L¨ªder Griezmann, col¨ªder Atl¨¦tico

El ca?¨®n que Griezmann tiene en su pierna izquierda y esa versi¨®n de equipo machac¨®n, que le da igual que se juegue poco o mucho mientras que le hagan poco da?o y rentabilice las ocasiones, han aupado al? Atl¨¦tico al coliderato. Ante un gran Athletic, que no mereci¨® la derrota, con la emotiva presencia de Ra¨²l Garc¨ªa, al que le ven¨ªa al pelo el Agradecido carabanchelero de Rosendo que tron¨® por la megafon¨ªa, fue Griezmann el que marc¨® la diferencia definitiva con ese disparo atronador y certero. Su liderazgo como el futbolista rojiblanco m¨¢s determinante es incuestionable.

Simeone cambi¨® de inicio ese 4-1-4-1, con Gabi de pivote, que tan buen resultado le ha dado. Esta vez prefiri¨® empezar con Koke y Gabi en el medio, Sa¨²l a la derecha y Carrasco a la izquierda, con Vietto y Griezmann como pareja de ataque. Valverde le respondi¨® con un 4-4-2, con Ra¨²l Garc¨ªa barriendo por detr¨¢s de Aduriz y por delante de su l¨ªnea de centrocampistas.

De la intensidad esperada y los grilletes t¨¢cticos result¨® un partido para masticarlo, de esos en los que todo parece tener trascendencia, aunque la pelota estuviera en el medio del campo. Por momentos fue una batalla en cada movimiento con y sin bal¨®n de uno y otro equipo. Cualquier desajuste en las posiciones marcadas, cualquier mala entrega pod¨ªa traducirse en riesgo. Gim¨¦nez hizo dos para desesperaci¨®n de su t¨¦cnico. Est¨¢ el chico con cierta falta de serenidad. Donde antes hab¨ªa un central sobrio en la salida de bal¨®n ahora hay uno que parece sentirse cuestionado y tambi¨¦n atosigado por el buen hacer de Savic cuando le ha suplido. Est¨¢ Gim¨¦nez en uno de esos puntos clave en la carrera de un futbolista joven. Hasta ahora le hab¨ªa ido todo rodado. Ahora tiene que lidiar con esas dudas y ver si es capaz de sac¨¢rselas de encima.

No se encontr¨® el Atl¨¦tico a gusto en ese pantanal t¨¢ctico. Sin poder dominar los espacios como le gusta ni arrinconar al Athletic con la presi¨®n alta porque con el 4-4-2 no la ejecuta tan bien, se parte m¨¢s. S¨ª se manej¨® bien el Athletic, muy sencillo, pero con la ruta del juego en la cabeza muy clara.

Ah¨ª emergi¨® Be?at, que a veces parece un centrocampista de otra ¨¦poca por la templanza y los tiempos con los que trata de jugar. Durante muchas fases ¨¦l marc¨® ¨¦l ritmo e hizo da?o batiendo l¨ªneas con pases filtrados. Incluso se le vio sacar una falta al ¨¢rea con el exterior, una suerte perdida y al alcance de muy pocos.

Con esa din¨¢mica, fue el Athletic el que tuvo la primera gran ocasi¨®n. Un pase largo de Laporte lo pinch¨® Aduriz, que de seguido enhebr¨® una vaselina que con otro portero de menos envergadura hubiera sido gol. La exquisita y punzante maniobra, que acab¨® en saque de esquina, confirm¨® que est¨¢ de dulce y que merece una oportunidad en la selecci¨®n. El c¨®rner, peinado por Griezmann hacia atr¨¢s, le cay¨® a Laporte en el segundo palo para empujarlo al borde de la media hora de juego.

Poco antes del gol, Simeone ya hab¨ªa vuelto al 4-1-4-1, que es el mejor dibujo que el equipo interpreta ahora mismo. Sin hacer un juego excelso, con Carrasco incapaz de marcharse de De Marcos y B¨®veda, con Vietto menos acertado que en Lisboa, al menos la presi¨®n adelantada le sirvi¨® para medio encajonar al Athletic. Carrasco caz¨® un bal¨®n suelto en la frontal y su disparo exigi¨® a Iraizoz, que lo mand¨® a c¨®rner. Koke lo puso en el primer palo y all¨ª se adelant¨® Sa¨²l para empatar en el descuento de ese primer acto. Dos goles de saque de esquina, muy propio del partido que se estaba dando.

Los de Simeone vencieron con m¨¢s oficio que juego, pero ah¨ª est¨¢, codo a codo con el Barcelona en lo alto

Pese al varapalo de encajar el empate en ese tiempo tan da?ino que es al borde del descanso, el Athletic no se descompuso. Be?at sigui¨® mand¨®n en el inicio del segundo tiempo y de sus botas sali¨® otro pase envenenado que dej¨® pasar I?aki Williams para dejar solo frente a Oblak a Aduriz, que remat¨® al cuerpo del esloveno.

Correa y Torres

La ocasi¨®n marc¨® un punto de inflexi¨®n, Simeone meti¨® a Correa por Carrasco y a Torres por Vietto. La vuelta de tuerca de m¨¢s gener¨® unos instantes de dominio rojiblanco, m¨¢s por empuje que por juego. Una mal control de Mikel Rico, que hab¨ªa entrado por Iturraspe, saliendo del ¨¢rea fue a parar a la zurda de Griezmann. El golpeo contundente retumb¨® en el estadio. Fue un misil a media altura pegado al palo derecho de Iraizoz. Un chicharro bueno, que le daba la vuelta al marcador.

Fue el momento de Simeone, de azuzar a la grada y de electrizarla. Sin embargo, esto no se tradujo en un avasallamiento al Athletic, que tampoco se deshizo y sigui¨® empujando hasta el final. Tanto que oblig¨® a Simeone a meter a Savic por Griezmann. No se atrevi¨® el t¨¦cnico del Atl¨¦tico a dormir el partido con ?liver. Prefiri¨® un tercer central para contrarrestar a Sola. Metido en su ¨¢rea, maldiciendo el tiempo de m¨¢s concedido por el colegiado, se coron¨® como col¨ªder. Lo hizo con m¨¢s oficio que juego, pero ah¨ª est¨¢, codo con codo con el Bar?a. Mientras, en el Calder¨®n, se celebraba con el [I can't get no] Satisfaction de los Rolling. Puro Atl¨¦tico.