Bienvenido se?or Messi

Luis Su¨¢rez sigue marcando goles, bonitos y feos, siempre a punto y resolutivo, en partidos f¨¢ciles y dif¨ªciles, y Neymar contin¨²a exhibiendo su excelente surtido de gestos t¨¦cnicos, al inicio y al final de cada encuentro, tan desequilibrante en el regate e inalcanzable en la carrera como impreciso desde el punto de penalti, err¨¢tico ante Szczesny. Ambos mantuvieron su cartel de figuras la noche en que despu¨¦s de dos meses reaparec¨ªa Messi en el Camp Nou. Ning¨²n futbolista calza mejor en el juego azulgrana que el 10. El club es tan afortunado como el futbolista, ayer titular y capit¨¢n, l¨ªder de un Bar?a que gole¨® al Roma.

Acab¨® tocando muy bien el Bar?a sin Messi, como ya se vio en el Bernab¨¦u, y fue todav¨ªa m¨¢s equipo con Messi. La diferencia es que la Roma no es el Madrid. Los italianos, diezmados por las lesiones de sus extremos, dimitieron de manera escandalosa ante un adversario en plena forma, muy serio desde la alineaci¨®n ¡ªsolo faltaba Iniesta¡ª, ya clasificado como l¨ªder para los octavos de la Champions. La noche hubiera sido redonda si no hubiera sido por la lesi¨®n de Sergi Roberto y el penalti fallado por Neymar. El tridente regres¨® con un marcador de impacto: 6-1.

El Bar?a se divirti¨® con la Roma. Jug¨® f¨¢cil y alegre, tan c¨®modo que anduvo por el Camp Nou como Pedro por su casa, la cancha abierta de porter¨ªa a porter¨ªa, sin noticias de la Roma. Las ocasiones ca¨ªan sin parar y al poco de cumplirse el cuarto de hora ya ganaban los azulgrana por 2-0. Hubo un momento en que se levant¨® un hincha de tribuna y pregunt¨®: ?Qui¨¦nes son los blancos? No parec¨ªan un equipo de f¨²tbol porque ni jugaban ni pegaban, tampoco defend¨ªan y menos atacaban, ni siquiera protestaban al tr¨ªo arbitral, concentrado exclusivamente en decidir si hab¨ªa o no fuera de juego en cada ataque del Barcelona.

A Busquets, siempre serio y muy puesto como medio centro, incluso se le escap¨® la risa despu¨¦s de poner dos pelotas de gol en dos minutos, ambas para Messi. No atin¨® entonces el 10. No hab¨ªa planteada m¨¢s cuesti¨®n que sincronizar el pase y el desmarque para enfrentar a Szczesny. La conexi¨®n lleg¨® cuando Neymar se visti¨® de centrocampista y profundiz¨® para Alves, asistente del liquidador Luis Su¨¢rez: 1-0. El segundo lleg¨® poco despu¨¦s en una combinaci¨®n deliciosa del uruguayo con Messi, un tuya m¨ªa que acab¨® el argentino con una vaselina saludada por Alves. A nadie se le ocurri¨® negar el gol al 10.

Espantada al inicio, destensada despu¨¦s y siempre relajada por el empate del Bayer con el Bate, resultado que avala sus opciones de clasificaci¨®n, la Roma se convirti¨® en un adversario invisible para el Bar?a. Aunque su presi¨®n era alta, su f¨²tbol no ten¨ªa agresividad, mucho menos intensidad, inocua en el fr¨ªo Camp Nou, que solo se irrit¨® como ya es costumbre cuando son¨® el himno de la Champions, momento en que la rechifla se mezcl¨® una jornada m¨¢s con las estelades, siempre numerosas en el estadio del Bar?a. La falta de tensi¨®n competitiva acab¨® por destemplar al plantel de Luis Enrique.

Piqu¨¦ tom¨® una tarjeta y m¨¢s tarde fue amonestado Busquets. El ritmo baj¨®, disminuy¨® tambi¨¦n la velocidad de la pelota, ya nadie jugaba al espacio ni se ajustaban los env¨ªos de los medios con las recepciones de los delanteros y el partido se puso tonto, cosa que conven¨ªa a la Roma. Nada distrae, sin embargo, a Su¨¢rez. El ariete caz¨® a la media vuelta un remate incontestable tras un rechazo a tiro de Neymar y puso el 3-0. Nada atemper¨® la voracidad del tridente, que sigui¨® repicando en el marco de Szczesny, ya con Samper en el campo en el sitio de Busquets.

Hubo tiempo de sobras para que Piqu¨¦ marcara el gol que persegu¨ªa desde el Bernab¨¦u antes de ser sustituido ante el clamor de la hinchada; tambi¨¦n para que Ter Stegen sacara un brazo de gigante a un tiro de Falque y le parara un penalti a Dzeko; no falt¨® tampoco un segundo gol de Messi, precedido de un virguer¨ªa de Neymar ¡ªun control con la espuela¡ª; y se vio incluso c¨®mo el 10 se replegaba hasta su ¨¢rea para tirar a Iturbe antes de que apuntara a la meta del Barcelona. Solo falt¨® el gol de Neymar, invitado por Messi a tirar un penalti que el brasile?o fall¨®, neutralizado por el portero y remachado despu¨¦s por Adriano.

No hay manera de meter un penalti en la porter¨ªa del Gol Norte, y tampoco resulta sencillo mantener el marco propio a cero ¡ªDzeko acab¨® por batir a Ter Stegen¡ª detalles que apenas tuvieron peso en un partido relajante para el Barcelona y marcado por la reaparici¨®n a la carta del 10. Bienvenido se?or Messi.