Atl¨¦tico, ni liderato ni juego
El M¨¢laga derrota a los de Simeone, que firman en La Rosaleda su peor partido del curso. Los rojiblancos siguen empatados con el Barcelona, pero con un partido m¨¢s
Mal con la pelota, nervioso, como afectado por el v¨¦rtigo de alcanzar el liderato, el Atl¨¦tico cay¨® en M¨¢laga ante un equipo que le super¨® bien, pese a su posici¨®n en la tabla. Posiblemente el M¨¢laga tenga m¨¢s juego que puntos este curso. La expulsi¨®n de Gabi, o los errores de God¨ªn, fueron las se?ales m¨¢s notables de un equipo descompuesto durante muchos minutos. Apenas hubo rastro de sus mejores virtudes y de sus jugadores m¨¢s importantes. No apareci¨® Koke, no pes¨® Sa¨²l, Griezmann estuvo desaparecido y Carrasco no funcion¨® ni por izquierda ni por derecha. El partido era una prueba para medir c¨®mo afrontaba el Atl¨¦tico la motivaci¨®n que genera en sus rivales el que pod¨ªa ser el l¨ªder de la Liga en solitario y la suspendi¨®. Esta vez no pudo agarrarse a Oblak ni a la pegada de Griezmann, muy desdibujado.
M¨¢laga, 1 - Atl¨¦tico, 0
M¨¢laga: Kameni, Rosales, Albentosa, Weligton, Miguel Torres (Santa Cruz, min.79), Camacho, Recio, Amrabat (Juanpi, min.90), Juankar, Cop (Duda, min.70) y Charles.
Atl¨¦tico: Oblak, Juanfran, Gim¨¦nez, God¨ªn, Filipe Luis, Gabi, Sa¨²l, Koke, Carrasco (Thomas, min.64), Griezmann y Vietto (Torres, min.46).
Gol: 1-0. M. 87. Charles.
?rbitro: Mateu Lahoz. Amonest¨® a Albentosa, Charles y Rosales, por el M¨¢laga. Y a Filipe Luis, Vietto, Carrasco y Thomas en el Atl¨¦tico. Expuls¨® por doble amarilla (min. 56) a Gabi.
La Rosaleda. 25.000 espectadores.
Estuvo irreconocible el Atl¨¦tico durante casi todo el partido. M¨¢s all¨¢ de los errores en los pases, sali¨® perdedor en las batallas de las que suele salir vencedor. Desde el inicio perdi¨® las segundas jugadas y fue sometido por el M¨¢laga en el ritmo de juego. No es habitual ver a un equipo que supere a los rojiblancos durante tanto tiempo en el juego de trincheras, ni que le rebase en la intensidad. Liderado por Camacho y Recio, que robaron tanto como distribuyeron con agilidad, el M¨¢laga zarande¨® al l¨ªder durante muchos momentos de ese primer tiempo. Apoyado en la velocidad y el desborde de Juan Carlos, en la movilidad de Charles, Cop y Amrabar, desfigur¨® al Atl¨¦tico.
Si no se puso por delante en el marcador fue porque Oblak volvi¨® a confirmarse como el mejor portero del campeonato. Tuvo otro par de intervenciones que le elevan por encima del resto. La primera fue toda prodigio de reflejos por la dificultad y el veneno que cogi¨® el desv¨ªo sibilino de Charles a un disparo mordido de Camacho. Abajo, estamp¨¢ndose el costillar contra la hierba, el esloveno sac¨® una mano maravillosa. Poco despu¨¦s, le empeque?eci¨® la porter¨ªa a Charles en un mano a mano. Si Griezmann le ha dado casi la mitad de los puntos que han colocado al Atl¨¦tico col¨ªder, la otra mitad tambi¨¦n tiene mucho que ver con Oblak.
No daba dos pases el Atl¨¦tico y se refugi¨® en su ¨¢rea. Nervioso, sin realizar esa presi¨®n alta que tanto le conviene ¨²ltimamente. Su mejor versi¨®n este curso la ha ofrecido cuando ha ido a buscar al rival al campo contrario. Solo ense?¨® el colmillo en una conducci¨®n de Carrasco que acab¨® en la tribuna cuando ten¨ªa una posici¨®n de disparo franca en la frontal del ¨¢rea. No est¨¢ el belga tan fino y el equipo lo nota. Necesita una producci¨®n mayor de su desborde y de su velocidad.
Respir¨® algo el Atl¨¦tico cuando el partido empez¨® a ponerse bronco y a enturbiarse entre protestas, codos sueltos y alguna patada tobillera. Mateu pretendi¨® el di¨¢logo, pero no le qued¨® m¨¢s remedio que tirar de tarjetas. Una de ellas fue para Gabi, que acabar¨ªa cometiendo un error de principiante con una mano innecesaria en el inicio del segundo tiempo.
Alg¨²n bal¨®n suelto
Para entonces, Simeone ya hab¨ªa dejado en la ducha a Vietto para dar entrada a Torres. La expulsi¨®n cort¨® de ra¨ªz el intento por darle un giro al partido. La b¨²squeda de una mayor profundidad qued¨® limitada a alg¨²n bal¨®n suelto. Y la tuvo Torres, magn¨ªfico al infiltrarse en el ¨¢rea con potencia entre dos defensas, pero falto de calma. Ten¨ªa toda la ventaja para picarla sobre la salida desesperada de Kameni, pero le radiografi¨® el remate con el interior.
Apenas ya hubo ya Atl¨¦tico, que se encomend¨® a la contra y se blind¨® con Thomas. El acoso final local se materializ¨® en el gol de Charles. Un centro pasado al segundo palo de Amrabat, en el que se puso de relieve el mal partido generalizado. El brasile?o se aprovech¨® del despiste de God¨ªn y de que Filipe estaba fuera de sitio. El remate lo desvi¨® el propio God¨ªn y Oblak se humaniz¨® al no poder rectificar a tiempo.
El tanto hizo justicia. Esta vez fue el M¨¢laga el equipo que tuvo m¨¢s claro a qu¨¦ jugaba y el que someti¨® al Atl¨¦tico, desaparecido e irreconocible.
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