El Sevilla humilla al Betis

Tremenda la cuesta abajo del Betis, bailado por el Sevilla en esta vuelta de octavos de la Copa, laminado por la tremenda superioridad de su eterno rival. Un mundo separa en estos momentos a los dos equipos de la capital de Andaluc¨ªa. El Sevilla, sin necesitar de dar muestras de todo su potencial, reservando a futbolistas como Krychowiak o Gameiro, humill¨® a un Betis que hace aguas en todas sus l¨ªneas. Da pena ver al equipo verdiblanco, endeble en defensa, sin f¨²tbol en el centro del campo, carente de intensidad y con un juego ausente. La apat¨ªa se traslada de los despachos al c¨¦sped porque sus dirigentes toman una err¨®nea decisi¨®n tras otra. Ahora, destituido Pepe Mel, el estreno de Juan Merino fue un aut¨¦ntico calvario.

Esencialmente, porque el Betis no compite. Merino opt¨® por colocar a sus mejores hombres a pesar del 0-2 de la ida y se encontr¨® con un grupo de jugadores a los que les cuesta un mundo asimilar los conceptos fundamentales del juego. No es problema del Sevilla. Y m¨¢s en un derbi. A los tres minutos, Reyes abri¨® una v¨ªa de agua en la d¨¦bil zaga verdiblanca. Asisti¨® a Mariano, quien centro al ¨¢rea para que entre Ad¨¢n y Vargas permitieran que Reyes marcara casi a placer.

Con el gol, se perdi¨® absolutamente cualquier posibilidad de sorpresa. El Betis, un flan, fue un juguete en manos de un Sevilla que jug¨® con absoluta comodidad, con Banega y Reyes en plan estrella, con el resto de sus futbolistas disfrutando de una noche de lo m¨¢s pl¨¢cida. Al Betis le costaba un mundo tener el bal¨®n, ahogado por la presi¨®n del Sevilla. Los futbolistas locales se pasaban el bal¨®n ante la mirada de sus jugadores, impotentes, imprecisos y con la cabeza perdida. Ni un atisbo de rabia, ni una rebeli¨®n de alg¨²n elemento con mando, caso de Joaqu¨ªn o Rub¨¦n Castro, dos futbolistas a a?os luz de lo que alguna vez demostraron.

El segundo gol reflej¨® la pasividad de la zaga b¨¦tica. Un bal¨®n parado al ¨¢rea verdiblanca mal defendido que recogi¨® Rami en el segundo palo para batir con absoluta tranquilidad a Ad¨¢n. Dos tiros a puerta del Sevilla, dos goles. Cuatro a cero en el global de la eliminatoria al descanso y un inmenso pesar en el ¨¢nimo de una hinchada vapuleada por el mal rendimiento de su equipo.

El Sevilla se apiad¨® del Betis en la segunda mitad. No apret¨® el acelerador, lo que permiti¨® que los de Merino tuvieran el control del bal¨®n. Un dominio absolutamente irreal, ya que el encuentro hab¨ªa perdido cualquier ¨¢pice de intensidad. En el Betis sali¨® un chaval, Fabi¨¢n, que mostr¨® ganas e ilusi¨®n, dos cualidades que se hacen muy necesarias en el equipo verdiblanco, ahora mismo un firma candidato a perderse en el abismo de la Segunda Divisi¨®n a pesar de los 20 puntos que atesora en su casillero. El Betis, un alma en pena, padece una planificaci¨®n delirante, con fichajes como los de Van der Vaart, que se qued¨® en la grada de Nervi¨®n.

Con el S¨¢nchez Pizju¨¢n convertido en una fiesta, Emery comenz¨® a pensar en el pr¨®ximo partido de Liga ante el M¨¢laga, competici¨®n en la que el Sevilla debe mejorar para pelear por la cuarta plaza. Sali¨® Banega, pero entr¨® Gameiro, que no perdon¨® en la primera que tuvo despu¨¦s de sustituir a Llorente, en un lamentable estado de forma y la ¨²nica nota negativa en el buen y c¨®modo partido del Sevilla.

Cansados de la humillaci¨®n, los aficionados b¨¦ticos se marcharon despu¨¦s del tercer gol, obra de Gameiro. Su Betis hab¨ªa firmado uno de los cap¨ªtulos m¨¢s dolorosos de su historia, con gol de Kakuta para redondear un 4-0 implacable. En el global, 6-0.