El Valencia cae ante el Zenit y se complica el pase a octavos

El Zenit de San Petersburgo, un equipo correcto con tres solistas de lujo como Witsel, Danny y Hulk, derrot¨® con sencillez a un Valencia indefinido, carente de estilo y alma. El conjunto ruso ha hecho pleno con cinco victorias en los cinco encuentros disputados, que dice mucho de la escasez de empaque del grupo. Con seis puntos y a falta de una jornada, el equipo de Nuno cuenta con opciones de clasificarse. Con m¨¦rito escaso.

Cuesta encontrar alguna virtud al actual Valencia al que el Zenit le pareci¨® un Goliat. El grupo de Nuno ha perdido prestaciones defensivas y ofensivas de la temporada pasada a la actual, sin solvencia alguna en las ¨¢reas su predominante virtud en el curso anterior. Cierto que Otamendi, vendido en el verano al City, amplificaba las prestaciones en ambas porter¨ªas. Abdennour no es el central argentino ni Vezo es Mustafi, ausente ante el Zenit por lesi¨®n.

Rafa Mir ha pasado de jugar la Champions juvenil a la de los mayores. A sus 18 a?os, el delantero de 189 cent¨ªmetros fue requerido por Nuno para el trascendente partido ante el Zenit. Sin haberse estrenado en Primera, debutaba Mir en el Valencia y en La Liga de Campeones escorado en el costado izquierdo. El proyecto millonario de Lim necesitado de un juvenil para seguir en la Champions.

Anunci¨® Villas- Boas que iba a ceder el esf¨¦rico al Valencia para intentar cazarle a la contra, como hizo en el partido disputado en Mestalla. Entend¨ªa el t¨¦cnico portugu¨¦s del Zenit que le resultaba m¨¢s conveniente que el conjunto che se confiara con un dominio ficticio. Los problemas del Valencia para inventar son tan patentes como alarmantes. Al Zenit no le hizo falta ce?irse a su plan estrat¨¦gico, incapaz el equipo de Nuno de hilvanar tres pases consecutivos, de asociarse con sentido, sin verticalidad alguna.

El f¨²tbol es la suma y la resta de aciertos y errores. En lo que va de curso el Valencia falla m¨¢s que atina, problema m¨¢s evidente en su propia ¨¢rea, falto de contundencia y a pesar de Dom¨¦nech, vendido en los dos goles que recibi¨® en la fr¨ªa noche de San Petersburgo. Al cuarto de hora, Rub¨¦n Vezo no coordin¨® su salto en el intento de despeje y el esf¨¦rico cay¨® a los pies de Hulk que cedi¨® al gigante Dzyuba que habilit¨® un pase filtrado para Shatov acertara a batir a Dom¨¦nech, vencido ante el atacante ruso.

Casi sin propon¨¦rselo, el Zenit adquiri¨® ventaja en el partido. Y se repet¨ªa la historia del choque precedente entre ambos equipos en Mestalla. Cancelo parec¨ªa un alev¨ªn frente al potente Hulk. Las coberturas de Vezo tampoco eran eficientes. El ataque ruso resultaba tan din¨¢mico como intensivo su repliegue. Su intenci¨®n era dominar las ¨¢reas, no controlar el partido. El Valencia era incapaz de inquietar al Zenit, parsimonioso y previsible en el despliegue.

En dos acciones de Alc¨¢cer en el ¨¢rea de Lodigyn al final del primer acto el equipo de San Petersburgo qued¨® alertado. El peligro del Valencia radicaba en su necesidad no en su propuesta. El Zenit se repleg¨® conscientemente en la segunda mitad acumulando efectivos en torno a su ¨¢rea, c¨®modo ante la falta de creatividad de un Valencia m¨¢s intenso y decidido, con escasos recursos ofensivos. Si los tiene el Zenit. Percuti¨® Danny por el centro de la defensa valencianista desmontada en dos paredes para que Dzyuba marcara a placer. El Valencia se qued¨® sin respuesta. La Champions peligra.