Espa?a saca el orgullo y luchar¨¢ por el oro

Una d¨¦cada despu¨¦s, Espa?a volver¨¢ a disputar una final de un Europeo. El equipo de Manolo Cadenas luchar¨¢ por el oro tras vencer a Croacia (33-29) y se sit¨²a a un solo paso de sellar su acceso a los pr¨®ximos Juegos Ol¨ªmpicos. El triunfo, de momento, le garantiza ya una plaza para el pr¨®ximo Mundial (Francia 2017). Pero antes, el escollo continental de ma?ana (17.30, La1) ser¨¢ Alemania, superior en la otra semifinal a Noruega (33-34); la primera piedra con la que se toparon los Hispanos en este rocambolesco torneo de Polonia. En ese primer pulso, muy rudo, el marcador fue favorable: 32-29.

Necesitaba Espa?a hilvanar una buena secuencia de juego para ser de nuevo ella misma, para cre¨¦rselo y recuperar la plenitud, porque desde el arranque del torneo hab¨ªa avanzado a trompicones y, por encima de todo, a base de oficio. Y un Europeo requiere un poco de eso, de saber progresar entre mandobles y bosques de brazos, faltar¨ªa m¨¢s, pero cuando llegan los momentos decisivos tambi¨¦n exige un golpe de cadera, un despegue en el juego que trasciende a lo an¨ªmico.

Lleg¨® ante Croacia, que de arranque no puso nada f¨¢ciles las cosas. Su planteamiento de 5-1, con el perif¨¦rico Duvnjak en el avanzado, complic¨® a Espa?a en el inicio. Mientras los de Cadenas tej¨ªan la jugada y elaboraban, los balc¨¢nicos pusieron el turbo desde el principio: agresividad defensiva, forzar el robo o la p¨¦rdida y transiciones rapid¨ªsimas. As¨ª se puso por delante y as¨ª comenz¨® a fabricar rentas de tres goles. Adem¨¢s, durante esos primeros 20 minutos de v¨¦rtigo tambi¨¦n le funcion¨® el lanzamiento exterior, con Kopjlar y Sliskovic como bombarderos.

Ante esa t¨®nica, el capit¨¢n Ra¨²l Entrerr¨ªos dio un paso al frente y se jug¨® el tipo en un par de penetraciones para lanzar una arenga. La atendieron sus compa?eros, que se retiraron el cors¨¦ y entraron poco a poco en calor, antes de que prendiese la chispa colectiva y llegase la combusti¨®n. Ca?ellas y Maqueda cedieron sitio a Dujshebaev y Antonio Garc¨ªa, que aportaron frescura y descaro en la primera l¨ªnea; Ugalde, ese depredador con aspecto de alumno aplicado, comenz¨® tambi¨¦n a hacer mucho da?o a la carrera; y tanto Sterbik como Gonzalo, dos pulpos, pusieron una pantalla en el marco.

De ah¨ª al final del primer acto, Espa?a despleg¨® su mejor juego en todo el campeonato. Mucha velocidad, buena circulaci¨®n de bal¨®n y mayor intensidad defensiva, con el mariscal Morros soberbio. Mejor controlado Duvnjak, el seleccionador croata, Zeljko Babic, introdujo la variante de Karacic como elemento desestabilizador y este hizo de las suyas. Se aterriz¨® en el descanso con una sensaci¨®n creciente y cuatro goles por encima para Espa?a (18-14), pero la din¨¢mica cambi¨® en el tramo inicial del segundo periodo.

En esa fase, los Hispanos perdieron poco a poco el sitio y Croacia regres¨® de lleno al partido. La renta mengu¨® a solo un tanto (24-23) y se hab¨ªa roto la correa de transmisi¨®n. Luz roja. Hipertensi¨®n y sudores fr¨ªos. Sin noticias de Ca?ellas, el hombre que de tantos momentos dif¨ªciles ha sacado a Espa?a, ahora en un discreto segundo plano. Oscureci¨® de repente para Espa?a, que sufri¨® un achuch¨®n de a¨²pa, pero que no lleg¨® a perder las constantes vitales en ning¨²n momento. Cadenas ped¨ªa serenidad desde el banquillo, pausa, temple. ¡°Cabeza, cabeza, cabeza!¡±. Digerir correctamente las situaciones cr¨ªticas es un peaje imprescindible para hacer algo grande en este tipo de torneos tan curvil¨ªneos.

Brillaron Entrerr¨ªos y Antonio Garc¨ªa, pero la clave es el colectivo. El grupo may¨²sculo que conforma esta hist¨®rica selecci¨®n de balonmano

Croacia oli¨® la sangre y fue limando las diferencias (24-23, 26-25...), consciente del mal trago de su rival. Se reenganch¨® al duelo a dentelladas y arrincon¨® a Espa?a, pero esta supo sortear golpes y salir de las cuerdas para coger aire y armar de nuevo el brazo. Y as¨ª lleg¨® la reacci¨®n, un levantamiento de orgullo. Hombre a hombre, todos fueron poniendo su granito de arena. Irrumpi¨® Maqueda con un lanzamiento tremendo que sirvi¨® para decir: hasta aqu¨ª. Acto seguido, Antonio Garc¨ªa, siempre al quite; e igualmente V¨ªctor Tom¨¢s, el cuchillo que blande desde el costado derecho. Y en la recta final apareci¨® el ¨¢ngel, Gonzalo.

En definitiva, el colectivo, la manada. El grupo may¨²sculo que conforma esta hist¨®rica selecci¨®n de balonmano, que colecciona dos oros mundiales, pero nunca ha logrado uno continental ¨Ctiene tres platas (1996, 1998 y 2006) y dos bronces (2000 y 2014)¨C. Ma?ana espera la gloria ante Alemania. Espa?a se la ha ganado por derecho propio. Por todos estos a?os.