Las ¡®acrobacias¡¯ de Tamara Echegoyen y Berta Betanzos
Las dos regatistas espa?olas se preparan para R¨ªo en la nueva categor¨ªa de 49erFX que se estrenar¨¢ en los Juegos
Tamara Echegoyen fue campeona ol¨ªmpica de vela en Londres en Match Race. Berta Betanzos, campeona del mundo en la clase 470 en 2011, lleg¨® d¨¦cima en los Juegos. Cada una con su tripulaci¨®n y con un barco diferente con el que navegan ahora. En 2013 se juntaron para perseguir otro sue?o ol¨ªmpico. En la Bah¨ªa de Guanabara, en R¨ªo, se competir¨¢ por primera vez en la modalidad 49erFX. En esa categor¨ªa, Tamara y Berta acaban de proclamarse campeonas del mundo. Un broche a un camino que empez¨® en enero de 2013. ¡°Y eso que nos dec¨ªan que no ¨ªbamos a ning¨²n lado¡¡±, cuenta Tamara mientras toma una taza de t¨¦.
¡°Este barco es una pasada, es como quedar con tus colegas a surfear, es la misma adrenalina ¡°, apunta Berta. El barco, efectivamente, es lo m¨¢s parecido a una tabla de surf con vela y con viento coge una velocidad tremenda. Berta, c¨¢ntabra de 28 a?os es la tripulante; Tamara, gallega de 32, la patrona. Son dos, pero en el barco (4,995 metros de eslora y 94 kilos de peso) se mueven de un lado a otro con tal sinton¨ªa y sincronizaci¨®n que parecen una.
Es mi¨¦rcoles por la ma?ana en la playa de El Arenal en Palma de Mallorca y las dos regatistas han adelantado la salida al agua por el parte. Su d¨ªa a d¨ªa es un continuo cambiar de planes. Dos chicos se entrenan con ellas y les hacen de sparring. Detr¨¢s las sigue con una lancha Pepe Lis, el entrenador, un gallego de 36 a?os chisposo y divertido. M¨®vil en la mano, controla la hora en la que m¨¢s fuerte soplar¨¢ el viento aunque dice que sabe calcularlo mirando las rayas m¨¢s oscuras que dibuja el mar en la superficie. ¡°?Tamara, parece que te est¨¢s moviendo m¨¢s que Berta!¡±, les grita desde la lancha. Se acerca a ellas para darles agua y explicarles los ejercicios. Un silbato le cuelga del cuello y pita cada vez que quiere que sus chicas hagan un cambio de maniobra. Hoy est¨¢n entrenando eso y las salidas. La ma?ana empez¨® con sol y viento escaso y termina con un chaparr¨®n y viento medio (ellos lo llaman medio, a cualquiera le parecer¨ªa muy fuerte).
¡°Este deporte requiere de mucha paciencia y sensibilidad para tomar decisiones t¨¢cticas¡±, explica Pepe. ¡°Es mucho de sensaciones¡±, dice Tamara mientras se seca y se abriga en la playa entre dos palmeras. El vestuario es una peque?a carpa negra al lado de las palmeras. A una de ellas est¨¢n atadas las bicicletas con las que salen por las ma?anas. Hacen de media unos 60 kil¨®metros.
Para navegar en 49er? tienes que ser trapecista, acr¨®bata y encima tener la serenidad para saber de d¨®nde viene el viento y c¨®mo va a cambiar" TAMARA ECHEGOYEN
Despu¨¦s del trabajo de agua, les espera el gimnasio. Siempre y cuando no tengan que arreglar alg¨²n trozo del barco, como hoy. Se ha abierto una brecha en una de las alas de fibra y ellas mismas se encargan de solucionarlo. Como si fueran un mec¨¢nico m¨¢s. ¡°Para ser regatista tienes que tener habilidades t¨¦cnicas y f¨ªsicas; para navegar en 49er [su barco] tienes que ser trapecista, acr¨®bata y encima luego tener la serenidad para saber de d¨®nde viene el viento y c¨®mo va a cambiar. Y si eres capaz de sonre¨ªr al mismo tiempo¡ lo tienes todo ganado¡±, resume Tamara.
