Messi sobrevive al derbi y el Bar?a repite triunfo en Cornell¨¤
Munir anota los dos goles para eliminar al Espanyol en un partido de nuevo bronco y presidido por la clase del jugador argentino
La tercera entrega del derbi result¨® muy desbravada, nada emotiva, soez en los fondos de la grada e inocua en la cancha, condicionada por el marcador del Camp Nou (4-1). La hinchada de Cornell¨¤-El Prat se ceb¨® con Piqu¨¦, resguardado en el banquillo, y con el ¨¢rbitro Fern¨¢ndez Borbal¨¢n. Ni se llen¨® el campo ni nadie intimid¨® al Barcelona en un suced¨¢neo de partido que solo vali¨® la pena por Messi. El Espanyol solo consigui¨® que el 10 se enfadara despu¨¦s de ser repetidamente volteado por ?lvaro. Aunque hubo unas cuantas entradas feas y desagradables, no se lleg¨® a las manos ni a la bronca que hubo en casa del Bar?a.
A falta de ambiente y tambi¨¦n de partido, la funci¨®n qued¨® a expensas de las intervenciones de Messi y Caicedo, negado hasta tres veces por Ter Stegen, y por el serial de pancartas extendidas por la Curva: ¡°Pau, tu pie nos marca el camino¡±, se le¨ªa en una; ¡°Shakira es de todos¡±, en otra; ¡°Luis Su¨¢rez, ladrador y mordedor¡±, en una tercera. Tampoco escap¨® Messi de la ira de los blanquiazules, que le recordaron sus problemas con Hacienda. El 10 no se dio por enterado, siempre sobresaliente, con y sin el cuero, deseoso de jugar los partidos dif¨ªciles y los sobreros, como el de ayer ante el Espanyol.
ESPANYOL, 0 - BARCELONA, 2
Espanyol: Bardi; Correa, Ciani, ?lvaro, Duarte; Jord¨¢n, Abraham (Gerard Moreno, m. 79), Salva Sevilla (Mamadou, m. 67), Burgui (Monta?¨¦s, m. 55); Asensio y Caicedo. No utilizados: Pau; ?lvarez, Enzo, Javi L¨®pez.
Barcelona: Ter Stegen; Alves, Vermaelen (Bartra, m. 58), Mascherano, Mathieu; Rakitic, Sergi Roberto (Adriano, m. 58); Aleix Vidal, Messi, Arda; y Munir. No utilizados: Masip; Piqu¨¦, Busquets, Iniesta y Neymar.
Goles: 0-1. M. 32. Munir. 0-2. M. 88. Munir.
?rbitro: Fern¨¢ndez Borbal¨¢n. Amonest¨® a Burgui, ?lvaro, Caicedo, Aleix Vidal, Rakitic, Adriano.
Cornell¨¤-El Prat. 20.843 espectadores.
Menos mal que estaba Messi. No se trata de menospreciar a ning¨²n futbolista, y menos a Aleix Vidal y Arda Turan, que buscan su sitio en el Bar?a, ayer desde los extremos, y tambi¨¦n hay que ser respetuosos con el plantel del Espanyol, incluso cuando act¨²a Ciani, de quien no hab¨ªa noticias desde el d¨ªa en que Cristiano Ronaldo marc¨® cinco goles en Cornell¨¤-El Prat. Ocurre que los dos entrenadores no solo se estrecharon la mano para rebajar la tensi¨®n del derbi sino que debieron convenir una tregua en la cancha y dispusieron dos formaciones livianas, nada que ver con la ida de la Copa ni con la Liga.
Ya sancionado Luis Su¨¢rez, no jugaban Busquets, ni Neymar ni tampoco Piqu¨¦, tres de los iconos cul¨¦s que se las tienen tiesas con los pericos, ni tampoco Pau L¨®pez, el portero que defiende la zamarra, el escudo, la historia y tambi¨¦n la porter¨ªa del Espanyol, incluso cuando pisa a Messi, como en el Camp Nou. La emoci¨®n la puso el 10. Se situ¨® como enganche de media punta, un puesto extra?o en el solfeo del ortodoxo Bar?a: 4-3-3. Luis Enrique dispuso de solo dos medios, Sergi Roberto y Rakitic, abri¨® el campo con Aleix y Arda y en punta dej¨® a Munir. Hasta diez futbolistas al servicio de Leo.
El equipo extra?¨® el sorprendente 4-2-1-3. A los jugadores les son¨® a un n¨²mero de tel¨¦fono que dir¨ªa Menotti. No sab¨ªa c¨®mo jugar el Bar?a, que se perd¨ªa en el campo, sin mec¨¢nica de juego ni automatismos, irreconocible para los suyos y los extra?os, abandonado a las acciones individuales, sometido los jugadores a escarnios como el ca?o que le tir¨® Asensio a Arda. Mejor puesto, el Espanyol apretaba cerca del ¨¢rea de Ter Stegen y se cerraba r¨¢pido con una buena defensa de ayudas para enjaular a Messi. No pudieron los espa?olistas con el 10.
A pesar de que tartamudeaba con la pelota, el Bar?a no sufr¨ªa en defensa, porque el poder ofensivo es muy limitado en el Espanyol, muy rebajado en la pizarra por Galca. El partido resultaba tan pobre que incluso permiti¨® que Munir marcara un gol despu¨¦s de que el Espanyol se quedara paralizado por entender que el ¨¢rbitro le hab¨ªa negado un penalti de Rakitic a Salva Sevilla. Los blanquiazules convierten cada intervenci¨®n arbitral en un agravio como si se pudiera jugar a f¨²tbol sin colegiados, y m¨¢s ante equipos como el Bar?a.
Los dos entrenadores no solo se estrecharon la mano para rebajar la tensi¨®n sino que debieron convenir una tregua y dispusieron dos formaciones livianas
No pareci¨® falta y el contragolpe del Bar?a permiti¨® el lucimiento de Messi. Las aceleraciones del argentino, con tres delanteros por delante, desmontaron al Espanyol. Los zagueros solamente pudieron abatirle de mala manera, con los brazos y las piernas, desquiciados los blanquiazules en las dos ¨¢reas, tambi¨¦n en la suya por Ter Stegen. El portero respondi¨® con una parada prodigiosa, como si llevara un escudo de guerrero en el brazo, a un tiro de Caicedo, despu¨¦s de un mano a mano y de que el ecuatoriano golpeara sin venir a cuento al meta del Bar?a.
No hab¨ªa sitio en el campo para un mediocentro como Sergi Roberto, inc¨®modo y superado, y en cambio galopaba a gusto Rakitic, m¨¢s acostumbrado al doble pivote, y se exhib¨ªa Messi mientras volv¨ªa a marcar Munir. Las buenas jugadas fueron pocas, todas protagonizadas por el 10, despu¨¦s de que el encuentro empeorara con el tiempo y Ter Stegen hubiera aburrido a Caicedo. No hubo m¨¢s inter¨¦s que el de seguir mirando a Messi, que aguant¨® a pie firme hasta que el ¨¢rbitro pit¨® el final y certific¨® la clasificaci¨®n del Bar?a.
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