Negredo evita el desastre del Valencia
Un gol del vallecano en el tiempo de prolongaci¨®n vuelve a castigar al Deportivo, muy superior durante el choque al cuadro de Gary Neville.
El tuerto que le ha mirado al Deportivo en Riazor se ha llevado del estadio coru?¨¦s tres puntos en las dos ¨²ltimas comparecencias del equipo de V¨ªctor S¨¢nchez del Amo ante su gente. Si el Villarreal se llev¨® un triunfo inmerecido sobre la bocina, el Valencia se ha encontrado un tesoro que no ha hecho nada por merecer, un empate, otro m¨¢s para un equipo sin alma que ha festejado una igualada sobre la bocina en un bal¨®n al ¨¢rea que caz¨® Negredo y castig¨® al Deportivo, que tuvo la sentencia de manera reiterada. Tampoco supo firmarla, que no se puede ser ciego del todo ante el tuerto.
El Deportivo se hizo fuerte a base de f¨²tbol, de un plan de juego cristalino, pero tambi¨¦n de fiereza y esas son malas noticias para el Valencia, solo superior en las n¨®minas de sus futbolistas. Durante bastantes minutos lo someti¨® a base de ese intangible denominado intensidad, que si de alguna manera se evidencia es por actitudes que llevan a anticipar al rival en las disputas, a encimarlo y obligarle a trabajar en una longitud de pocos metros. El Valencia no estuvo c¨®modo y tampoco hizo mucho por acomodarse, sin capacidad para manejar la pelota en el centro del campo, sin salidas por los flancos durante casi una hora, abocado apenas a encontrar de manera eventual a Parejo, desnortado, y a Negredo para que prendiesen la luz.
Se creci¨® el Deportivo, que necesitaba afianzarse y recobrar aquella identidad que le llev¨® a puestos europeos. Y se afin¨® a partir de otra escandalosa demostraci¨®n de Mosquera, que no s¨®lo mostr¨® su habitual dictado para mover la pelota sino que se aplic¨® como si se moviese con una gigantesca escoba. La pericia del Deportivo en la recuperaci¨®n oblig¨® al Valencia a correr hacia atr¨¢s, le alej¨® del ¨¢rea de Lux, que apenas hab¨ªa pisado de inicio tras un error de Juanfran que habilit¨® un disparo muy cruzado de Negredo. Al Deportivo le faltaron opciones claras de marcar, pero le sobraron oportunidades para construirlas. Le cost¨® encontrar el ¨²ltimo pase y al final lo pag¨®. Ah¨ª pugn¨® como nadie Luis Alberto, un orfebre que en ocasiones acostumbra a buscar las opciones m¨¢s complicadas. Ocurre que cuando encuentra la llave abre las puertas del cielo y se las franque¨® a Lucas P¨¦rez para que el delantero marcase su d¨¦cimotercer gol del campeonato y rompiese una sequ¨ªa que se prolongaba ya algo m¨¢s de un mes.
El Valencia recibi¨® el gol como el que escucha llover, parado sobre un dibujo asim¨¦trico en el que Santi Mina se abr¨ªa como extremo por la derecha y Andr¨¦ Gomes operaba por la zurda cayendo hacia el medio o intercambiando su posici¨®n con Parejo. Por detr¨¢s tanto Zahibo y Danilo pasaron un calvario para sacar el bal¨®n jugado. Modul¨® su presi¨®n el Deportivo con el paso de los minutos y antes del descanso, pero se reactiv¨® en la reanudaci¨®n. Ah¨ª tuvo Lucas P¨¦rez el segundo en una acci¨®n que anul¨® el asistente por un fuera de juego que no exist¨ªa porque hasta dos rivales le habilitaban, una finalizaci¨®n en definitiva tras otro bal¨®n recuperado en campo rival.
La primera soluci¨®n de Neville fue la de equilibrar la pizarra con Bakkali junto a la cal por la izquierda. Sus compa?eros le buscaron como aquel que sube el Tourmalet en bicicleta y de pronto le ofrecen una moto. Para entonces el Valencia ya se mov¨ªa sin red, con la zaga en el centro del campo y al filo de que el Deportivo conectase de nuevo un ¨²ltimo pase. Descosido como estaba, el Valencia encontr¨® el empate en el tiempo a?adido a los noventa minutos, encontr¨® al final a Negredo y festej¨® un empate que sera p¨ªrrico si no cambia de faz inmediatamente. Y lleva ya diez jornadas sin ganar.
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