El Celta aplasta al C¨¢diz

No tuvo excesivos problemas el Celta para acariciar los cuartos de final de la Copa. El conjunto gallego fue muy superior a un C¨¢diz sin punter¨ªa, que jug¨® 20 minutos aceptables y luego se perdi¨®, sin continuidad ni empaque en su juego, con una defensa muy d¨¦bil. El Celta, con algunos suplentes, no dio la m¨ªnima posibilidad a la sorpresa, pudiendo lograr un resultado de aut¨¦ntico esc¨¢ndalo. Tuvo una virtud incuestionable el equipo de Berizzo. Se tom¨® el partido muy en serio, lo que le garantiz¨® el excelente resultado. El partido tuvo poca historia y acab¨® con G¨¹iza jugando unos minutos. Una an¨¦cdota en un duelo dominado a placer por el Celta, que se puede tomar la vuelta como un aut¨¦ntico tr¨¢mite.

La Copa perdi¨® algo de su m¨ªstica en C¨¢diz, donde el Madrid incurri¨® en alineaci¨®n indebida en la pasada eliminatoria para que los andaluces siguieran adelante. El ambiente no fue el mismo en el Ram¨®n de Carranza, resignado a un enfrentamiento con el Celta que solo pod¨ªa traer malas noticias, pues en lo deportivo el conjunto gallego es muy superior y el emparejamiento, adem¨¢s, carec¨ªa del boato de un choque con un grande de Liga.

No obstante, el C¨¢diz, mostr¨® una buena imagen en el inicio del choque. Reforzado con fichajes como el de David S¨¢nchez, los de Claudio jugaron con desparpajo y soltura, dominando a un Celta donde Berizzo dio descanso a alguno de sus titulares, caso de Aspas. El C¨¢diz toc¨® bien el bal¨®n, llegando al ¨¢rea gallega, pero le falt¨® pegada. El t¨ªpico problema que acecha a los equipos de categor¨ªa inferior cuando se enfrentan a un rival de superior jerarqu¨ªa. Ni Salvi ni Quintana estuvieron certeros ante Rub¨¦n en dos acercamientos con peligro del C¨¢diz. El Celta, dominado, apenas daba se?ales de vida.

Con el encuentro controlado, los andaluces cometieron un error garrafal en la salida del bal¨®n. Orellana demostr¨® su calidad con un toque dej¨® solo a Guidetti. El sueco, una roca, marc¨® con un disparo al que Ballest¨¦ ofreci¨® poca respuesta. Mal colocado, el meta le facilit¨® el camino del gol al atacante del Celta, que justific¨® as¨ª la confianza que deposit¨® en ¨¦l Berizzo.

La falta de fuerzas fue menguando al C¨¢diz en la segunda parte, con la afici¨®n algo enfadada por el bajo rendimiento de su equipo. Tambi¨¦n se fue enfadado con su entrenador Mantec¨®n, tras el cambio del veterano centrocampista, y el Celta, sin pisar el acelerador, fue consolidando su dominio. Una gran combinaci¨®n entre Guidetti y Orellana acab¨® con un disparo del chileno que estuvo a punto de ser el segundo tanto. S¨ª llego el segundo en un disparo de Jonny desde fuera del ¨¢rea que toc¨® en un defensa del C¨¢diz para despistar a Ballest¨¦. Berizzo, entonces, lo vio tan claro que mand¨® a Orellana, su pieza m¨¢s preciada, a la ducha. Su equipo hab¨ªa cumplido con creces para asegurarse, pr¨¢cticamente, una plaza entre los ocho mejores de la Copa. Guidetti, que no par¨®, hizo el tercero mientras G¨¹iza entraba en el campo. Un mundo separa a ambos delanteros, como un universo a los dos equipos.