Cristiano espabila al Real Madrid en Roma
Un golazo del portugu¨¦s, inmenso en el segundo acto, y otro de Jes¨¦ enfilan al Real ante una Roma con m¨¢s voluntad que juego
En un duelo con tinieblas, emergi¨® por su cuenta Cristiano y cambi¨® la cara a un Madrid que ya ojea los cuartos de final de la Liga de Campeones. En el evocador Ol¨ªmpico de Roma hubo dos partidos, el equilibrado y contenido, y el que precipit¨® el astro portugu¨¦s con un gol a lo Cristiano. Esa maniobra tan suya para coger una rueda de ventaja con la que abrirse paso hacia un disparo diagonal con mucha metralla. CR en estado puro, el que tanto se esperaba de nuevo fuera del Bernab¨¦u. Con Europa a la vista, el portugu¨¦s marc¨® el devenir del encuentro. De un Madrid rebajado hasta entonces a otro m¨¢s fulgurante, con m¨¢s apetito, sellado por un tanto final de Jes¨¦. Ronaldo revitaliz¨® al Real y se elev¨® sobre todos con su segundo tiempo en el que tuvo en vilo a media Roma. Antes de la explosi¨®n del luso, el Madrid fue menos Madrid y corri¨® el riesgo de engrandecer a un rival que circula con lo justo, con lo muy justo.
De entrada, se grip¨® el Madrid. Hasta la mecha de Cristiano le falt¨® marcha y tambi¨¦n colmillo. Demasiado tieso ante un adversario con ¨¢nimo y turbo, nada m¨¢s. Una Roma en tiempos confusos, m¨¢s remendada que con identidad en el que apenas sobresalen Florenzi, casi un parvulario, y Perotti, un reci¨¦n llegado del modesto G¨¦nova al que unas cuantas virtudes le convierten en el ap¨®stol de esta Roma difusa. No lo aprovech¨® el Madrid, con su alineaci¨®n del frac, en la que uno por uno todos estaban por encima de los contrarios. La desigualdad de n¨®minas tard¨® en plasmarse. El Madrid transitaba con medio pie, encogido hasta el toque de corneta de CR. Los romanistas cerraron fugas sin la pelota y con la posesi¨®n se intentaron desplegar a toda mecha. Su ataque, con Perotti de ariete postizo, y Salah y el Shaarawy por las orillas, est¨¢ concebido para jamaicanos. Los tres cogen pista sin freno abrigados por un pelot¨®n de jornaleros que bregan lo suyo, pero sin poco tacto para el juego.
Con poco, los muchachos de Spalletti neutralizaron a los de Zidane. Un Madrid blando al que costaba imponer su te¨®rica superioridad, un punto conformista. Hasta el trueno de Cristiano, frente a un enemigo en cuyo tendal defensivo cuelgan zagueros de cuestionable solvencia, la retaguardia madridista estuvo muy por encima de la ofensiva. Exigidos en un sprint tras otro, Carvajal, Varane, Ramos y Marcelo se mantuvieron muy firmes. A campo abierto, la tarea era cruda para todos. Como muestra, una interferencia crucial de Varane ante El Shaarawy a segundos del descanso. Al otro lado, apenas un remate diab¨®lico de Marcelo que casi ventila la escuadra izquierda de Szczesny, un portero trabalenguas. Para apuntar su primera intervenci¨®n hubo que esperar al minuto 53, un tirito de Carvajal. Y, de repente, en plena nader¨ªa, un estallido en Roma.
Tras el disparo de plastilina de Carvajal lleg¨® la estampida de Cristiano, que hasta entonces no se hab¨ªa probado ni con fogueo. El portugu¨¦s enfil¨® a Florenzi por la izquierda, con la espuela zurda se cit¨® con la pierna derecha, un quiebro de autor, muy de CR. Ventilado el alguacil, desde el pico del ¨¢rea revent¨® el bal¨®n en el ¨¢ngulo m¨¢s distante. Un calco del gol del pasado s¨¢bado al Athletic, el que abri¨® el marcador en Chamart¨ªn. El ¡°cristianazo¡± sacudi¨® a la Roma durante un tramo, mucho azote para quien se sab¨ªa inferior. Un ba?o de realismo.
