al fin y al cabo, que el Atl¨¦tico es hoy por hoy la ¨²nica alternativa para intentar desmontar la hegemon¨ªa del imperio blaugrana. Evidentemente, el conjunto madrile?o no dispone de las armas de largo alcance de los catalanes, pero potencia con sapiencia las suyas. Se not¨® desde el primer minuto que el Atl¨¦tico ten¨ªa hambre, que no ha perdido las premisas b¨¢sicas imbuidas por su entrenador y que sali¨®, en definitiva, a comerse al Betis. Fuerte en el centro del campo e impenetrable en defensa, el Atl¨¦tico goz¨® tambi¨¦n con el buen momento de Carrasco y el f¨²tbol fluido y ambicioso de Koke. Lo mejor, sin duda, la presi¨®n adelantada con la que el Atl¨¦tico desmont¨® el chiringuito montado por Pepe Mel. El t¨¦cnico del Betis, consciente de sus limitaciones y del poder¨ªo f¨ªsico del Atl¨¦tico, inabordable con espacios, blind¨® su centro del campo con la presencia de Digard, Xavi Torres y Ndiaye. Est¨¢ bien poblar el centro del campo. Lo malo para el Betis es hacerlo con futbolistas incapaces de sortear las trabas que un equipo como el Atl¨¦tico pone en el camino.

A Xavi Torres se le aparecieron todos los fantasmas en la presi¨®n de Koke y Carrasco. Koke marc¨® y el equipo verdiblanco volv¨ªa a recibir en casa un gol en los primeros minutos, un defecto que no logra arreglar aunque en esta ocasi¨®n el tanto fuera m¨¦rito del Atl¨¦tico. Sufri¨® mucho el Betis, incapaz de tener el bal¨®n, sin capacidad para acercarse al ¨¢rea de Oblak. El Atl¨¦tico jugaba c¨®modo, con Filipe Luis muy activo, ganador en cada choque, fresco en la salida del bal¨®n y con la punta de velocidad que siempre le pone Fernando Torres, que hizo olvidar al lesionado Jackson. Impotente, el Betis respiraba en alguna carrera de Joaqu¨ªn, sin que Rub¨¦n Castro apareciera. Solo le falt¨® al Atl¨¦tico aumentar la ventaja en el marcador, algo que tuvo a su alcance. En especial, en una pared de Torres con Griezmann que dej¨® al franc¨¦s solo ante Ad¨¢n. Extra?o fallo el del franc¨¦s, como tambi¨¦n el de Carrasco, tambi¨¦n solo contra Ad¨¢n. Magn¨ªfica la aportaci¨®n del belga, un futbolista el¨¦ctrico, que amarg¨® a Piccini.

La mejor noticia para el Betis fue llegar al tramo final perdiendo solo de uno. Entr¨® Dani Ceballos y el Atl¨¦tico baj¨® el pist¨®n, con Griezmann algo ausente y Tiago m¨¢s perdido.

Tuvo una ocasi¨®n Cejudo, bien resuelta por Oblak, y el Atl¨¦tico sigui¨® perdonando. De nuevo Griezmann, al que Bruno le hizo luego un penalti que el colegiado no vio para tirar m¨¢s tarde al palo. Fall¨® tantos goles el Atl¨¦tico que le dio vida al Betis, pele¨®n hasta el final en inferioridad y con el orgullo herido.