Comen todos juntos ¨Ccon el entrenador y los sparring- como una gran familia en un restaurante pegado a la playa. La concentraci¨®n y seriedad con las que maniobran en el agua, se transforma, fuera de ella, en un ambiente distendido de risas y bromas. Durante la comida se vacilan sobre qu¨¦ comer y no comer. Tamara y Berta viven en un r¨¦gimen permanente. La vela es un deporte que depende de farios factores. El peso es uno de ellos.
Desgaste f¨ªsico y mental
De cara a R¨ªo tienen que perder, entre las dos, un total de cinco kilos. ¡°Si hay poco viento [como dicen que ocurrir¨¢ en R¨ªo] y pesamos m¨¢s el barco va m¨¢s hundido y la resistencia al agua es mayor¡±, apunta Berta. Sus manos, grandes y fuertes, est¨¢n llenas de callos y ampollas. Normalmente, las flotas est¨¢n compuestas por una regatista peque?ita y otra grande o por dos medianas. Ellas, en cambio, son dos gigantes. Tamara mide 1,73; Berta 1,79. ¡°Por eso al principio nos dijeron que no ¨ªbamos a ning¨²n sitio¡±, se r¨ªe Tamara.
El desgaste que sufren no es solamente f¨ªsico. ¡°En los d¨ªas de lluvia y fr¨ªo no sentimos las manos ni la cara¡±, asegura Berta que a?ade: ¡°En la vela hay cambios constantes y tienes que tomar r¨¢pidamente las decisiones correctas para reaccionar a ellos. Tienes que mantener la serenidad estando a un nivel de exigencia f¨ªsica muy alto y eso muchas veces es dif¨ªcil¡±.
En los d¨ªas de lluvia y fr¨ªo no sentimos las manos ni la cara¡± BERTA BETANZOS
Pasan juntas entre 12 y 24 horas al d¨ªa. Se conocen a la perfecci¨®n. Se han hecho la una a la otra, saben c¨®mo interpretar el estado de ¨¢nimo, las caras y los silencios. No les queda otra. La velocidad y la conducci¨®n del barco dependen, tambi¨¦n, de su sinton¨ªa. ¡°Berta le da velocidad el barco porque es la que lleva las velas m¨¢s importantes y yo lo dirijo, llevo el tim¨®n y gestiono la t¨¢ctica en el campo de regata. Al principio necesit¨¢bamos hablar mucho para entendernos entre nosotras y adaptarnos al barco; con el tiempo hemos conseguido estar sumamente compenetradas¡±, cuenta Tamara.
La ayuda de la psic¨®loga
Como para llevarse mal¡ Para ello cuentan con la ayuda de la psic¨®loga, Patri, cuyo nombre sale muchas veces en la conversaci¨®n. ¡°Tenemos sesiones juntas, por separado y con el entrenador. En grupo trabajamos la comunicaci¨®n, es la parte m¨¢s importante porque alguien tiene que poner los l¨ªmites y saber c¨®mo solucionar los problemas y qu¨¦ opini¨®n priorizar¡±, a?ade Berta.
Comparten carretera en bici (a las 8 de la ma?ana est¨¢n en marcha), gimnasio, la vida en el barco, pero tambi¨¦n miles de kil¨®metros en furgoneta. Ellas, junto al entrenador, se encargan de llevar el barco a las regatas. Pepe suele conducir en la ida ¨Ca Dinamarca, en una de las ¨²ltimas regatas, se hizo 2.000 kil¨®metros- y ellas se van alternando en el trayecto de vuelta. Las dos cobran una beca ADO y reciben ayuda econ¨®mica y log¨ªstica de Movistar. Celebran que no tengan que pagar por hacer deporte.
Les brillan los ojos cuando hablan de la vela, de c¨®mo se engancharon a ella. ¡°Yo me sub¨ª a un barco con 5 a?os y todav¨ªa no he conseguido bajarme¡±, dice Tamara. ¡°Yo recuerdo todav¨ªa como mi t¨ªo, con el que iba a navegar, me rega?aba por no saber hacer nudos¡±, a?ade Berta. Quedan cinco meses para R¨ªo. No hay d¨ªas de descanso en su preparaci¨®n. Unas semanas est¨¢n en Palma, otras en Santander y otras en Brasil. Para la cita ol¨ªmpica est¨¢n trabajando su punto d¨¦bil: navegar con viento entre 5 y 10 nudos. Lo hacen con una alegr¨ªa contagiosa.
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