El a?o de Pau, otra vez
Elegir al mejor deportista espa?ol de 2015 es f¨¢cil. Sin embargo, elegir al peor es m¨¢s complicado. Sobran candidatos
Son tiempos estos de encuestas, res¨²menes, votaciones sobre lo mejor y lo peor del a?o en el deporte espa?ol. Sobre lo mejor, en opini¨®n de quien esto escribe, no hay duda. Y van 15 a?os sin que haya dudas. Y los que quedan hasta que a Pau Gasol le d¨¦ por retirarse. Sobre lo peor, pues cuesta mucho que la vista no se dirija al Bernab¨¦u y a lo que en sus despachos ocurre, en dura pugna con Fernando Alonso, sus domingos al sol y su McLaren del alma, ese coche que por lo visto anda de medio lado.
El pasado 6 de diciembre, Pau Gasol cumpli¨® su partido n¨²mero 1.000 en la Liga regular de la NBA. Para entender la magnitud de la cifra basta un dato. De los 3.000 jugadores que han participado en la madre de todos los torneos del baloncesto mundial solo 125 llegaron a ella. Leyendas como Bill Rusell, Magic Johnson o Larry Bird se quedaron a las puertas. En ese millar de participaciones, el jugador catal¨¢n ha promediado n¨²meros que marean: ha sido titular en 987 ocasiones, con 18,3 puntos por partido, 9,4 rebotes, 3,2 asistencias, 1,7 tapones y... perm¨ªtanme respirar. El 6 de febrero protagoniz¨® una foto para la historia, la que le mostraba junto a su hermano Marc en el salto inicial del partido de las estrellas, el quinto que disputaba en estos 15 a?os, en los que se ha apropiado de dos anillos de campe¨®n con los Lakers. Un salto universal entre dos europeos y entre dos hermanos, lo imposible hecho realidad.
Pero con ser extraordinario su periplo en la NBA, el a?o de Pau quedar¨¢ marcado por la mayor exhibici¨®n que se recuerda a este lado del Atl¨¢ntico. Sucedi¨® en la semifinal del Europeo, frente a la selecci¨®n anfitriona, Francia. Logr¨® Pau 40 puntos, ejerci¨® una brutal capacidad de liderazgo con sus compa?eros del equipo espa?ol y enmudeci¨® a millones de testigos de un espect¨¢culo nunca visto. El t¨ªtulo europeo del baloncesto espa?ol ha sido el acontecimiento del a?o, junto al Mundial de Carolina Mar¨ªn en ese deporte reci¨¦n descubierto, y del que todos sabemos una barbaridad (b¨¢dminton, se llama); o el de Jorge Lorenzo en motociclismo, competici¨®n en la que el joven M¨¢rquez decidi¨® meterle un dedo por ah¨ª al multicondecorado Rossi, al que no le gust¨® demasiado, y acab¨® con aquel en el suelo, con este castigado sin t¨ªtulo y con la prensa espa?ola maldiciendo contra la prensa italiana porque a la italiana le dio por defender a un italiano, habrase visto qu¨¦ cosas hacen los italianos.
Dej¨® el a?o los cinco t¨ªtulos del Bar?a, proeza que no impide que Luis Enrique perdone la vida a cuanto periodista ose darle los buenos d¨ªas, y los cinco del Madrid de baloncesto en la mejor temporada de su aclamada historia, que no sirvieron para que Florentino P¨¦rez olvidara los disgustos que le da el f¨²tbol. Precisamente al presidente del club blanco corresponde el honor de haber pronunciado la frase del a?o, esa con la que intent¨® explicar por qu¨¦ desped¨ªa a un entrenador que hab¨ªa ganado cuatro t¨ªtulos, al que quer¨ªan los jugadores y el madridismo en pleno, o casi. Nada mejor para ilustrar la frase en cuesti¨®n que recordar a Les Luthiers y su escena de El sendero de Warren S¨¢nchez, en la que cuentan la llegada a la ciudad del fundador de una secta: "Habi¨¦ndosele presentado un pobre hombre presa de la confusi¨®n y habi¨¦ndole preguntado a Warren: 'Hermano, ?cu¨¢l es el verdadero sentido de la vida?', Warren respondiole: 'El sentido de la vida te lo dir¨¦ en tres palabras: Yo qu¨¦ s¨¦". Habi¨¦ndole preguntado a Florentino P¨¦rez qu¨¦ pretend¨ªa con el despido de Carlo Ancelotti, el presidente respondi¨®: "Pues mire usted, realmente no lo s¨¦". Sin embargo, el humor, en el deporte espa?ol, tiene un ganador incontestable. Ya saben, Piqu¨¦, con sus Kevin Rold¨¢n, su antimadridismo, sus disfraces, sus emoticonos, sus cacas y sus pedos. Igualito que Gasol.
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