Henry Worsley: morir en el Polo por una buena causa

El hielo polar ha alumbrado otro h¨¦roe brit¨¢nico. Un h¨¦roe en la l¨ªnea del capit¨¢n Scott, es decir, un h¨¦roe muerto. El explorador ingl¨¦s Henry Worsley, de 55 a?os, falleci¨® el domingo tras ser rescatado in extremismientras trataba de cruzar por primera vez la Ant¨¢rtida en solitario y sin apoyo.

Worsley conjura no solo el espectro de Robert Falcon Scott, muerto con su partida de ataque al Polo Sur en 1912, sino el del otro gran explorador brit¨¢nico de la Ant¨¢rtida, Ernest Shackleton, cuyos pasos el ahora fallecido segu¨ªa. Adem¨¢s, Worsley era descendiente de otro personaje cuyo nombre est¨¢ acu?ado con car¨¢mbanos de oro en la historia de la exploraci¨®n polar, el capit¨¢n Frank Worsley, el capit¨¢n del Endurance, el famoso barco de la gran expedici¨®n transant¨¢rtica de Shackleton.

La dram¨¢tica historia de Henry Worsley, que pulsa una nota de intensa emoci¨®n en todos los que tengan coraz¨®n aventurero, es de las de anta?o. De las que se contaban en Eton para alentar la valent¨ªa de los chicos y hacerles darlo todo en aras del imperio en cualquier inh¨®spita esquina del mundo. Una historia que suena rara en el mundo de hoy y nos devuelve ecos de la ¨¦poca heroica de la exploraci¨®n polar. Worsley era, como Scott, y como tantos otros exploradores brit¨¢nicos, un soldado. Hab¨ªa sido miembro del SAS, las fuerzas especiales, y alcanzado el grado de teniente coronel. Su objetivo era, cien a?os despu¨¦s, lograr lo que no pudo hacer su admirado Shackleton en 1916: cruzar el continente ant¨¢rtico de lado a lado pasando por el Polo Sur (algo que logr¨® por primera vez la Commonwelth Tras-Antartic Expedition de Vivian Fuchs en 1955-58). En esa ocasi¨®n, Shackleton no lleg¨® ni a poner el pie en la masa continental. Su barco, el citado Endurance, qued¨® atrapado por el hielo en el Mar de Weddell, y se hundi¨®, obligando a los expedicionarios a una verdadera ordal¨ªa helada (de esas que tanto parecen gustar a los brit¨¢nicos) y penurias sin cuento hasta ser rescatados tres a?os despu¨¦s. No obstante el fracaso, Shackleton se convirti¨® en un h¨¦roe al conseguir salvar a todos los hombres que llevaba consigo. En esto Henry Worsley est¨¢ m¨¢s cercano a Scott, que se cit¨® con la negra parca en las blancas extensiones polares.

Worsley, que hab¨ªa llegado a la Ant¨¢rtida en noviembre, fue recogido el viernes absolutamente exhausto y deshidratado a menos de 50 kil¨®metros de su objetivo por un equipo de socorro a¨¦reo y trasladado al hospital Magallanes en Punta Arenas (Chile) donde no se le pudo salvar. El explorador londinense (era de Fulham) no muri¨® de fr¨ªo ni escorbuto como tantos de sus admirados predecesores (y como mandar¨ªan los c¨¢nones heroicos) sino de una peritonitis.

Hab¨ªa recorrido 1.469 kil¨®metros con esqu¨ªes, empujando durante 71 d¨ªas (pensaba tardar 75) un trineo en el que portaba la tienda y los suministros y afrontando temperaturas de -44?. Lo que hace especialmente conmovedora la aventura es que Worsley, que deja mujer y dos hijos, la afrontaba con un muy noble fin: recaudar fondos para una fundaci¨®n destinada a ayudar a soldados heridos, gente menos afortunada que ¨¦l, dec¨ªa, que hab¨ªa salido indemne de 36 a?os de servicio activo. Pretend¨ªa reunir 100.000 libras y las donaciones han superado las 106.000.

Apoyo de la realeza

El h¨¦roe filantr¨®pico derrotado por la adversidad que no por el miedo presentaba otro rasgo que hubiera placido a Kipling, ese bardo del valor: por lo visto sab¨ªa tambi¨¦n andar con reyes sin perder la cabeza. La fundaci¨®n para la que se sacrific¨® ten¨ªa a su frente a los duques de Cambridge y al pr¨ªncipe Harry, que han expresado su pena por la p¨¦rdida. Worsley hab¨ªa trabado ya amistad con el duque de Cambridge (el pr¨ªncipe Guillermo) cuando este patrocin¨® la Carrera del Centenario Scott-Amundsen (2012), en la que el explorador particip¨® al frente de un equipo de seis soldados brit¨¢nicos siguiendo la ruta original que llev¨® al noruego a ser el primero en el Polo Sur en 1912.

Ante la aventura de Henry Worsley ¡ªque modestamente dec¨ªa que ¡°no hay secreto en ir poniendo un esqu¨ª delante del otro¡±, una buena descripci¨®n del coraje¡ª uno solo puede quitarse el sombrero y lanzar un ¨²ltimo ¡°hurrah!¡±: por un hombre valiente y por un verdadero gentleman.