El quinto asalto de Murray
El escoc¨¦s aspira a su primer t¨ªtulo en Melbourne despu¨¦s de caer en cuatro finales, tres de ellas contra Djokovic y una con Federer. "No hay raz¨®n posible para que yo no crea en la victoria¡±, se?ala el brit¨¢nico
En la distancia corta, Andy Murray es probablemente uno de los tenistas que m¨¢s impresionan del circuito. La percepci¨®n para el p¨²blico es enga?osa, porque lo que a trav¨¦s de un monitor puede no llamar tanto la atenci¨®n, de cerca impresiona. El escoc¨¦s, finalista en Melbourne tras imponerse a Milos Raonic en maratoniano pulso en el que el reloj alcanz¨® las cuatro horas y tres minutos (6-1, 6-2, 3-6 y 6-3), es un toro. El de Dunblane es, sin lugar a dudas, uno de los jugadores m¨¢s fuertes de la ATP. Y buena falta que le har¨¢.
Debo ser constante, pero no uno o dos sets seguidos, sino todo el tiempo. Es es mi reto Andy Murray
Mientras ¨¦l se bat¨ªa con el gigant¨®n canadiense y agotaba las reservas, a Novak Djokovic, su contrincante en la final australiana de ma?ana (9.30, Eurosport), no es dif¨ªcil imagin¨¢rselo contemplando pl¨¢cidamente el espect¨¢culo desde un sill¨®n, piernas en alto y frot¨¢ndose las manos. Por si le hac¨ªa falta una mano extra al n¨²mero uno, que probablemente no, el plus de descanso ¡ª24 horas m¨¢s que Murray¡ª y el desgaste f¨ªsico del escoc¨¦s pueden venirle de perlas y reforzar a¨²n m¨¢s su condici¨®n de favorito en la gran final, la cuarta en la que ambos se midan sobre la pista Rod Laver.
Sabe Murray que los precedentes no le acompa?an. Ya no es solo que el balance global se decante claramente del lado del serbio (21-9), o que este tambi¨¦n domine los duelos en los Grand Slam (6-2) o el c¨®mputo general de finales (7-6), o que le haya vencido en 10 de los ¨²ltimos 11 careos. Todo el mundo es consciente de que Djokovic es, en estos momentos, pr¨¢cticamente imbatible. Tambi¨¦n Murray, que a pesar de todo aventura resistencia. ¡°No creo que haya mucha gente que espere que yo gane, pero tengo una gran oportunidad delante¡±, se resigna el brit¨¢nico, que para m¨¢s inri, de las cuatro finales que ha jugado hasta ahora en Melbourne, tres las cedi¨® ante Djokovic (2011, 2013 y 2015); la otra fue contra Roger Federer (2010).
Es el restador m¨¢s efectivo del torneo a primeros servicios ( ha obtenido 150 puntos) y el que m¨¢s opciones de break ha convertido (35)
No obstante, el n¨²mero dos se agarra a otro dato, el que dice que las dos veces que bati¨® a Djokovic en un gran torneo significaron sus, hasta hoy, dos ¨²nicos majors (US Open 2012 y Wimbledon 2013). No cierra la puerta a romper los pron¨®sticos, por tanto. ¡°No me preocupa qu¨¦ ocurri¨® en el pasado. A la gente le gusta leer sobre eso, pero Wawrinka le gan¨® a Nadal aqu¨ª en 2014, y creo que ¨¦l no le hab¨ªa derrotado en sus 13 intentos previos. No hay raz¨®n posible para que yo no crea en la victoria¡±, coment¨® despu¨¦s de apear a Raonic, una mole que dispar¨® 72 golpes ganadores, pero que err¨® en 78 ocasiones.
¡°En la final que jugamos aqu¨ª el a?o pasado no hubo demasiada diferencia; durante tres sets fue todo realmente parejo. En Miami y Roland Garros pas¨® lo mismo; y en otro partido muy cerrado pude ganarle en Canad¨¢¡±, recuerda el brit¨¢nico, el restador m¨¢s efectivo del torneo a primeros servicios (ha obtenido 150 puntos) y el que m¨¢s opciones de break ha convertido (35). En el quinto asalto en Australia contra Djokovic, el escoc¨¦s considera esencial la linealidad, jugar con un tono constante. ¡°Debo mantener ese nivel, pero no uno o dos sets seguidos, sino todo el tiempo. Ese es mi reto: ser lo m¨¢s consistente posible¡±, anticip¨® Murray, un tipo al que le gusta remar contracorriente.
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