Thomas lanza al Atl¨¦tico al liderato

De nuevo Thomas, de nuevo en un partido marcado por el sufrimiento hasta el final, el canterano fue decisivo con otra arrancada de las suyas. Como en Vallecas, el chico gener¨® una revoluci¨®n.

Esta vez su entrada en el campo fue una apuesta arriesgada de Simeone. Faltaba un cuarto de hora y el t¨¦cnico le dio entrada a ¨¦l en vez de a Torres. Se la jug¨® el entrenador rojiblanco sin un delantero puro, con Jackson ya fuera del terreno de juego , y tambi¨¦n con el Levante ya estir¨¢ndose y aumentando las pulsaciones de la grada, que ve¨ªa que se escapaba a los suyos la posibilidad de alcanzar el liderato en solitario. Entr¨® Thomas y se acabaron los amagos ofensivos del Levante. No solo le dio el gol de la victoria a los suyos. Tambi¨¦n les dio el equilibrio que hab¨ªan perdido con la salida de Koke para que entrara Carrasco. Su primera acci¨®n fue una se?al de que estaba dispuesto a cambiar el partido. Presion¨® y rob¨® una pelota y desencaden¨® una corriente que se transmiti¨® al Calder¨®n y a sus propios compa?eros. El gol volvi¨® a ser un derrame de sus virtudes. Una arrancada plena de potencia y de fe. Raj¨® por el medio a la defensa del Levante como hizo en Vallecas y se col¨® para soltar un disparo trastabillado que Mari?o no acert¨® a atajar.

La explosi¨®n del Calder¨®n fue tremenda, rendido a un chico que en dos partidos ha justificado la negativa de su entrenador a que se marche al Rayo o al Getafe. Si contra el Rayo permiti¨® al Atl¨¦tico no perder comba, ahora le ha entregado el liderato en un partido al que sus compa?eros no le encontraban la soluci¨®n.

Desde el primer minuto tuvo tanto empuje como mal pie en todo el primer tiempo. Acelerado, con el pico y con la pala logr¨® meter al Levante en su campo. Le falt¨® finura al Atl¨¦tico en los ¨²ltimos metros para desmontar el entramado defensivo montado por Rubi, robustecido con un trivote formado por Jos¨¦ Mari, Lerma y Verza. Le falt¨® juego por dentro al equipo de Simeone. No hay apenas debate a la hora de se?alar a los rojiblancos como el mejor equipo defensivo del campeonato. Ofensivamente a¨²n no termina por engrasarse. Le cuesta encontrar continuidad y fluidez para hacer explotar de una vez por todas ese arsenal que tiene arriba. Una vez m¨¢s se infl¨® por la banda de Filipe Luis, mientras Griezmann y Correa apenas pesaban. El gol en Vallecas le dio la titularidad al diminuto argentino, al que Simeone trata de recuperar para la causa tras un inicio de temporada chisposo y un baj¨®n del que empez¨® a salir con ese tanto al Rayo. Tambi¨¦n form¨® de inicio Jackson Mart¨ªnez. ?l fue el que tuvo la primera gran ocasi¨®n en jugada tras una buena maniobra. Pis¨® la pelota en un centro atr¨¢s raso para zafarse de su defensor y armar un disparo abajo y ajustado al que respondi¨® muy bien Mari?o. Correa fue objeto de un penalti que no apreci¨® Clos.

El bombardeo rojiblanco fue m¨¢s con saques de esquina. En dos de ellos, Sa¨²l y Savic, que volvi¨® a dejar en el banco a Gim¨¦nez, rozaron el gol. El cabezazo del montenegrino se estrell¨® en el larguero. En medio de esa precipitaci¨®n y la imprecisi¨®n, Verza pudo adelantar al Levante en un rechazo que empal¨® y se le fue por poco a la derecha de Oblak.

La salida del segundo tiempo fue otra descarga como la inicial. Acorral¨® al Levante m¨¢s por colocaci¨®n que por juego. Koke estrell¨® en la escuadra una dejada preciosa que le dej¨® Jackson con el pecho. El colombiano baj¨® al suelo un bal¨®n largo y cruzado de Gabi cuando se esperaba que lo prolongara. El zurriagazo de Koke mereci¨® mejor suerte por la precisi¨®n de la jugada. Ese fue el ¨²ltimo gran aviso del Atl¨¦tico, que empez¨® a perder el control del juego y a ver c¨®mo el Levante se estiraba y pisaba con frecuencia las inmediaciones del ¨¢rea. Convertido en un manojo de nervios, Simeone, que ya hab¨ªa metido a Vietto por Correa y a Carrasco por Koke, hizo esa apuesta por Thomas. Acert¨® para darle un liderato a su equipo que se sustenta en una solidez defensiva que le permite liderar la tabla con solo ocho goles en contra y solo dos goles de sus delanteros centros. Es raro, pero es f¨²tbol y el 1-0 suma de tres en tres como cualquier goleada.