El Eibar regala un punto al Valencia
El equipo azulgrana malgasta su buen f¨²tbol, un penalti y la superioridad num¨¦rica ante un rival muy desorientado (1-1)
Era tal el dominio del Eibar sobre el Valencia que el partido ten¨ªa las constantes vitales relajadas. En todas las l¨ªneas, en todos los mano a mano, en la pizarra y en el campo, el equipo de Mendilibar demostraba su superioridad sobre un rival acomplejado y nada creativo en el centro del campo. El ingl¨¦s Gary Neville, que debutaba en Liga como entrenador del Valencia, decidi¨® poblar el centro del campo con futbolistas acomodados cuando no desorientados, a los que solo Andr¨¦ Gomes consegu¨ªa activar de vez en cuando.
EIBAR, 1 - VALENCIA, 1
Eibar: Riesgo; Capa, Dos Santos, Ramis, Junc¨¤; Keko (Hajrovic, m. 88), Escalante, Dani Garc¨ªa, Sa¨²l Berj¨®n (Inui, m. 84); Enrich y Bast¨®n (Adri¨¢n, m. 78). No utilizados: Irureta, Pantic, Arruabarrena, Luna y Adri¨¢n.
Valencia: Jaume; Barrag¨¢n (Negredo, m. 75), Mustafi, Abdennour, Orb¨¢n; Javi Fuego; Cancelo, Danilo (Gay¨¢, m. 68), Andr¨¦s Gomes, De Paul (Piatti, m. 45); y Alc¨¢cer. No utilizados: Ryan, Rub¨¦n Vezo, Santos y Santi Mina
Goles: 1-0. Sergi Enrich. 1-1. M. 85. Junc¨¤, en propia puerta.
?rbitro: Gonz¨¢lez Gonz¨¢lez. Expuls¨® a Orban (m. 63) por golpear a Dani Garc¨ªa, y a Ramis por derribo a Alc¨¢cer (m. 92). Amonest¨® a Dos Santos, Capa, Junc¨¤ y Javi Fuego.
Unos 6.000 espectadores en Ipurua.
A cambio, el Eibar era verticalidad pura especialmente por la banda derecha, donde Keko y Capa eran flechas poderosas para un escudo tan d¨¦bil como el de Lucas Orban. Rodrigo de Paul renunci¨® a acudir en su ayuda y el Eibar horad¨® esa banda hasta que Sergi Enrich caz¨® el gol en el en¨¦simo centro de Keko. Se bordeaba el descanso cuando llego el gol, pero bien pudo haber llegado cuando un centro de... Keko dio en el brazo de Mustafi (penalti no se?alado) y a poco se convierte en autogol. O cuando Enrich remat¨® a bocajarro un centro de... Keko y Jaume, en un alade de reflejos, repeli¨® contra el poste.
Ni una sola vez remat¨® a porter¨ªa el Valencia en toda la primera mitad, porque Alc¨¢cer era un n¨¢ufrago apresado por los defensas del Eibar y porque su multitud de centrocampistas no ten¨ªan ninguna ambici¨®n ofensiva. Solo las intenciones de Andr¨¦ Gomes le encend¨ªan el alma, cuando consegu¨ªa zafarse de la presi¨®n pegajosa de Escalante y Dani Garc¨ªa, sobresalientes en actitud.
Tras el descanso, Neville retir¨® a De Paul, cuya presencia era solo testimonial, y dio entrada a Piatti, es decir m¨¢s velocidad y compromiso en el juego ofensivo y defensivo. El Eibar dio un paso atr¨¢s y toc¨® el cielo cuando en un salto de Orban y Dani Garc¨ªa, el azulgrana se fue al suelo dentro del ¨¢rea y el ¨¢rbitro decret¨® penalti y expulsi¨®n. No era la tarde de Orban, pero s¨ª la de Jaume Domenech, que repeli¨® el lanzamiento de Sa¨²l Berj¨®n y el posterior remate de Borja Bast¨®n se march¨® alto. El Valencia se lami¨® todas las heridas. Quedaba media hora y resucit¨® a medida que los cambios le iban dando la actitud requerida. Es lo que tiene hacer de la necesidad virtud.
Cierto que el gol del empate lleg¨® en una acci¨®n embarullada, cuando Negredo meti¨® un bal¨®n en el ¨¢rea peque?a y entre Junc¨¤ y Andr¨¦ Gomes lo llevaron a la red descolocando la salida de Riesgo, que esperaba un remate y no un rebote. Demasiado castigo para un Eibar tan superior y demasiado premio para un Valencia tan chato en su juego, en un partido tan desigual. Pero ya se sabe que es caprichoso el azar. Un remate a porter¨ªa (o mejor, un rebote) le dio un punto al Valencia que incluso tuvo en su bota la ¨²ltima jugada del encuentro: un libre directo de Alc¨¢cer que se march¨®... fuera, cuando el Eibar ya jugaba con diez por justa expulsi¨®n de Ramis al derribar a Alc¨¢cer. El destino no se juzga: se disfruta o se padece.
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