M¨¢laga y Granada empatan en un derbi de locos

Caprichoso por naturaleza, el f¨²tbol depar¨® un loco derbi regional en La Rosaleda. Fue mejor el M¨¢laga, sobre todo en un segundo tiempo que jug¨® en inferioridad por la injusta expulsi¨®n de Tissone. Los de Javi Gracia ganaban 2-0 y volaban con uno menos, hasta que le perdonaron la vida al Granada. Sandoval movi¨® el banquillo y El Arabi y Rochina obraron un empate impensable en dos espl¨¦ndidos remates de cabeza en los ¨²ltimos cinco minutos. Gracia no se lo cre¨ªa, como tampoco los aficionados malaguistas. Un castigo duro para el M¨¢laga, que no pasa por su mejor momento. Un alivio para un Granada que hizo un partido catastr¨®fico durante 85 minutos, hasta que El Arabi le insufl¨® vida. En un aluvi¨®n de idas y venidas, el tramo final del partido fue un aut¨¦ntico carrusel de ocasiones por parte de los dos equipos. El empate premia, no obstante, al Granada. Deja muy tocado a este M¨¢laga que no reacciona, a pesar de jugar un gran segundo tiempo, con el joven Fornals a buen nivel. Su desconexi¨®n de cinco minutos result¨® letal, como efectivos fueron los cambios de Sandoval. Tras un encuentro p¨¦simo, Foulquier, Rochina y El Arabi le cambiaron la cara al Granada.

Est¨¢ el ambiente triste en M¨¢laga. El proyecto del jeque hace tiempo que naufrag¨® y el equipo refleja en el terreno de juego el desorden que se vive en el mando del club. Javi Gracia hace lo que puede con una plantilla limitada, a la que le cuesta un mundo hacer un gol, presa de sus carencias. El M¨¢laga, no obstante, tiene un grupo de jugadores de una enorme profesionalidad, como el caso de Recio, que fue a presionar un bal¨®n que Rober sacaba del ¨¢rea del ¨¢rea del Granada en la ¨²ltima jugada de la primera mitad. Gan¨® el bal¨®n Recio para pasarlo a Miguel Torres. El centro del lateral encontr¨® un remate perfecto de Charles, con lo que el M¨¢laga se iba al descanso con un gol que val¨ªa su peso en oro. Fue la ¨²nica jugada potable de un primer tiempo lamentable, donde llam¨® la atenci¨®n la falta de empaque del Granada, que se limit¨® a verlas venir, en espera de alguna acci¨®n de Success, demasiado rendido a una individualidad de Pe?aranda, que dio dos buenos regates en los primeros 10 minutos para luego perderse.

Ante la falta de acierto del M¨¢laga y el poco inter¨¦s del Granada, el partido result¨® complicado de digerir. Si alguien se la jug¨® fue el M¨¢laga, que, al menos, lo intentaba. Con el Granada defendiendo con cierto orden, el M¨¢laga acusaba una barbaridad su falta de gol, como se ha demostrado a lo largo de una temporada en la que no hab¨ªa marcado en 10 de 12 jornadas. Hasta que Rober cometi¨® un error infantil en la salida del bal¨®n y Charles espant¨®, con un fant¨¢stico remate de cabeza, muchos de sus fantasmas.

El M¨¢laga se qued¨® con 10 a los ocho minutos de la segunda parte. Una segunda amarilla a Tissone que solo el ¨¢rbitro vio y que, sin embargo, obr¨® un efecto perverso en el Granada. El M¨¢laga se vino arriba, anot¨® un gran segundo gol protagonizado por el joven Fornals y se dirig¨ªa a un final pl¨¢cido y feliz. Entonces llegaron cinco minutos de tremendo castigo para el M¨¢laga y de felicidad para el Granada. Dos golazos espl¨¦ndidos que marchitaron el esp¨ªritu de un equipo tocado, muy tocado. Un resultado de los que duelen, por las formas, y que provocan un quebradero de cabeza. Malos tiempos para el M¨¢laga.