La Juventus nunca se rinde

El amor por el bal¨®n no pudo con la pasi¨®n por el resultado. Ni el Bayern, que gobern¨® el duelo de pe a pa, someti¨® a una Juve que no entiende de rendiciones. Le bastaron unas pocas contras validadas por la enclenque zaga alemana para igualar un partido que parec¨ªa decidido, una desventaja de dos goles que ahora deja abierta la eliminatoria.

Bastaron 30 segundos para entender el encuentro, con dos equipos extremadamente respetuosos con sus creencias. El Bayern jug¨® el bal¨®n de costado a costado, se cobr¨® metros hasta el balc¨®n del ¨¢rea y tras una p¨¦rdida, la Juve ejecut¨® el contragolpe mediante un pelotazo con sentido desde la defensa hacia la carrera de Mandzukic, que disfrut¨® de un uno contra uno ante Kimmich pero lo desperdici¨® al rematar de primeras y ofrecerle manso el bal¨®n a Neuer.

Expres¨® pues el equipo de Guardiola una vez m¨¢s su predilecci¨®n por el buen trato de la pelota, por la paciencia en la composici¨®n. Una propuesta dulce a ojos de los estilistas que choc¨® ante la primitiva de la Juve pero tambi¨¦n atractiva para los que anteponen la necesidad de abrochar su porter¨ªa para encomendarse a la contra ocasional.

Es la Juventus un equipo con alma y con callo, capaz de sufrir porque le sobra solidaridad en sus filas, con coberturas multiplicadas. As¨ª lo demostr¨® Pogba con sus piernas el¨¢sticas y sus ayudas a Evra, que se las ten¨ªa con Robben, y as¨ª lo remarc¨® Marchisio con sus movimientos de socorro sobre Lichtsteiner para contener a Douglas Costa. Por lo que atados los extremos, al Bayern le quedaron dos rampas de ataque: las llegadas de los laterales y las contras. Avis¨® primero Lahm al filtrar un pase a Lewandowski que M¨¹ller, re?ido con el bal¨®n, no supo sentenciar. Y se subray¨® el capit¨¢n al abrir para un Robben que, desafinado en la volea, no complet¨®. Tambi¨¦n Bernat se presentaba por la izquierda para surtir de centros est¨¦riles ante la robusta zaga bianconera; y hasta pisaba ¨¢rea para efectuar un remate mordido que por poco no se le atraganta a Buffon.

No surt¨ªa efecto el ataque al abordaje del Bayern porque la Juve defend¨ªa con 10 jugadores por detr¨¢s de la pelota, sin complejos. Hasta que el equipo b¨¢varo encontr¨® tambi¨¦n en la contra la receta del ¨¦xito. Primero fue Robben el que profundiz¨® por la derecha hasta sacar un centro al segundo palo, a la llegada de Costa, que prolong¨® al ¨¢rea chica. El esf¨¦rico rebot¨® en la zaga y M¨¹ller hizo las paces con el bal¨®n para festejar su gol. Y despu¨¦s, Lewandowski condujo para abrir a Robben, que sac¨® a relucir su caracter¨ªstico recorte hacia dentro y el l¨¢tigo para sacar un chut sec¨® a la red.

Pero la Juve no sac¨® la bandera blanca, orgullosa como es. Y se ensa?¨® con Kimmich, un medio reconvertido a central que se perd¨ªa con la l¨ªnea. Y, en una contra, un mal despeje suyo fue resuelto por Dybala a gol. Vitaminas de ilusi¨®n para los italianos que se refugiaron en Pogba ¡ªno atin¨® en su disparo desde fuera del ¨¢rea¡ª y en Morata, que revolucion¨® el choque. As¨ª, tras mezclar con Mandzukic, sac¨® un centro para la llegada de Sturaro, que puso la bota y el empate a tiempo. Por lo que la Bestia empat¨® con la Bella.