Fallece Dave Renwick, el caddie de Olaz¨¢bal en el Masters de 1994
El escoc¨¦s que llev¨® tambi¨¦n los palos de Steve Elkington y Vijay Singh, con los que gan¨® cuatro grandes m¨¢s, sufr¨ªa c¨¢ncer de est¨®mago
Si de un escoc¨¦s se espera que ame el golf y el whisky, que sea gru?¨®n, cabezota y duro y que no derroche ni un penique, entonces bien podr¨ªa decirse que Dave Renwick, fallecido de c¨¢ncer de est¨®mago a los 62 a?os, fue ciento por ciento escoc¨¦s. Y caddie de golf. Renwick, de East Calder, junto a Edimburgo, fue el pelirrojo testarudo que, vestido con un mono blanco y una gorra verde oscuro, llev¨® los palos de Jos¨¦ Mar¨ªa Olaz¨¢bal cuando el chico de Hondarribia gan¨® su primer Masters en 1994. Unas semanas despu¨¦s no se present¨® en el Club de Campo de Madrid al Open de Espa?a, poniendo fin a una colaboraci¨®n que hab¨ªa comenzado ocho a?os antes en Crans-sur-Sierre (Suiza) con la primera victoria de Olaz¨¢bal, entonces un principiante de 20 a?os, en el circuito europeo.
¡°As¨ª fue¡±, recuerda Sergio G¨®mez, agente del golfista espa?ol que el viernes cumple 50 a?os. ¡°Olaz¨¢bal nunca despidi¨® a un caddie: fue Renwick quien lo despidi¨® a ¨¦l. Decidi¨® que se ganar¨ªa mejor la vida en el circuito norteamericano, donde las bolsas de premios eran m¨¢s altas que en Europa, el alojamiento en moteles m¨¢s barato y donde se necesitaba menos ropa, un par de bermudas y dos camisas, porque siempre se juega con buen tiempo, y se qued¨® a vivir en Estados Unidos¡±.
Renwick, quien en su juventud trabaj¨® en plataformas petrol¨ªferas en el Mar del Norte y Angola y solo empez¨® a ser caddie cuando se separ¨® de su primera mujer, dej¨® a Olaz¨¢bal y cogi¨® los palos de Steve Elkington, con quien tambi¨¦n gan¨® un grande. Dej¨® al australiano porque tuvo que operarse de desprendimiento de retina despu¨¦s de una pelea en un pub y acab¨® con Vijay Singh, con el que gan¨® dinero de verdad, tres grandes m¨¢s, incluido el Masters de 2000, y lleg¨® a ser el caddie m¨¢s envidiado del circuito cuando, en 2004, Singh se convirti¨® en el primer jugador que ganaba m¨¢s de 10 millones de d¨®lares en una temporada. El 10% fue a los bolsillos de Renwick.
Muchos a?os despu¨¦s, pocas semanas antes de morir, Renwick reviv¨ªa en la prensa escocesa su relaci¨®n complicada con Olaz¨¢bal, las inevitables chispas que desprend¨ªa la relaci¨®n entre un escoc¨¦s muy cabezota y un vasco con mucho temperamento. ¡°No s¨¦ cu¨¢ntas veces le dej¨¦ para volver despu¨¦s¡±, dec¨ªa Renwick, quien era capaz tanto de llegar tarde a un torneo, cuando su patr¨®n se encontraba en el hoyo cuatro, como de hartarse a mitad de un recorrido, en Valderrama por ejemplo, y dejar tirada la bolsa en el hoyo 10. Y tampoco Sergio G¨®mez recuerda cu¨¢ntas veces tuvo que ser ¨¦l quien se pusiera el peto de caddie para cubrir la baja inesperada del escoc¨¦s. ¡°Y llev¨¢ndole yo los palos¡±, dice G¨®mez, ¡°gan¨® Jos¨¦ Mari el Lanc?me de Par¨ªs en 1990. En aquella ocasi¨®n Dave fall¨® por circunstancias tr¨¢gicas¡±. Renwick no pudo presentarse porque estaba en la c¨¢rcel. La semana anterior a Par¨ªs, se hab¨ªa jugado en Irlanda y Renwick viajaba en coche a la capital francesa con cuatro caddies m¨¢s. A unos kil¨®metros de Londres sufri¨® un accidente despu¨¦s de quedarse dormido al volante. Murieron dos compa?eros. A ¨¦l le condenaron a seis meses de prisi¨®n que debi¨® cumplir. ¡°Pero ah¨ª Olaz¨¢bal se port¨® muy bien¡±, recordaba Renwick. ¡°Cuando sal¨ª de la c¨¢rcel volv¨ª con ¨¦l¡±. ¡°Y no solo eso¡±, a?ade Sergio G¨®mez. ¡°Le guardamos y le pagamos el porcentaje que le correspond¨ªa por la victoria en Par¨ªs¡±.
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