Mourinho, destituido como t¨¦cnico del Chelsea

El Chelsea y Jos¨¦ Mourinho separaron sus caminos en un segundo divorcio que se ha resuelto en t¨¦rminos id¨¦nticos: "por mutuo acuerdo", al que acordaron en septiembre de 2008. Entonces la temporada acababa de comenzar, el equipo estaba tercero en el campeonato dom¨¦stico, pero las desavenencias entre el t¨¦cnico y el propietario del equipo, el magnate ruso Roman Abramovich, eran p¨²blicas y afectaban a la planificaci¨®n deportiva. En esta ocasi¨®n el millonario superior de Mourinho ha optado por la discreci¨®n, pero el equipo se ca¨ªa, decimosexto en la Premier con la competici¨®n casi en su ecuador, eliminado de la Copa de la Liga y apurado para llegar a los octavos de final de la Liga de Campeones, donde le aguarda el Par¨ªs Saint Germain, id¨¦ntico rival y ronda que no pudo superar la campa?a pasada.

A ¨²ltima hora de la tarde de ayer se apuntaba a Guus Hiddink, de 68 a?os, como nuevo responsable t¨¦cnico del Chelsea. El holand¨¦s ya pas¨® cuatro meses por el club cuando supli¨® al brasile?o Scolari y llev¨® al equipo a ganar la Copa, pero desde entonces firma una err¨¢tica carrera con una gris experiencia en el Anzi Majachkal¨¤ ruso y tres fracasos con selecciones: no lleg¨® con Rusia al Mundial de Sud¨¢frica 2010, con Turqu¨ªa se qued¨® en el camino de la Eurocopa 2012 y con Holanda dimiti¨® en verano cuando su pa¨ªs se enfilaba hacia la eliminaci¨®n de la pr¨®xima Eurocopa.

En todo caso, seg¨²n apunt¨® Michael Emenalo, director t¨¦cnico del club londinense, ser¨¢ un entrenador del club, presumiblemente Steve Holland, quien se haga cargo del equipo para enfrentarse ma?ana al Sunderland en Stamford Bridge. Luego tomar¨¢n decisiones sobre el nuevo entrenador.

Todo apunta a que el segundo acuerdo entre Mourinho y Abramovich se parecer¨¢ no s¨®lo en el verbo sino tambi¨¦n en lo econ¨®mico al de hace siete a?os. Entonces el entrenador renunci¨® a pleitear por una indemnizaci¨®n de 30 millones de euros y zanj¨® su finiquito con un tercio de esa cantidad. Ahora pod¨ªa exigir hasta 50 millones, pero todo apunta a que se limitar¨¢ a percibir lo acordado hasta el final de esta temporada. Su ficha anual frisaba los 18 millones de euros en un acuerdo que en principio finalizaba en 2017, pero que en agosto se prorrog¨® por dos a?os. "El club quiere dejar claro que Jos¨¦ nos deja en buenos t¨¦rminos", apunt¨® el Chelsea en el comunicado con el que daba a conocer su salida del club.

Pero este adi¨®s deja espacio para nuevas interpretaciones. Mourinho se va con el equipo a un punto de los puestos de descenso en una competici¨®n en la que las escuadras que ocupan los tres primeros puestos las dirigen Claudio Ranieri, Ars¨¨ne Wenger y Manuel Pellegrini, tres entrenadores a los que en su d¨ªa dirigi¨® agrias palabras y con los que, en el caso de los dos ¨²ltimos, no manten¨ªa relaci¨®n alguna. Se marcha adem¨¢s tras evidenciarse que uno de los valores que identificaba en el vestuario londinense, y del que durante a?os hizo virtud, se hab¨ªa esfumado: la lealtad de sus futbolistas, a los que acus¨® de traici¨®n tras el ¨²ltimo partido en Leicester. En esa l¨ªnea, en octubre sugiri¨® a un periodista en una rueda de prensa que desde la caseta se filtraban sus planes en las v¨ªsperas de los partidos y emple¨® el t¨¦rmino "ratas" para aludir a esos supuestos informadores.

Emenalo apunt¨® anoche que las relaciones entre Mourinho y sus futbolistas no eran fluidas. ¡°Hab¨ªa un desacuerdo palpable¡±, matiz¨® en una entrevista al canal de televisi¨®n del Chelsea. ¡°Tomamos la decisi¨®n para proteger los intereses del club, ahora los jugadores tienen las responsabilidad de mostrar un cierto nivel de compromiso¡±, a?adi¨®.

A¨²n as¨ª Mourinho no torc¨ªa el morro ante el reto de darle la vuelta a la situaci¨®n. "Quiero quedarme y deseo que eso sea lo que desee tambi¨¦n el se?or Abramovich", hab¨ªa dicho el lunes. Hace dos a?os y medio que acab¨® su periplo en el Real Madrid, tambi¨¦n seg¨²n apunt¨® entonces Florentino P¨¦rez de "mutuo acuerdo". Regres¨® entonces a Londres y dej¨® claro que el Chelsea era su mejor opci¨®n, "el ¨²nico trabajo que quiero tener", apunt¨® que hab¨ªa pasado de ser el "special one" a ser un "happy one" y aludi¨® a un proyecto a largo plazo. En su primera campa?a de vuelta Abramovich se gast¨® 130 millones de euros en fichajes e ingres¨® 77 en traspasos.

La tercera Premier

Aquella temporada de vuelta acab¨® con tempranas eliminatorias coperas, un tercer puesto sin brillo en la Premier y una eliminaci¨®n en semifinales de la Liga de Campeones tras caer en Stamford Bridge contra el Atl¨¦tico. Un a?o despu¨¦s Mourinho alz¨® la Copa de la Liga y su tercera Premier, el octavo t¨ªtulo liguero de una carrera en la que venci¨® en Portugal, Inglaterra, Italia y Espa?a, pero en la que jam¨¢s ha podido completar cuatro temporadas en un mismo destino. En ¨¦sta todo se le torci¨® desde el primer partido.

El ¨²ltimo mes y medio no cambi¨® su suerte, apenas aliviado por el pase a octavos en la Liga de Campeones, pero con crecientes problemas en el vestuario. Diego Costa le tir¨® un peto tras calentar y no quedarse en el banquillo. Todas las estrellas del equipo pasaron por la suplencia. El ¨²ltimo fiasco les puso bajo el punto de mira de su entrenador, que ahora deber¨¢ buscar un nuevo destino, qui¨¦n sabe si lejos del d¨ªa a d¨ªa de los clubs. "Quiero entrenar a Portugal", repite cada vez que le preguntan. Ya en el Real Madrid hab¨ªa amagado para compaginar ambas responsabilidades. Mientras tanto en un programa de una televisi¨®n inglesa grabado la semana pasada y emitido ayer por la noche entraba a valorar lo que le ha aportado esta ¨²ltima estancia en Londres. "Est¨¢ siendo un proceso de aprendizaje incre¨ªble. No sobre los jugadores, que creo que lo s¨¦ todo acerca de ellos, si no sobre m¨ª". Y concluy¨® con una autoevaluaci¨®n: "Estoy mejor de lo que pensaba".