Mestalla, escaso p¨²blico y pasi¨®n
El boicot de los aficionados del Valencia deja Mestalla, con 16.000 espectadores, en apenas poco m¨¢s de un cuarto del aforo
Como era de prever, Mestalla registr¨® poco m¨¢s de un cuarto del aforo. Poco m¨¢s de 16.000 espectadores acudieron al estadio, la mayor¨ªa de ellos con las entradas regaladas, presentes muchos ni?os de la Academia del Valencia acompa?ados por padres o familiares, tambi¨¦n algunos pocos aficionados cul¨¦s de la zona que no pudieron ver a Messi, Neymar o Luis Su¨¢rez, descansando por una vez en sus casas.
Pudo m¨¢s el llamamiento de la masa cr¨ªtica de la afici¨®n, la mayor parte de los cerca de 40.000 abonados, de dar la espalda al equipo, de no presenciar el duelo ante el Bar?a, de boicotear una semifinal descafeinada, fr¨ªa, sin tensi¨®n alguna. Los esfuerzos del club de la capital del Turia para dignificar el partido fueron bald¨ªos. Como cab¨ªa esperar, no estaba Lim en su palco, Singapur queda a 12.000 kil¨®metros de distancia, muy lejos. Poco ambiente y escasa pasi¨®n. Poco que discutir en el terreno de juego, rebajadas las alineaciones de Neville y Luis Enrique con suplentes, meritorios y canteranos en ambos onces.
Resuelta en la ida en el Camp Nou, con la vergonzante goleada recibida (7-0) por el Valencia por parte del excelso Bar?a, el partido que daba el acceso al primer finalista de Copa result¨® extra?o en todo, sin historia alguna. Desde los proleg¨®menos el ambiente era distinto, enrarecido. La avenida de Suecia, donde se encuentra la tribuna de Mestalla por donde acceden los jugadores de los equipos al estadio, acumul¨® bastante p¨²blico, como es habitual, para ver de cerca a los ¨ªdolos bajando del autob¨²s y entrando en el recinto deportivo. No hubo incidencia alguna. Escasos aplausos y ligeras protestas a la salida de los equipos. Los pocos que asistieron, no escondieron, en cambio, su alegr¨ªa cuando Negredo adelant¨® al Valencia en el marcador a los 38 minutos.
Una hora antes del partido, presentes estaban tambi¨¦n en las afueras del estadio los miembros de la Curva Nord, la grada de animaci¨®n del Valencia. Custodiados por 50 polic¨ªas, los seguidores che m¨¢s ruidosos, mezclaron sus cantos de apolog¨ªa y apoyo a la entidad, con la acusaci¨®n de mercenarios a los jugadores, a los que se?alan directamente de la humillaci¨®n recibida una semana atr¨¢s en el Camp Nou y del fracaso de temporada que est¨¢n ofreciendo.
Sin embargo, como anunciaron, no entraron en Mestalla, los 2.000 asientos que ocupan permanecieron sin due?o. Sin Nuno como diana, con Neville despertando ya desconfianza a pesar de la fe que se profesa a s¨ª mismo y al equipo como reitera en sus declaraciones, sin considerar a¨²n criticar a la propiedad, los futbolistas centran las iras de los seguidores blanquinegres. Los doce partidos sin conocer la victoria acercan al descenso al Valencia del que distan tan solo cuatro puntos. Sobraba la semifinal. Todo el esfuerzo se centrar¨¢ en el encuentro del pr¨®ximo s¨¢bado ante el Espanyol, entendido como vital. Mestalla no fallar¨¢ ante los pericos.
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