En ventaja, era el momento de los de Zidane. Lo entendi¨® CR, no tanto el resto del equipo. El luso cogi¨® el encuentro por las solapas, acapar¨® la ofensiva y puso en jaque al conjunto italiano. Un desaf¨ªo colosal para el joven Florenzi, que no tiene alma de secante. Lo observ¨® Spalletti, que dio paso a De Rossi como central y orden¨® al gran¨ªtico Rudiger encapsular a Cristiano. Lanzado el luso, al Madrid le falt¨® gestionar algo m¨¢s el juego. Por una vez, Modric no fue el mensajero que acostumbra. Como en m¨¢s ocasiones de lo debido, Isco y James no terminaron por cuadrar. Dzeko y Vainqueur pusieron en alerta a Keylor Navas, que si no tirit¨® m¨¢s fue por la ineficacia de Salah, que exasper¨® a su hinchada. Es un galgo, pero cuando frena para la asistencia terminal se aturulla. Al menos en esta jornada, el egipcio fue m¨¢s corredor que futbolista.
Cristiano, c¨®mo no, tuvo un cabezazo sencillo para la condena definitiva. Se le fue por un dedo. Lo mismo que a James tras asistencia del ¡°7¡±. Sin el control debido, pero el Madrid ya era otro cuando enfilaba hacia Szczesny. Hasta que lleg¨® el turno de Jes¨¦, estupendo en su asalto por la derecha y remate cruzado. Fin de fiesta para la Roma, para esta Roma que zozobra de tal manera que desgarra ver a Totti, un mito de 39 a?os, desfilar los minutos de la basura, con los suyos rendidos para la causa. Hoy son tiempos de otras leyendas, caso de Cristiano, que ya vuelve a contar goles lejos de Chamart¨ªn. Y de los que valen un potos¨ª, como el que en Roma espabil¨® a un Madrid que ya enfila los cuartos de final.
Los blancos se sacuden la maldici¨®n italiana
Corr¨ªa el a?o 1962. El Real Madrid ganaba 0-1 en Tur¨ªn con un gol de Alfredo Di St¨¦fano. Eran los cuartos de final de aquella Copa de Europa que los blancos perder¨ªan en la final contra el Benfica. Y era la ¨²nica victoria madridista en Italia en una eliminatoria de la m¨¢xima competici¨®n continental hasta ayer. El Real Madrid se sacudi¨® en Roma parte de la maldici¨®n italiana. El resto tendr¨¢ que certificarlo el pr¨®ximo 8 de marzo en el Bernab¨¦u si finalmente elimina al conjunto romanista.
El equipo de Zidane ya era claramente favorito antes del cruce, pero su mal historial con los conjuntos italianos sembraba alguna m¨ªnima duda. Tambi¨¦n era, en teor¨ªa, superior a la Juventus del a?o pasado y cay¨® en semifinales. El precedente de 2008 tampoco era halag¨¹e?o, precisamente ante la Roma. En aquella ocasi¨®n, el Madrid ¡ªentrenado por Bernd Schuster¡ª fracas¨® en los octavos de final.
El partido de ayer sirvi¨® tambi¨¦n para que Cristiano Ronaldo aumentase su cuenta goleadora en esta Liga de Campeones (12) y se acerca al r¨¦cord en una edici¨®n que ¨¦l mismo posee (17). El que tambi¨¦n mantiene su racha en Champions es Keylor Navas, que no ha encajado un tanto a¨²n en los siete partidos que ha disputado entre la temporada pasada (2) y la presente (5).
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